Restos del Palacio de los Alixares en el Cementerio de San José. |
Lo primero que nos tiene
que llamar la atención del Palacio de los Alixares es de que se
trata de una antigua almunia cuyos restos los podemos encontrar
dentro del Cementerio de San José, en el denominado patio de San
Cristóbal en una de las zonas más altas de todo el entramado del
Cementerio con una dominación absoluta de toda la vega de Granada en
su vertiente sur así como del llano de la Perdiz y de la Sierra.
Vistas del llano de la Perdiz, desde el Palacio de Alixares. |
El Palacio de Alixares es
o mejor dicho era una Almunia Real, un maravilloso palacio de los
Reyes Nazaríes mandado construir por Muhammad V, entre 1375 y 1394.
Probablemente estuviera
comunicada con la alhambra con un camino pavimentado y cercado de
setos de arrayán.
Entorno del Palacio de los Alixares en el Cementerio de San José. |
Estaba formado por cuatro
torres que cerraban un espacio cuadrangular rodeado de pórticos
abovedados con esbeltas columnas y vidrios que reflectaban el sol.
Hasta nuestros días tan
sólo han llegado los restos de la alberca, estupendamente
restaurados en este entorno, el agua llegaría aquí desde el
albercón del Negro en la subida al Llano de la Perdiz, y formaba
parte de todo el entramado de conducciones de agua, que hay en el
Cerro del Sol, y que merecen otra explicación a parte.
Alberca del Palacio de los Alixares, restos que han llegado a nuestros días. |
Aunque para nos despistar
a nadie el agua que llegaba concretamente a este palacio no venia de la Acequia Real sino de la Acequia arquillos.
Habría una alberquilla,
de la que manaría el agua hacia la alberca grande, la función era
que se dejara en el fondo todo el lodo y fango que se venía
arrastrando, aunque la finalidad del agua era la de su uso para el
regadío de todas las huertas y frutales de las que se sustentaba la
almunia.
Olivos como los que había en la época del Palacio. |
Granado en el entorno del Palacio, al igual que en su época de esplendor en la que toda la zona estaba llena de frutales y ricas huertas. |
Si bien hoy vemos la zona
como un erial lleno de Pinos y Olivos, en la época de ocupación
musulmana debemos de imaginar que era todo una zona de regadíos
ayudados de la gran cantidad de agua, que a través de las diferentes
acequias y sistemas hidráulicos subía desde el Darro hasta esta
zona.
El poeta ibn asim lo
reflejó en sus poemas.
“Le
afectó aquella gran sacudida y enorme terremoto, dejando allí
importantes restos; los graves sucesos retrasaron su reparación que
hubiera evitado la demolición de sus columnas tan hermosas, el
saqueo de su revestimiento de azulejos de hermosa factura, la
apropiación indebida de las piezas de mármol de alto valor, la
agresión contra los árboles de su almunia de elegantes variedades y
raras especies. Grande fue la pena y la tristeza (que causó) esta
enorme pérdida.”
ibn
asim
Y no
menos famoso es el romancero viejo español de autor desconocido:
“¡Abenámar,
Abenámar, moro de la morería,
el
día que tú naciste grandes señales había¡
Estaba
la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro
que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí
respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
-Yo
te lo diré, Señor, aunque me cueste la vida,
porque
soy hijo de un moro y de una cristiana cautiva;
siendo
yo niño y muchacho mi madre me lo decía
que
mentira no dijese, que era grande villanía:
por
tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
-Yo
te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Que
castillos son aquellos? ¡Altos son y relucían!
-El
Alhambra era, señor, y la otra la mezquita,
los
otros los Alixares, labrados
a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labraba otras cien perdía.
El otro es el Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey Don Juan, bien oiréis lo que decía:
-Si tu quisieses, Granada, contigo me casaría;
darete en arras y dote a Córdoba y Sevilla.
-Casada soy, rey Don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.
Detalle del Romance. |
En
la sala de las Batallas del Escorial en la obra la batalla de la
higueruela aparece reflejado este palacio.
Detalle del Tapiz de la Batalla de la Higueruela en el Monasterio del Escorial, donde se aprecia claramente el Palacio de los Alixares con sus cuatro torres. |
Esta batalla fue ganada
por el rey Juan II, y las tropas nazaríes huyeron despavoridas hacia
la fortaleza, sin embargo cuando todo presagiaba la conquista de la
ciudad un gran terremoto lo truncó todo, y las tropas castellanas
viendo en él el fin del mundo o el apocalipsis o un mal presagio,
desmantelaron todo y huyeron sin rematar con éxito lo que podía
haber sido el adelanto de la reconquista muchos años antes.
Detalle de la Alberca. |
En efecto en el año
1431 hubo en Granada una serie de grandes seísmos uno de ellos
provocó la ruina de este Palacio cuyos restos quedaron esparcidos
por el lugar y que nunca más llegó a reconstruirse.
Sus ruinas casi quedaron
en el olvido hasta ya llegados al siglo XIX donde en la la guerra de
la independencia las tropas francesas instalaron una batería en este
lugar cuyos restos se pueden apreciar.
Restos de Batería Francesa junto a la alberca. |
En el año 2006 sus
restos fueron recuperados y restaurados y el lugar recuperado como
sitio de interés cultural.
Panel explicativo en el recinto tras su restauración en 2006. |
Detalle del Palacio de los Alixares dentro del conjunto del Cementerio de Granada. |
DATOS DE INTERÉS:
PRECIO: Gratis.
HORARIO: El del cementerio de Granada: De 08:00 a 20:00 V y de 09:00 a 18:30 I.
VISITA PARA EL GRANADINO: Ciertamente si venimos al Cementerio a lo que aquí se viene poca ganas de ver restos de un palacio vamos a querer. Lo mejor es aprovechar un Domingo que vayamos a subir al Llano de la Perdiz o al Cerro del Sol, o Silla del Moro. Para desviarnos unos minutos y verlo. Otra opción es hacer una visita de las que organiza emucesa.
VISITA PARA EL TURISTA: No es de los lugares que como turista debamos de ver, al menos que tengamos ya Granada muy vista, y busquemos nuevos sitios, o tengamos especial interés en este lugar.
COMO LLEGAR: Al estar alejado de la ciudad, lo mejor es bien en Coche particular, se puede aparcar en el parking del Cementerio de forma gratuita (aunque hay gorrilla oficial) o en autobús cogiendo la línea C4.