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martes, 19 de octubre de 2021

Castillo de Freila. Freila.

 

Castillo de Freila

Nos dirigimos en esta ocasión hasta la localidad de Freila en la cual vamos a visitar los restos de su Castillo. Se sitúa al Oeste e la población y los más característico que vamos a encontrar de esta fortificación son los restos de una torre maciza de forma circular con un diámetro de 4,60 metros y una altura de 11 metros.


Torre circular del Castillo. 


Nos encontramos nuevamente en la comarca Norte de la Provincia de Granada, cerca de Baza que era la población más importante en época medieval. El Castillo de Freila lo podemos datar entre los siglos XII y XIII, si bien por su situación estratégica puede ser que sea un tipo de fortaleza más idóneo para proteger a la Alquería de Freila, que un sistema defensivo Nazarí estructurado en torno a Baza.


Vista parcial. Zona de acceso. 


Como hemos mencionado el elemento más característico que se conserva es su torre maciza, realizada en mampostería con enfoscado de cal. De la Torre vemos como sigue a continuación un gran muro casi de la misma altura y con dos partes muy claras que se dirigen al Este y al Oeste. Es muy probable que este muro enlazara con otra Torre dentro del recinto militar. Situada en el NE y que servía para proteger la puerta a la fortificación.


Detalle de Muro

Detalle de Muro



En el interior y adosado al muro encontramos los restos del aljibe, de planta rectangular y con unas dimensiones de 4,00 x 1,95 metros construido con muros de hormigón, y una bóveda de mampostería que se conserva a fecha de hoy. Si nos fijamos detenidamente es apreciable todavía restos del enlucido y de la almagra original.


Aljibe

Bóveda del Aljibe

Detalle de almagra original. 



También encontramos en el interior un gran y profunda oquedad con una serie de galerías interiores a las que llegaban conducciones de agua.


Galería interior


El resto del castillo nos hace vislumbrar algunas estancias y habitaciones, aunque todo está en un lamentable estado de ruina y necesita de una urgente intervención arqueológica, y puesta en valor, pues conserva numerosos elementos para ello. A fecha de la visita de este castillo todavía conservaba gran número de elementos relacionados con actividad agrícola, y se podía acceder sin ningún tipo de impedimento abriendo una pequeña verja.


Estado de ruina desde el interior

Torre


DATOS DE INTERÉS:

HORARIO: No aplicable

PRECIO: Gratis.

VISITA: Recomendada en cualquier circuito que hagamos por el Geoparque y por localidades como Freila, Zújar, Cuevas del Campo y el entorno del pantano del Negratín.

COMO LLEGAR: Una vez en Freila nos dirigimos hacia la Iglesia de la Villa y se encuentra a 100 metros.


Freila desde el Castillo. 

El Pantano del Negratín desde el Castillo. En época Medieval 
sólo río Guadiana Menor. 

Y como siempre su ubicación en nuestro MAPA DE ATALAYAS Y CASTILLOS.

sábado, 9 de octubre de 2021

Pinturas rupestres. Tajos de Lillo. Loja.

 


Cuando de pequeño se estudiaba el hombre en la Prehistoria y en especial el arte rupestre, siempre nos ponían el mismo ejemplo del bisonte de las Cuevas de Altamira, quién nos iba a decir que cuando por fin, conseguimos ir a Cantabria y a esas cuevas, iban ya a estar cerradas al público y sólo podríamos visitar una cueva réplica. Lo que nadie nos explicó en esas clases de EGB, es que en nuestra provincia había muchos claros ejemplos de arte rupestre distribuidos por muchas cuevas y abrigos situados por toda la geografía. A fecha de hoy sí es cierto que los libros de textos al ser más regionalistas, es decir los libros de texto de colegios de la Comunidad de la Junta de Andalucía, ilustran sus explicaciones y se centran más en todo lo relativo a Andalucía y sus provincias, hace que sea más fácil encontrar ejemplos y explicaciones más cercanas en el ámbito geográfico.





A través de esta entrada y de otras más que iremos haciendo bajo el epígrafe de Pinturas rupestres en la provincia de Granada, vamos a ir trayendo un pequeño compendio de aquellas pinturas y abrigos que podemos ver y visitar, si bien es cierto que tengo mapeadas y localizadas muchísimas más de las que subiré, pero son pinturas ya muy complicadas de observar, incluso, lo que en los años 80 eran restos de pintura, hoy no queda absolutamente nada por la mala acción del hombre, fogatas, mojarlas con agua para verlas mejor, o en algunos casos incluso el inexorable paso del tiempo, la erosión u otros agentes exteriores.





