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viernes, 20 de octubre de 2017

Monasterio de Santa Isabel la Real.

Capilla Mayor del Monasterio. 


Verdaderamente poder visitar un Monasterio de Clausura es todo un privilegio y en Granada esto es posible, no sólo en este Monasterio de Santa Isabel la Real, sino en muchos otros que poco a poco van abriendo sus puertas y parte de su clausura el público en general. Hasta ahora nos habíamos limitado a llamar a un timbre o una campanilla junto a un torno, para comprar algunos de esos maravillosos y caseros dulces hechos y realizados con todo el amor del mundo y que saben a gloria, ahora vamos a dar un pequeño pasito más y vamos a entrar al otro lado de ese torno para descubrir un patrimonio artístico y cultural sin precedentes.


El Monasterio de Santa Isabel la Real, se crea por expreso deseo de la Reina Isabel la Católica en el año 1501 en el cual firma su cédula de creación para veinte hermanas clarisas. Ya en el año 1504 se firman otras dos cédulas por las cuales entre otros se concede al Monasterio una renta de 300000 maravedís y 500 fanegas de Trigo traídas de las villas del pan.



Sin embargo no es hasta el año 1507 cuando efectivamente se funda en la zona en la que se ubica el Monasterio junto al antiguo palacio de Dar-Al-Horra, curiosamente anteriormente la reina tuvo que permutar unas tierras a orillas del río Darro, con estos terrenos con su Secretario Hernando de Zafra.

No sólo la reina dotó al convento de rentas, también a lo largo de la historia del convento hubo otros benefactores como Dña. Teresa de Torres, María de Mendoza o D. Pedro de la Calle.

Uno de los puntos curiosos de este Monasterio es el del suministro de agua, que aprovechando los derechos otorgados por los Reyes Católicos y las antiguas canalizaciones de la acequia de Aynadamar, cogía agua de esta acequia con los mismos turnos que tuvieron en su época sus los antiguos moradores de los palacios de la dinastía nazarí.

Arco que suministra el agua. 


Dicha esta pequeña y breve introducción, no nos queda otra que empezar nuestra visita, en primer lugar y desde la calle se accede por un arco barroco en el que podemos observar una hornacina con una Santa, Santa Isabel de Hungría, que es la patrona de la tercera orden de San Francisco y dos escudos el de Felipe II y el de la orden de San Francisco.

Entrada al Monasterio. 

Lo traspasamos y accedemos al compás del Monasterio con forma de L, en el lado pequeño que pega justo a la puerta de la Iglesia, encontramos uno de los empedrados más antiguos que podemos encontrar a fecha de hoy en Granada y que es del siglo XVIII, en el lado mayor de esta L, se encuentra la Hospedería y el torno por el cual podemos comprar esas delicias caseras a las Hermanas Clarisas.

Empedrado del siglo XVIII. 

Acceso al Locutorio y Torno. 


Exteriormente y en el compás podemos ver la portada de la Iglesia es gótica del siglo XVI, de Enrique Egas, y en ella destaca el escudo de los Reyes católicos y sus emblemas el yugo y las flechas. Además y adosado a este lateral se encuentra la Torre del Monasterio de estilo mudéjar.

Torre de estilo Mudéjar. 

Portada Gótica de la Iglesia. 


Entramos por la puerta de la Iglesia y accedemos a la Nave de Fieles, decir que la primera vez que entré en este espacio me quedé con la boca abierta, ante la maravilla que estaban contemplando mis ojos, pero aún a fecha de hoy me sigo quedando estupefacto. La Iglesia tiene una de las armaduras más bonitas que hay en Granada y en especial la armadura que cubre la Capilla Mayor.

Armadura de la Iglesia. 


Para empezar con cierto orden la visita a la Iglesia, nos dirigimos en primer lugar a su Capilla Mayor, para ello lo primero es salvar los 15 escalones que la elevan hacia arriba. El techo como he comentado es una obra de arte, está realizado en madera con formas lobuladas y estrellas curvas con pijantes.

Armadura de la Capilla Mayor. 


En la Capilla Mayor podemos observar su retablo que se terminaría en el año 1618, poco antes de que falleciera su benefactora Sor María de Mendoza. Iconograficamente hablando, destacan dos figuras las de San Francisco y Santa Clara fundadores de la Primera y Segunda Orden.


Aquí podemos observar el retablo entero. 


Hay también dos retablos con escenas de la Natividad de Cristo, la Adoración de los Pastores y la Circuncisión, y unas tablas en las que podemos observar a San Juan Bautista y nuevamente Santa Isabel de Hungría. El retablo se complementa con un Calvario, una Virgen de Guadalupe y un Manifestador.

Adoración de los Reyes. 

Circunscisión. 


Por último en esta Capilla Mayor destacan las pinturas laterales que utilizando una técnica llamada trampantojo, nos hace ver una realidad que no existen como ventanas inexistentes.

Descendemos nuevamente los escalones y nos situamos en la Nave, lo primero es volver a contemplar esa bella armadura mudéjar de par y nudillo realizado con tres paños, estrellas de dieciséis puntas, piñas de mocárabes, tirantes, e incluso pequeñas pinturas con los escudos de la orden Franciscana.

Parte de Armadura y Arco Toral. 


Junto a la Capilla Mayor hay un púlpito en Madera, y junto a las escaleras un pequeño retablo con un relieve en alabastro que representa el momento en el que un soldado romano pone a Jesús la corona de espinas.

