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Sal de las Salinas de La Malahá en almacén. |
Nos dirigimos a la
localidad de la Malahá situada en el Temple granadino, dónde vamos
a visitar uno de sus lugares más característicos y singulares,
hablamos de sus Salinas, que ya se explotaban en los más remotos
tiempos de la historia. Analizando los yacimientos arqueológicos
encontrados en la zona, estamos ante un hábitat con una línea
histórica de ocupación por la que han pasado prácticamente todas
las civilizaciones, desde el Paleolítico, Neolítico, cultura del
argar constatada con el hallazgo de una copa argárica, Íberos,
griegos que llamaron a la localidad “Malka”, y en especial
romanos, fue en esta época en la que las salinas de La Malahá
vivieron una época de esplendor, su sal se usaba en las industrias
de salazones de Salobreña o Almuñécar, y se elaboraba el famoso
“gárum” que se comercializaba por todo el imperio romano.
Posteriormente árabes y cristianos siguieron explotando estos
recursos hasta la modernidad y a fecha de hoy aún se sigue sacando
sal, que principalmente se aprovecha para uso industrial, o para las
máquinas quitanieves que en invierno necesitan sal para derretir la
nieve caída en las carreteras.
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Vista de las Salinas. |
Las Salinas de La Malahá,
son unas de las más antiguas de Andalucía, con 97 albercas y 7
calentadores. El almacén del siglo XII, tenía cubierta de tejas, y
contaba con un almacenaje de 22,000 fanegas de sal. Las Albercas se
conocían con los nombres de Salinas Altas, Salinas Bajas y
Salinillas, estaban divididas por tablones de madera y el suelo
estaba empedrado, de algunas de ellas, se extraía una sal de mayor
calidad.
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Detalle |
Son varios los elementos
históricos que aún se conservan en el recinto de las Salinas, y en
los que destacamos su puente y su torreón.
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Torreón. |
El torreón está
realizado en piedra caliza y es de época medieval, los sillares que
se encuentran en la parte más inferior del torreón, pertenecen o
tienen corte de época romana, pero bien pudieran haber sido usados
como material de acarreo. El torreón en realidad es una noria de
sangre, es decir una pequeña noria, en la que un animal va dando
vueltas en la zona superior de la torre, encima de una especie de
tablado de madera, poco a poco va elevando el agua salada que nace de
los nacimientos que hay en la zona y en especial de la alberca que
hay al otro lado, la eleva y la vuelve a distribuir a través de las
balsas de desecación en las que una vez evaporada el agua se forman
las montañas de sal. La noria tenía una especie de tambor que era
el mecanismo giratorio, y una cuerda en la que se unían los
recipientes de barro y que elevaban el agua.
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Vista del Torreón. |
No es la única noria que
había en el recinto y en recientes excavaciones se han ido hallando
restos de otras norias, pero ninguna de la envergadura e importancia
de la ubicada en el torreón.
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Detalle de Sal. |
El puente de igual época,
unía la alberca o nacimiento de agua o Charcón con el torreón y
zona de Salinas, si bien hoy lo vemos con una fuerte capa de
hormigón, lo cierto es que está colocada a modo de protección del
puente y para evitar su colapso.
Durante la época nazarí
Las Salinas de la Malahá desempeñaron un importante papel en la
vida económica del reino. Previamente y tal como hemos comentado el
comercio del garum en época romana fue de vital importancia, el garum
era un condimento de origen hispano, se realizaba introduciendo en
una vasija, plantas aromáticas, trozos o vísceras de pescado y sal,
así sucesivamente, se dejaba secar durante 7 días y luego se
removía por otros 20 días.
Las Salinas de la Malahá
producían dos tipos de sal, la blanca de mayor calidad y finura, y
la prieta, de color algo más parduzco, más granulada y de peor
calidad.
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Ubicación de otra Noria de Sangre. Pendiente excavación. |
Tras la reconquista las
salinas se siguieron explotando, pasaron a manos de miembros de la
realeza nazarí por acuerdo de las capitulaciones, pero al ir
abandonado Granada en su exilio a Berbería, pasaron a los Reyes
Católicos que la cedieron al Monasterio de la Concepción de San
Jerónimo, de aquí pasaron a varios alguaciles mudéjares, y así
sucesivamente se van cediendo, vendiendo y pasando de manos en manos,
aunque la corona de España siempre mantenía su titularidad. El uno
de Enero de 1870 se acordó la libre fabricación de sal y con ello
el fin del monopolio que hasta entonces había tenido el Estado. Ya
Madoz en su célebre diccionario las menciona en manos privadas.
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Restos de Necrópolis. |
La Sal tuvo una gran
importancia durante muchos siglos, pues también era usada como
moneda de cambio, al tener un elevado valor de mercado.
Cabe como curiosidad
decir que en la Provincia de Granada tan sólo hay tres Salinas, las
de Fuente Camacho, las de Montejícar y estas de La Malahá. Es
mencionable igualmente la gran cantidad de cañadas que atraviesan el
Temple y La Malahá, pues al paso del ganado estos tomaban sales
necesarias en su dieta, de hecho no es extraño ver a las cabras
montesas chupando la sal de las carreteras tras el deshielo.
Hoy en día ahí siguen
las Salinas, cuando están en plena explotación, y se ven las altas
montañas de sal, se produce un espectáculo impresionante digno de
ser fotografiado. En principio no son visitables, pero muy a menudo
se organizan excursiones o visitas culturales organizados por el
Exmo. Ayuntamiento de La Malahá u otras instituciones. Un lugar que
merece la pena visitar, y un lugar que aún nos depara muchas
sorpresas en cuanto se vayan librando cantidades económicas para
poder acometer las excavaciones necesarias para sacar a relucir su
valioso legado arqueológico.
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Puente Medieval. |
Desde estas pequeñas
líneas mi más sincero agradecimiento a Conchi López, por la
excelente visita que nos hizo, y a Francisco Moreno concejal del
Exmo. Ayuntamiento de La Malahá por su compañía y enseñanzas
sobre fauna y flora de La Malahá.
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Río Salado. |