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domingo, 5 de octubre de 2014

Palacio de los Alixares

Restos del Palacio de los Alixares en el Cementerio de San José.


Lo primero que nos tiene que llamar la atención del Palacio de los Alixares es de que se trata de una antigua almunia cuyos restos los podemos encontrar dentro del Cementerio de San José, en el denominado patio de San Cristóbal en una de las zonas más altas de todo el entramado del Cementerio con una dominación absoluta de toda la vega de Granada en su vertiente sur así como del llano de la Perdiz y de la Sierra.

Vistas del llano de la Perdiz, desde el Palacio de Alixares. 


El Palacio de Alixares es o mejor dicho era una Almunia Real, un maravilloso palacio de los Reyes Nazaríes mandado construir por Muhammad V, entre 1375 y 1394.
Probablemente estuviera comunicada con la alhambra con un camino pavimentado y cercado de setos de arrayán.

Entorno del Palacio de los Alixares en el Cementerio de San José. 


Estaba formado por cuatro torres que cerraban un espacio cuadrangular rodeado de pórticos abovedados con esbeltas columnas y vidrios que reflectaban el sol.

Hasta nuestros días tan sólo han llegado los restos de la alberca, estupendamente restaurados en este entorno, el agua llegaría aquí desde el albercón del Negro en la subida al Llano de la Perdiz, y formaba parte de todo el entramado de conducciones de agua, que hay en el Cerro del Sol, y que merecen otra explicación a parte.

Alberca del Palacio de los Alixares, restos que han llegado a nuestros días. 

Aunque para nos despistar a nadie el agua que llegaba concretamente a este palacio no venia de la Acequia Real sino de la Acequia arquillos.

Habría una alberquilla, de la que manaría el agua hacia la alberca grande, la función era que se dejara en el fondo todo el lodo y fango que se venía arrastrando, aunque la finalidad del agua era la de su uso para el regadío de todas las huertas y frutales de las que se sustentaba la almunia.

Olivos como los que había en la época del Palacio.

Granado en el entorno del Palacio, al igual que en su época de esplendor
en la que toda la zona estaba llena de frutales y ricas huertas. 

Si bien hoy vemos la zona como un erial lleno de Pinos y Olivos, en la época de ocupación musulmana debemos de imaginar que era todo una zona de regadíos ayudados de la gran cantidad de agua, que a través de las diferentes acequias y sistemas hidráulicos subía desde el Darro hasta esta zona.



El poeta ibn asim lo reflejó en sus poemas.

Le afectó aquella gran sacudida y enorme terremoto, dejando allí importantes restos; los graves sucesos retrasaron su reparación que hubiera evitado la demolición de sus columnas tan hermosas, el saqueo de su revestimiento de azulejos de hermosa factura, la apropiación indebida de las piezas de mármol de alto valor, la agresión contra los árboles de su almunia de elegantes variedades y raras especies. Grande fue la pena y la tristeza (que causó) esta enorme pérdida.”

ibn asim

Y no menos famoso es el romancero viejo español de autor desconocido:

¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había¡
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
-Yo te lo diré, Señor, aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro y de una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho mi madre me lo decía
que mentira no dijese, que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
-Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Que castillos son aquellos? ¡Altos son y relucían!
-El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita,
los otros los Alixares, labrados a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labraba otras cien perdía.
El otro es el Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey Don Juan, bien oiréis lo que decía:
-Si tu quisieses, Granada, contigo me casaría;
darete en arras y dote a Córdoba y Sevilla.
-Casada soy, rey Don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.

Detalle del Romance. 


En la sala de las Batallas del Escorial en la obra la batalla de la higueruela aparece reflejado este palacio.

Detalle del Tapiz de la Batalla de la Higueruela en el Monasterio del Escorial,
donde se aprecia claramente el Palacio de los Alixares con sus cuatro torres. 

Esta batalla fue ganada por el rey Juan II, y las tropas nazaríes huyeron despavoridas hacia la fortaleza, sin embargo cuando todo presagiaba la conquista de la ciudad un gran terremoto lo truncó todo, y las tropas castellanas viendo en él el fin del mundo o el apocalipsis o un mal presagio, desmantelaron todo y huyeron sin rematar con éxito lo que podía haber sido el adelanto de la reconquista muchos años antes.

Detalle de la Alberca. 


En efecto en el año 1431 hubo en Granada una serie de grandes seísmos uno de ellos provocó la ruina de este Palacio cuyos restos quedaron esparcidos por el lugar y que nunca más llegó a reconstruirse.
Sus ruinas casi quedaron en el olvido hasta ya llegados al siglo XIX donde en la la guerra de la independencia las tropas francesas instalaron una batería en este lugar cuyos restos se pueden apreciar.

Restos de Batería Francesa junto a la alberca. 


En el año 2006 sus restos fueron recuperados y restaurados y el lugar recuperado como sitio de interés cultural.

Panel explicativo en el recinto tras su restauración en 2006. 


Detalle del Palacio de los Alixares dentro del conjunto del Cementerio de Granada. 

DATOS DE INTERÉS:
PRECIO: Gratis.
HORARIO: El del cementerio de Granada: De 08:00 a 20:00 V y de 09:00 a 18:30 I.
VISITA PARA EL GRANADINO: Ciertamente si venimos al Cementerio a lo que aquí se viene poca ganas de ver restos de un palacio vamos a querer. Lo mejor es aprovechar un Domingo que vayamos a subir al Llano de la Perdiz o al Cerro del Sol, o Silla del Moro. Para desviarnos unos minutos y verlo. Otra opción es hacer una visita de las que organiza emucesa.
VISITA PARA EL TURISTA: No es de los lugares que como turista debamos de ver, al menos que tengamos ya Granada muy vista, y busquemos nuevos sitios, o tengamos especial interés en este lugar.
COMO LLEGAR: Al estar alejado de la ciudad, lo mejor es bien en Coche particular, se puede aparcar en el parking del Cementerio de forma gratuita (aunque hay gorrilla oficial) o en autobús cogiendo la línea C4.