Púlpito


Cuatro son los retablos o capillas que tenemos en la Iglesia, en primer lugar el Retablo de San José, donde tenemos una imagen de San José con el niño, junto a esta imagen dos pequeñas tallas de San Antonio de Padua y San Antonio Abad y junto al retablo dos grandes tallas que representan a San Pascual Bailón y San Pedro de Alcántara, que proceden del antiguo convento de San Antonio Abad, que estaba donde hasta hace poco días había un parking junto a la muralla de la Alberzana en el alto Albaicín.

Retablo de San José. 


El otro de los retablos es el de la Inmaculada en cuyo centro tenemos una Virgen de la Inmaculada atribuida a la escuela de Alonso Cano flanqueado por dos pequeñas tallas de Niños Jesús.

San Pascual Bailón. 


Junto a este retablo encontramos dos obras maestras que tiene esta Iglesia, son dos bustos de José de Mora que representan a una Dolorosa y un Ecce Homo.

Busto de José de Mora. 

Busto de José de Mora. 


A continuación tenemos la Capilla de D. Pedro de la Calle, como comentamos al principio un benefactor del Monasterio y que se costeó esta capilla para él y sus descendientes, en ella hay una inscripción que dice “Esta capilla y enterramiento es de D. Pedro de la Calle caballero veinticuatro de esta ciudad y de sus herederos. Año de 1638”. En ella destaca un gran lienzo con un calvario.

Capilla de D. Pedro de la Calle, cuerpo superior con placa. 

Capilla de D. Pedro de la Calle. 


Por último encontramos el retablo de Ecce Homo.

Retablo de Ecce Homo. 


Una figura excepcional que vamos a ver en la Nave es un San Francisco de Pedro de Mena, que representa a San Francisco de Asís ante la impresión de las cinco llagas, es decir pide a Cristo sentir el dolor de la Cruz. Con un cristo en forma de Serafín que le imprime ese dolor.

San Francisco. 

Cristo Serafín. 


Al fondo de la nave está el Coro Bajo y sobre él el Coro Alto y un órgano que a fecha de hoy no está en uso.

Salimos por una pequeña puerta al Claustro del Monasterio, existe otro segundo claustro pero es de uso exclusivo de las hermanas, así como los huertos donde desarrollan una pequeña labor agrícola.

Claustro. 


El claustro tiene dos galerías con cuatro crujías de siete arcos cada una. En una de las crujías estaba el granero, donde se almacenaba el trigo donado al Monasterio por orden real, en otra de las crujáis estaba el refectorio, otra daba a la nave de la Iglesia, es por la que hemos accedido y por último la cuarta crujía se comunicaba con el locutorio. El claustro se construyó en el siglo XVI, entre 1572 y 1592 y en el centro tiene una fuente.

Por otra puerta situada en el claustro se accede al Coro Bajo, creado para que las religiosas puedan participar en la liturgia y comunión. Asimismo durante años pasados sirvió como lugar de enterramiento. En el Coro Bajo podemos destacar un gran número de obras de especial interés como un calvario, una urna de Jueves Santos, el facistol, o una Virgen Prelada.

Coro Alto desde la nave de fieles. 


Continuamos la visita, subiendo unas escaleras en cuya puerta está el escudo de los Mendoza y accedemos al Coro Alto, desde aquí la visión de la Nave de la Iglesia y de la Capilla Mayor es espectacular. También encontramos un gran número de obras de especial interés como unas tallas de San Antonio de Padua, Sto. Domingo de Guzmán o San Joaquín con la Virgen Niña, también podemos ver al Cristo de las tres caídas.

Podemos acceder desde este espacio a la galería superior del claustro que en algunos tramos conserva bellas maderas en sus techumbres.

Por último en esta parte superior del Monasterio se visita el dormitorio de Regina, en donde entre otros hay una gran colección de Niños Jesús y una tela en la que aparece la Virgen amamantando al niño.

La visita termina finalmente en la parte baja del claustro, concretamente en el refectorio y cocina, lugares que han sido ambientados, con utensilios de época que usarían las hermanas hace muchos años, pues a fecha de hoy estas dependencia están sin usar, pues ante el poco número de hermanas que hay en el Monasterio usan otras dependencias más pequeñas y habilitadas a tal efecto.

Cocina. 


Decir para terminar que es una de las visitas a Monasterios más bonitas y completas que se pueden hacer dentro del respecto a la clausura que aún a fecha de hoy se mantiene en el lugar.

DATOS DE INTERÉS:

HORARIO: Los Sábados a las 11:00 de la mañana (Es conveniente asegurarse que hay visita, las gestiona la empresa Pórticos, se puede encontrar así en Facebook).
PRECIO: 6 € en calidad de donativo.
VISITA PARA GRANADINOS: Sinceramente imprescindible que un granadino conozca un Monasterio que lleva más de cinco siglos en la ciudad de Granada un rincón único y que hay que visitar sí o sí.
VISTA PARA EXTRANJEROS: Desde luego si nuestra estancia es larga, o ya hemos venido muchas veces, y queremos ampliar horizontes con nuevas visitas y lugares menos concurridos, este es el sitio perfecto.
COMO LLEGAR: El Monasterio de Santa Isabel la Real, se encuentra en la Calle Santa Isabel la Real, junto a la Plaza de San Miguel Bajo, como siempre la mejor forma de llegar es andando, bien subiendo desde Plaza Nueva o bien subiendo desde el Arco de Elvira, o dejándonos caer desde la antigua carretera de Murcia, en autobús el C2, nos deja casi en la puerta. En taxi sin problemas, pero lo que no podemos hacer bajo ningún concepto es llegar en Coche, es completamente imposible.
Como bien he dicho antes, Pórticos gestiona las visitas a este Monasterio, con lo que aconsejo contactar con ellos a través de Facebook, o del email granadaconventual@gmail.com para asegurarnos que el Sábado en el que pretendemos ir hay visita.

Vista parcial del Monasterio.