Las primeras de estas pinturas de las que vamos a hablar son las situadas en los tajos de Lillo en la localidad de Loja y que fueron descubiertas en Agosto del 2004 en el marco de unas actividades de orientación por la Sierra de Loja. Este hallazgo se puso rápidamente en conocimiento de la Junta de Andalucía que afortunadamente adoptó las medidas necesarias para su protección y puesta en valor.




Ya el investigador Manuel Pillecer había dejado pinceladas de la existencia de pinturas rupestres en Loja, pero sin señalar una ubicación concreta.





En los Tajos de Lillo vamos a encontrar pinturas rupestres esquemáticas como las halladas en Moclín, Zuheros o Jabalcón entre otros. Se trata fundamentalmente de figuras antropomórficas, consistentes en una especie de silueta humana simplificada con los brazos abiertos. No existen sin embargo zoomorfos y soles que sí son elementos encontrados en otras pinturas esquemáticas asimiladas a las de los Tajos de Lillo.





Los Tajos de Lillo se encuentran a 4,5 kilómetros de Loja en dirección Sur respecto del núcleo urbano, y delimitan la Sierra de Loja. Se trata de una enorme pared vertical con unos 300 metros de longitud y 50 metros de altura. Desde la zona del abrigo se tiene una amplia vista del entorno con una visual directa sobre el Monte Hacho que preside la población de Loja.





El abrigo se compone de varios paneles con pinturas esquemáticas de diverso tipo destacan especialmente las figuras antropomórficas, aunque también hay gran cantidad de manchas, curvas, ondulaciones, o zig-zags entre otras, no todas las figuras son apreciables a simple vista, y menos a la distancia desde la cual tenemos que verlas debido a las medida de protección, incluso en muchos casos, y una vez procesadas las fotos que podemos realizar es cuando vemos un mayor número de pinturas y manchas.





Los arqueólogos en los trabajos de investigación han dividido la zona en dos abrigos diferentes de pinturas y dentro del abrigo denominado Tajos de Lillo 1, han realizado una división en 17 paneles diferentes, cada panel cuenta con un número concreto y específico de pinturas que han sido fotografiadas, copiadas y estudiadas. Concretamente y en cuanto a los trabajos publicados, podemos referenciar que se han encontrado:


25 figuras antropomorfas.

42 figuras meandriformes/serpentiformes

6 figuras circulares

2 zig-zags

2 trazos en V

2 Subcuadrangular

+1000 puntos

+200 barras

+50 manchas.


Las pinturas en su mayoría han usado los dedos como medio para su ejecución, aunque también se aprecia la utilización de algún otro instrumento en otras. Los trazos son delgados y gruesos y el color predominante es el rojo con mayor intensidad en algunos trazos, y más claro en otros. Con las investigaciones realizadas y las comparativas con otros yacimientos arqueológicos de igual calibre, estamos hablando de un abrigo que va desde un Neolítico antiguo a un Neolítico medio, con una antigüedad entre el VI milenio al V milenio.





Para llegar a los Tajos de Lillo y en concreto al abrigo y contemplar sus pinturas, la mejor manera es atravesando el polígono industrial y la factoría de aguas, pero el problema estriba es que la última parte está dentro de una finca privada y vallada. Ciertamente tuve la suerte de que ese día estaban los dueños trabajando en la finca, y la cancela de entrada estaba abierta, además me indicaron, el punto exacto de una valla en la que estaba la puerta, entiéndase por puerta ese trozo de alambre que desatas de otro trozo más grande de alambre y parte de la alambrada se deja caer y puede entrar uno por el hueco. Esto es si vamos desde Loja y en coche hasta la finca privada. Me consta que otra opción es entrar por el Salar , acercar el coche a través de carriles y hacer una pequeña ruta de senderismo que transcurre paralela a los Tajos, en la que en un momento dado igualmente hay que abrir la valla exterior que protege el abrigo de los Tajos para acceder a ellos.






Bibliografía: Martínez García, Julian.  Pintura esquemática rupestre en los Tajos de Lillo.