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miércoles, 30 de agosto de 2017

Barranco de la Luna. Saleres.

Barranco de la Luna. 


En esta entrada volvemos a salir de Granada capital para conocer un bello rincón de nuestra Provincia, y además no vamos a hacer una visita en los términos habituales de historia, cultura, arquitectura..etc. sino que vamos a disfrutar de un enclave único en plena Naturaleza. 

La propuesta que traigo con el Barranco de la Luna, es un pequeño descenso de cañones, o también denominado "aquatreking", de recorrido corto,  no más de 4 km, y apto para toda la familia. 

Vayamos por partes:

UBICACIÓN Y ACCESO

El Barranco de la Luna se encuentra en la localidad de Saleres, un pequeño pueblo de Granada perteneciente al Valle de Lecrín, para llegar, cogemos la Autovía de la playa dirección Motril, y nos salimos en la salida Móndujar-Valle de Lecrín. Una vez cogida esa salida nos dirigimos hacia el pueblo de Restabal, que viene indicado en los numerosos carteles de la carretera, justo a la entrada de Restabal, veremos la señal que nos indica que podemos seguir dirección Saleres y Albuñuelas. 

Cementerio de Saleres


Cuando llegamos a Saleres, no entramos en el pueblo, sino que seguimos la carretera que sube de forma empinada hacia arriba, dirección Albuñuelas y aparcamos en el Cementerio, ahí va a empezar nuestra ruta.

BARRANCO DE LA LUNA

El Barranco de la Luna, es un cañón, que se ha ido formando por la erosión del Río Barranco de Luna, río que se junta con el Albuñuelas y forma el Río Izbor, el cual llena con sus aguas la presa de Beznar. 

Abajo está el Barranco, sin que se aprecie ahora su magnitud. 


Es un lugar que nadie se puede imaginar,donde se ha formado una pequeña garganta con unos paisajes, fotos y una luz asombrosa. 

La excursión consiste en bajar hasta el río, adentrarse dentro de él, y a través de su cauce  atravesar todo el cañón, hasta que salgamos de él, y cojamos el camino de retorno al punto de inicio. 

La excursión o descenso yo lo considero apto para todos los públicos, pero  teniendo en cuenta varios factores. Cada persona debe ser consciente de sus limitaciones, de sus fuerzas y de su estado de forma física, es decir cualquier persona normal, que se mueva bien, ande bien, y se encuentre bien, podrá hacerlo sin problema, pero no pretendamos que lo haga alguien con problemas de caderas, huesos, o cualquier otra dolencia. 

Hacia más abajo, se aprecia un poco más las formas de la garganta. 


Los niños pueden hacerlo, pero teniendo en cuenta unos límites de edad, si bien el día que yo lo hice venía  un niño de seis años que es muy alto, en bastantes sitios tuvimos que cogerlo en brazos y ayudarlo a bajar.  

Igualmente venía un chica, no muy ágil, que cada vez que había que salvar un desnivel, pues simplemente se sentaba en las rocas y "culeaba", hasta que sus pies tocaban el suelo. 

Otra cosa es que sobre todo seguridad, el descenso es fácil, se van bajando por el río, pero a lo largo del corto trayecto hay que salvar numerosos desniveles cortos, digo cortos, porque en mi caso lo que más me llegó a cubrir el agua casi no llegó a la cintura, a las personas mas bajitas obviamente les llegará más alta el agua, el caso es que hay que estar muy seguros de donde se da cada paso, y de donde se pisa, no hay prisa, pues apenas son 4 kilómetros y en un rato lo hemos hecho, así que más vale maña y disfrutar del recorrido que no dar un mal tropezón y arruinarnos el día. 

Por supuesto todo lo que implique llevar un seguro hace las cosas mucho mejor, yo para ser sinceros no lo llevaba, por eso fui muy lento, muy despacio y cuidando al milímetro cada paso que daba, sobre todo y en especial en salvar los desniveles. Al final el resultado fue espectacular como podéis apreciar en las fotografía. 

RECORRIDO. 

El recorrido es muy fácil, y de hecho yo lo hice sin que nadie que supiera viniera conmigo, tan sólo siguiendo el mapa que había visto en internet, en la aplicación wikiloc. 

Desde el Cementerio subimos la carretera unos 200 metros y cogemos el primer desvío que hay a mano derecha. Tomamos el carril y cuando llegamos a la caseta de obra que hay a escasos metros  cogemos a la izquierda y tomamos el carril que sube hacia arriba ligeramente. Después siempre cogeremos el carril hacia la derecha e irá progresivamente descendiendo hacia el río. 

