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sábado, 9 de mayo de 2020

Ocurrió en Granada. Un atraco de película. Diciembre 1934.

Portada del diario Ideal del día 5 de Diciembre de 1934



Aunque parezca mentira en el año 1934 tuvo lugar en Granada un atraco digno de llevarse a una gran película, al más puro estilo de los años dorados de Hollywood, a través de estas líneas vamos a desgranar qué ocurrió en aquel frío mes de Diciembre del año 1934.

En el año 1934 un grupo de malhechores planearon en Granada todo un robo a gran escala. El objetivo era la joyería la Purísima situada en los números 19 y 21 de la calle Reyes Católicos y que por aquellos años, estaba regentada por los hermanos Manuel y José López Fernández-Secano, curiosos hermanos a los que se les apodaba “el tranvía y la jardinera”, pues cuando cerraban el negocio volvía a casa una detrás del otro separados por unos metros.

Publicidad joyería La Purísima


La banda estaba capitaneada por un pistolero malagueño que vestía de forma elegante, se alojaba en los mejores hoteles de la ciudad y conducía un coche Buick de 1932, quizás y por analogía nos recuerda a personajes modernos de series y películas dónde los malos de las películas son amantes del buen gusto y del lujo. Se hacía acompañar entre otros por dos criminales granadinos.

Todo un lujo de coche en aquellos años. 


Lo que nunca pudo imaginar que se cruzaría en su camino el inspector general de policía Vicente Santiago que por un chivatazo en la Oficina de Información y enlace de la Dirección General de Seguridad tuvo conocimiento del plan y se desplazó a la ciudad de Granada junto con el sargento Izquierdo Portocarrero un 23 de Noviembre del año 1934.
Según el diario el Defensor de Granada, fue el guardia de seguridad de la joyería quién observó un pequeño agujero en el sótano de la joyería que daba con el túnel efectuado y el que interpuso la denuncia en comisaría ante el sargento Izquierdo.
La investigación dio pronto sus frutos y esa misma noche con grandes linternas accedieron al interior del embovedado por el puente de Castañeda, en el interior ya se observó en un primer momento huellas de hasta tres intentos de perforación en diferentes lugares hasta que al final se dió con el gran butrón que habían realizado los ladrones, se accedía desde el colector de alcantarillado de la calle Príncipe y llegaba al sótano de la misma Joyería. Además se encontraron huellas por el cauce arenoso del río e indicios de intentos de robo en otras joyerías y hasta en el mismo Banco Español de Crédito.
Cabe resaltar para aquellos que no son granadinos, que la calle Reyes Católicos está construida sobre el embovedado del Río Darro que la atraviesa bajo ella, si bien no está permitida la entrada el embovedado es transitable desde Plaza Nueva hasta la desembocadura del Río Darro en el Genil junto al Puente Romano.

Acceso al embovedado desde Plaza Nueva en la actualidad. 


El túnel más grande y avanzado era el que llegaba a la joyería la Purísima tenía una altura de un metro y una anchura de 80 centímetros, una vez avisados los dueños de la Joyería se pudo comprobar que los ladrones ya habían conseguido acceder al sótano de la joyería, sin embargo los ladrones al encontrar una caja fuerte, decidieron posponer el robo hasta dar con los materiales necesarios y suficientes para poder reventarla. En esa caja fuerte se guardarían todas las joyas y alhajas de gran valor. También a través de ese agujero realizado los ladrones observaron al vigilante del establecimiento D. Antonio Cobos que de hora en hora hacía ronda por el establecimiento.
Tras el hallazgo la Policía montó un dispositivo de vigilancia para coger a los ladrones “in fraganti”, sin embargo no dio su fruto, seguramente porque los ladrones de alguna manera sospecharon o se enteraron de que habían sido cazados.

Una de las muchas aberturas abiertas hoy en día dentro del
embovedado del Darro. Foto Mª José Martín. 


Poco a poco la investigación fue dando sus frutos, uno de los granadinos integrantes de la banda, estaba ya en prisión por un delito de robo a mano armada, otro conocido como “el señorito”, huyó y nunca más se supo de él. El líder el malagueño reseñado al principio del relato también se hacía acompañar de un Barcelonés y un Sevillano, la banda fue bautizada con el nombre de “los guapos” e incluso un periódico local los denominó “los dandis del butrón”. Poco les faltó para acometer el que hubiera sido el atraco del siglo en Granada.

Títular en el diario el Defensor de Granada de fecha 5 de Diciembre de 1934


Famosa fue la foto de Torres Molina en el interior del embovedado dónde se aprecia claramente el túnel efectuado.

BIBLIOGRAFÍA USADA:

Curiosidades Granadinas. César Girón 2007.
Diario el Defensor de Granada de 5 de Diciembre de 1934.
Diario Ideal de 5 de Diciembre de 1934.
La Calle Reyes Católicos de Granada. Julio Belza.