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viernes, 12 de mayo de 2017

Fiestas y Costumbres Granadinas: Las Pasaeras o Pasaderas del Darro.

Pasaeras del Darro. FOTO. Archivo diario Ideal.



Como bien dije cuando empecé esta aventura del blog lugares de Granada con encanto, no sólo iba a referirme a lugares a visitar en la capital y en la Provincia, sino que también y poco a poco iba a dedicarle entradas a personajes, leyendas, y otros tipos de aspectos relacionados con la ciudad y provincia de Granada. En este caso y siguiendo esa premisa vengo a traer al recuerdo una fiesta y costumbre del pasado, y traigo en especial esta, porque en alguna ocasión escuché hablar a mi padre con buen recuerdo, alegría y sobre todo con grandes anécdotas de ella. Se trata de la fiesta de las Pasaeras del Darro.

Históricamente a finales de Junio se celebraban en el bajo Albaicín, en el barrio de San Pedro, sus fiestas patronales, y dentro de ellas había una costumbre arraigada y con gran clamor popular “las pasaeras o pasaderas del Darro. 

FOTO ARCHIVO DIARIO IDEAL


Era un juego que consistía en cruzar el cauce del río Darro sobre unas tablas o piedras que previamente habían sido untadas con jabón. Si bien la fiesta estaba abierta a todo el mundo, tal y como me contó mi padre, en los últimos años y debido a la presencia del Rey Chico en el lugar, eran mujeres de las que estaban empleadas en dicho lugar las que participaban en la fiesta. Obviamente la expectación era muy grande en especial esperando la caída de estas buenas mozas, con el consiguiente espectáculo visual en todos los sentidos y esas ropas mojadas bien pegadas al cuerpo y marcando sus respectivas curvas.

Las aguas del Darro habían sido previamente estancadas mediante algún tipo de dique, para que la caída fuera sobre agua y no sobre el duro lecho del río. La zona donde se practicaba dicho juego, era la comprendida entre el puente del aljibillo y el de las Chirimías. La fiesta se mantuvo hasta el año 1972 en el que se celebraron por última vez. 

FOTO ARCHIVO DIARIO IDEAL


La fiestas empezaban a la siete de la mañana, y a aquellas mozas que lograban cruzar el río se les otorgaba un premio por parte de la Comisión de fiestas.

Afán de Ribera en su libro Fiestas Populares describe la fiesta de las Pasaderas, comenta fielmente como los mozos iban a cazar “moscas”, así como las buenas “monas”, que trincaban y como cantaban aquello de “A San Pedro como era calvo, le picaban los mosquitos, y su madre le decía “comprate un gorro, Perico”.

Se colocaban por los Serenillos siete piedras, tres fijas al principio y tres fijas al final y la de en medio que se movía, todas untadas con jabón, como ya hemos mencionado anteriormente. Era costumbre igualmente acompañar el evento bebiendo anís y comiendo buñuelos. 

Foto Archivo Ideal.


Como ya mencioné antes, en la última etapa eran chicas de “mal vivir”, las que participaban, entre ellas algunas “señoritas”, de las más conocidas del entorno por su reputación.