Fósiles. 


En este descenso pasaremos junto a una gran pared de piedra a nuestra izquierda, si observamos con mucho detenimiento en esa pared podemos ver pequeños fósiles de cuando toda esta zona era un océano. 

El carril desciende y llega hasta el río. El día que yo lo hice en ese punto el cauce estaba totalmente seco, pero no hay que asustarse que el agua está ahí. Nada más llegar al cauce, podemos ver que a mano derecha y sin tener que cruzar el río se abre un sendero, lo cogemos y lo seguimos, más o menos durante unos 500 metros iremos por el sendero, sorteando la vegetación y cruzando el río seco de agua, aunque iremos escuchando poco a poco el rumor de ella. 

Ultima zona antes de entrar en el río. 


Seguimos el sendero, hasta que llegamos a una amplia zona de terrazas o bancales llenas de árboles, las atravesamos y nos vamos hasta el fondo. Allí es donde por fin dejamos el sendero seco y vemos como ya se baja al río. 

Primeras paredes. 


Una vez en el río, no hay pérdida, es bajar y bajar por dentro del agua, habrá un par de zonas, donde podemos ver que se sale del agua y se recorre un poco de sendero para volver luego al agua. Es simplemente bajar y disfrutar, cada vez que hay un salto, es cuestión de que el más fuerte o ágil asegure el terreno vea la profundidad del agua y ayude a los que vienen detrás. Un bastón ayuda bastante sobre todo para conocer la profundidad del agua, donde no se divisa el fondo. Yo el recorrido lo hice bajando el río, sé de gente que lo prefiere subir y hasta dice que le parece más fácil, pero como no lo he hecho no puedo opinar. 

Río y tierra casi juntos de la mano. 


Es aconsejable como es normal en estos casos id provistos, de agua para beber, fruta y algún sandwich o bocadillo. La excursión es muy corta, pero si vamos con niños, ellos siempre van a pedir de comer. 

Por último cuando se termina el cañón, se retoma un pequeño sendero y se sale a un espacio abierto. Subimos a la derecha un sendero de forma empinada hasta que llegamos a un carril de tierra, que cogemos hacia la izquierda, que aunque al principio parece que baja y vuelve hacia el río, enseguida gira a la derecha y de forma muy empinada nos lleva a la carretera a unos cien metros hacia abajo del cementerio donde se encuentra nuestro coche. 

Barranco de la Luna

Barranco de la Luna

Barranco de la Luna. 


El día que yo lo hice venía detrás mía una familia con una hija de unos 10 años, y también era la primera vez que lo hacían, y sin dificultad alguna. 

Como consejo final, es que lo más importante siempre en este tipo de actividades y excursiones es la seguridad sobre todo de los más pequeños. Hay que evitar hacer esto en época de lluvias, o después de que se hayan producido tormentas, también se puede ir provistos de cascos (chichoneras) para los más pequeños. Hay que ir con zapatillas o botas ( a sabiendas que se van a introducir en el agua) y sobre todo con suela que agarre, pues las rocas mojadas resbalan y nos pueden dar un susto. 

Descendiendo

A lo largo del recorrido entre salto y salto zonas llanas. 

Descendiendo

Llegando a la zona final. 

Saliendo del Barranco. 


DATOS DE INTERES:

HORARIO: Cada uno decide el momento idóneo, pero lo suyo es empezar de 10:00 a 11:00 para terminar a buena hora y llegar a casa a comer. 
PRECIO: Gratis, aunque hay empresas de ocio que ya incluyen dicha actividad en su programación, esta opción viene bien, para aquellas personas que no se fían, o no se atreven a ir solas. 
COMO LLEGAR: Ya se ha comentado en la entrada. 
VISITA PARA GRANADINOS: Pues sí, no hay que ir a los Pirineos, ni ponerse neoprenos para hacer esta actividad esta es la gran ventaja de esta excursión, descenso. Así que muy recomendable. 
VISITA PARA EXTRANJEROS: Igualmente si la estancia en la ciudad es larga, o si se ha venido a practicar aventura, además de Sierra Nevada, hay otros lugares que nos ofrecen emoción y sobre todo un bello paisaje. 

De los últimos saltos. 

Tramo final. 

En el siguiente enlace podéis encontrar el mapa del Recorrido. RECORRIDO BARRANCO LUNA






martes, 22 de agosto de 2017

Alfar Romano de Cartuja.


Alfar Romano. Campus Universitario de Cartuja


INTRODUCCION

Todo el mundo conoce la historia de la ocupación musulmana de Granada y en especial desde que el rey Alhamar de la dinastía Nazarí construye su Palacio en la colina de la Sabika, nuestra famosa Alhambra uno de los monumentos más bellos e importantes del mundo.

Anteriormente otra dinastía la Zirí fue la encargada de asentarse en lo que hoy conocemos como Granada, y concretamente en el actual barrio del Albayzín, es a partir del año 1013 cuando a la ciudad se le conoce con el nombre de Granada, un nombre con un origen que ha dado lugar a muchas teorías.

Sin embargo hubo una ciudad antes de esa ocupación musulmana del siglo XI, cuando los Ziríes trasladan la ciudad desde las estribaciones de Sierra Elvira hasta el Albayzín, hubo un asentamiento ïbero, Illíberis que consiguió un apogeo en época romana con el Municipium Florentinum Illiberritanum, un municipio con todos los derechos que ese estatus otorgaba. Granada aunque pocos lo sepan fue Romana, y además con una gran importancia dentro del territorio de Hispania.

Todos hablamos del Puente Romano, aunque en verdad y por ser justos el que vemos es árabe, aunque todos los expertos coinciden en que “sí o sí”, en ese enclave tuvo que existir un puente Romano, destruido con total seguridad en alguna riada y sobre el cual se construyó el actual.

Y por supuesto la pregunta del millón es...¿Dónde estaba o están los restos de esa ciudad Romana?, desde luego si hay una ciudad o municipio Romano, lo primero es encontrar su foro, un lugar indiscutible en la cultura romana, todo indica que en efecto ese Foro estaría ubicado en lo más alto de la colina del Albayzín, en lo que hoy es el actual Carmen de la Concepción, junto a la Puerta de las Pesas, la calle Minas, o el Aljibe del Rey, de hecho en el siglo XVI, hubo una fuerte campaña de excavaciones por parte de un fraile, pero el asunto se torció, pues aparte de ir encontrando importantes restos romanos, también se iba inventando otros, la excavación se paralizó, se tapó todo, y hasta nuestros días.

Restos Romanos bajo una casa en el Albayzín. 

Columnas Romanas en un Aljibe del Albayzín. 


A fecha de hoy todo apunta a que ahí está el foro Romano, el Albayzín está lleno de restos Romanos, algunos de los cuales he tenido la fortuna de poder disfrutarlos aunque estén ocultos en sótanos y casas privadas, y otros que están a la vista del todo el mundo como las columnas que hay en el aljibe de la Iglesia de San Miguel.

Con todo esto, y vamos ya a entrar en materia, habiendo un municipio con envergadura, obviamente se desarrollaron todas las actividades inherentes a dicho estatus, una actividad agrícola, industrial y comercial, fruto de ello es del lugar del que voy a hablar a continuación. El Alfar Romano de Cartuja.

ALFAR ROMANO.

Cartel indicativo. 

Entrada al Alfar Romano. 


El alfar Romano de Cartuja es un complejo alfarero de época romana datado entre los siglos I y II después de Cristo, y situado en lo que hoy se conoce como Campus de Cartuja, concretamente enfrente de la actual facultad de Teología.

La ubicación de este lugar no es fortuita, ya en la zona hay constancia de un antiguo asentamiento del Neolítico, tenemos que tener en cuenta que a escasos metros se encuentra el río Beiro, uno de los tres ríos de Granada, y que si bien hoy se encuentra encauzado por debajo de la ciudad, en su día, suministraba agua limpia y adecuada para la vida humana.

Vista del Alfar. 

Vista parcial del Alfar. 


Otra de las características del terreno es su arcilla, de una gran calidad para la elaboración de piezas de barro, tejas, ladrillos o utensilios de cocina. De hecho la zona ha seguido teniendo una gran tradición alfarera que ha continuado hasta nuestros días teniendo como muestra la ya conocida y famosa cerámica de Fajalauza.

Igualmente debemos de saber que por normativa romana, los Alfares se debían situar fuera de las ciudades. Por lo tanto este lugar reunía todas las características para convertirse en un centro productor de primera línea.

Zona de escombros del Alfar. 

Vista parcial del Alfar. 


Curiosamente una zona que hoy en día conocemos por su facultades, siguió teniendo una gran importancia a lo largo de los siglos, el caso es que la actividad romana alfarera cesó con la caída del imperio romano, y nunca más se supo de ella.

En el siglo XI, la construcción de la acequia de Aynadamar, sobre posiblemente unos restos romanos, da lugar a una zona de Huertas y Almunias, con Cármenes y viviendas, esta zona es todo un vergel.

En el siglo XV, el Gran Capitán se hace con estos terrenos que los cede a los Cartujos para la construcción de su Monasterio. En el siglo XIX, los Jesuitas se instalan en la que era la antigua Facultad de Teología hoy Biblioteconomía.

En los años 60 del pasado siglo, a raíz de los numerosos restos de cerámica esparcidos por todo el terreno, y también por las reseñas ya marcadas por el arqueólogo Manuel Gómez Moreno, por Sotomayor se realizan las primeras excavaciones dando como resultado el hallazgo del Alfar Romano de Cartuja, documentándose hasta el momento hasta diez hornos cerámicos para la elaboración de pequeñas vajillas y elementos de construcción.

Trozos de Cerámica dispersos en el terreno. 

Estructuras del Alfar. 


La zona excavada es pequeña para la magnitud del centro alfarero, en la facultad de psicología ubicada unos cientos de metros más arriba se han encontrado piletas de decantación del agua.

En la zona excavada podemos encontrar hornos, claramente identificables, zona de vertedero, donde se apilan cientos de piezas que por uno u otros motivos no eran idóneas para su comercialización.

Curioso es algunas piezas que tienen una especie de señal, dos teorías hay al respecto, por un lado que fuera la marca del Alfarero, o bien que fuera una marca para señalar la fecha de elaboración en aras de controlar el tiempo de secado de la pieza.

Restos de Piezas con marcas. 

Restos de Piezas. 


Los hornos varían en función de las piezas a las que estuvieran destinados a cocer, tienen diferentes formas y estructuras, con una zona para la parrilla y dimensiones adaptadas al tipo de material o elemento que fueran a cocer, ya fueran tejas o vasijas de gran tamaño.

El yacimiento se encuentra cerrado al público en general, se usa en la actualidad como escuela práctica para los alumnos de arqueología de la Facultad de Granada, sin embargo la Ugr, ha organizado programas de visitas abiertas al público en general y tiene como objetivo en un futuro no muy lejano abrir el lugar a la visita, aunque está aún por ver de qué manera y en qué circunstancias.

El llamado Cercado Bajo de Cartuja, limita parte del Yacimiento. 

Vista del Alfar. 


DATOS DE INTERÉS:

PRECIO: No aplicable.
HORARIO. No aplicable.
VISITA PARA GRANADINOS. De momento no existe una visita pública y abierta, sin embargo la Ugr, sí ha organizado jornadas de puertas abiertas y todo indica que lo seguirá haciendo, por lo cual es cuestión de estar atentos a medios de comunicación y páginas de Facebook como “lugares de Granada” donde se informan de dichas actividades.
VISITA PARA EXTRANJEROS. Ciertamente al menos que se venga expresamente a conocer esta zona por su importancia arqueológica, o por su pasado Romano, no es de los destinos prioritarios en la ciudad de Granada, es un lugar para profundizar mucho en el patrimonio y cultura de la ciudad.
COMO LLEGAR. No ha problemas para llegar en coche, pues al ser un Campus Universitario hay zonas de aparcamiento, sobre todo por la tarde, por la mañana es algo más complicado porque hay clases. Se puede subir en el autobús de la facultad, e incluso andando desde Plaza Nueva no lleva más de 20 minutos.

Zonas pendientes de más excavaciones

Alfar Romano


Vista parcial


Trozo de Cerámica con marcas. 



martes, 1 de agosto de 2017

Museo Sefardí de Granada.



Museo Sefardí de Granada
En Granada hay un pequeño museo, completamente desconocido para el público en general, de hecho, casi con toda seguridad lo visitan más extranjeros y españoles de otras ciudades que los propios granadinos.

Se trata del Museo Sefardí de Granada, un pequeño museo que tiene como objetivo principal recordar a todo el mundo, que Granada fue antes que Musulmana y Cristiana, Judía. En efecto así lo cuenta la historia y así está documentado. Antes de que los musulmanes pusieran sus pies en lo que actualmente conocemos como Granada Capital, los judíos ya tenían aquí una pequeña comunidad que ocupa lo que conocemos como barrio del Realejo, concretamente y sobre todo el Mauror y toda la zona que sube hacia Torres Bermejas. Posteriormente y con los años se fué extendiendo hasta las zonas más bajas del barrio llegando a lugares como la actual calle San Matías.

El museo es una iniciativa privada de una familia de origen Judío, encabezada por Beatriz Chevalier, que en su casa, situada precisamente en lo que fuera ese barrio judío, ha habilitado las habitaciones de la planta baja a modo de museo.

Nada más entrar, en primer lugar podemos ver un clásico y bello patio granadino con su pilar, columnas y yeserías que emulan un pasado más bien musulmán que judío. 

Patio del Museo.


A continuación y en lo que la familia denomina primera planta, encontramos cuatro habitaciones dedicadas a museo y exposición, en ellas vamos a pasar a una biblioteca con gran número de obras sobre los judíos en España, Europa y el Mundo, no sólo en castellano sino que también las hay en otros idiomas, así como gran número de revistas con información sobre los judíos, revistas del tipo Muy Interesante, National Geographic...etc. 

Sala con Objetos judíos.


En otras de las salas, vemos una especie de cocina judía, donde hay fichas con recetas judías, podemos ver de dónde viene la expresión “baño María”, así como utensilios típicos de la vida y costumbres de los judíos. En esta sala además podemos comprar algunos souvenirs relativos al museo.

En otra de las salas, hay fichas referentes a personajes ilustres de la historia de la Humanidad que fueron o tuvieron ascendencia judía, asimismo dedica parte de los paneles y de las fichas explicativas a la inquisición y la persecución que realizó sobre ellos. 

Trajes de la inquisición.


Y la última de las salas o primera según el orden de visita que queramos hacer y que no está predeterminado, está más bien dedicada a la presencia de los Judíos en Granada, con referencia a Samuel Nagrela entre otros.

También encontraremos referencias al edicto de expulsión de los judíos firmado por los Reyes Católicos en 1492, a los sefardíes, o al “Garnata Al-Yahud”, la Granada de los Judíos. 

Paneles explicativos.


La visita es breve, pues el museo es coqueto y sencillo, lo cual nos permite leer con toda tranquilidad todos los carteles explicativos que hay por sus paredes y detenernos a apreciar todos los objetos que hay. También a la entrada nos dan una pequeña guía de dos folios que las vicisitudes de los Judíos en Granada.

Como curiosidad comentar que en Granada no hay absolutamente ningún resto de origen Judío. Todo lo que en un momento tuvieron o pudieron construir fué eliminado primero por musulmanes y posteriormente por los Reyes Católicos. 

Sala del museo.


El día 30 de Diciembre del año 1066 se produjo en Granada un pogromo (matanza) de dimensiones catastróficas y que acabó con más de 5000 judíos asesinados y la muerte del Visir Yusuf Ibn Nagrela hijo de Samuel Ibn Nagrela.

En definitiva es un pequeño museo, que con esmero nos trata de abrir la mente y hacernos ver que mucho antes de que llegaran musulmanes, o de que se produjera la posterior reconquista ya existía una comunidad judía en esta tierra. Interesante es el libro la Alhambra de Salomón de José Luis Serrano en la que aparece la figura de este ilustre visir del rey Badis el judío Samuel Ibn Nagrela. 

Puerta del museo.


DATOS DE INTERÉS:

PRECIO: 5 euros de donativo.
HORARIO: De 10:00 a 14:00 horas y de 16:00(17:00) a 20:00(20:30). Cierra los Sábados.
VISITA PARA GRANADINOS: El museo es pequeño, pero es interesante sobre todo para aquellos que queremos ahondar un poco más en el patrimonio cultural e historia de la Ciudad de Granada. Interesante deben de ser las visitas guiadas que hacen por la antigua Judería (actual Realejo), pero de las que no puedo opinar al no haberlas realizado.
VISITA PARA EXTRANJEROS: Curiosamente estoy convencido de que visitan este lugar más extranjeros que Granadinos, no es un museo para el que viene un fin de semana o de pasada a ver la Alhambra y subir al Albaicín, es más bien un lugar para aquellos que les gusta más profundizar en una ciudad y que pasan aquí una semana o más tiempo.
COMO LLEGAR: Indiscutiblemente andando, es el único medio de llegar hasta la misma puerta del museo, está en una callejuela del Realejo llamada Cuesta de Berrocal, un taxi nos podría dejar al inicio de la cuesta, haciéndonos el favor de subir por Rodrigo del Campo. En coche particular imposible, el Parking más cercano, San Agustín, o el de la Comisaría de Policía. El autobús podemos coger el que recorre el Realejo. Pero desde el centro es un paseo, casi que no merece la pena, pues desde Gran Vía hasta aquí no son ni 5 minutos.