Este blog pretende dar a conocer aquellos lugares y rincones de Granada algo menos conocidos por el viajero y por los habitantes de esta bella ciudad, pero que tienen un encanto especial, no quita que no se hable de los lugares más famosos de la ciudad, así como de costumbres y personajes. Patrimonio y cultura, monumentos y parajes naturales de Granada y su provincia. Todo ello con mucho encanto.
Seguimos nuestro recorrido por el sistema defensivo Nazarí, y en esta ocasión visitamos una torre de alquería como la que hemos podido visitar en otros puntos de interés de nuestra geografía como la de Huétor Tajar , Romilla o la Torre de la Solana en Alhama de Granada.
Se trata de un torre de planta circular formada por hiladas de mampostería de tamaño mediano y que tiene una altura de 9 metros. Consta de un hueco de acceso a cierta altura sobre el nivel del suelo y al que se accedería a través de una escalera de madera o escala de cuerdas.
Cuenta con dos plantas , la planta baja estuvo usada hasta no hace muchos años como cuadra, se accedía desde el lado Norte de la Torre y estaba cubierta por una bóveda de cañón. La planta superior está cubierta por tres bóvedas.
Es posible que la torre tuviera una terraza almenada de la que no han quedado restos a fecha de hoy. Está datada en el siglo XIV
Está ubicada dentro de una propiedad privada lo que hace imposible que nos podamos acercar a ella, al menos que tengamos la suerte de coincidir con los dueños y que nos den permiso para ello, no obstante desde el exterior y a través de la valla se puede ver perfectamente.
La zona es de riqueza arqueológica debido a la existencia de un manantial o fuente aún en funcionamiento que daba un suministro continuo de agua, que a fecha de hoy nutre de agua a Huétor Tájar, de hecho se habla de un posible asentamiento desde el siglo VIII, lo cual nos cuadra con asentamientos visigodos en esta parte de la provincia de Granada. Estratégicamente servía para que la población se pudiera proteger en caso de ataque y tenía visual directa hasta con la misma Alhambra en días muy claros, aunque sus referencias más inmediatas era la Torre también de Alquería de Huétor Tajar y la Torre del frontil que a su vez comunicaba con la Alcazaba de Loja.
Llegar a esta Torre es muy fácil, cogiendo un desvío señalizado que hay a la salida de Loja en dirección a Zagra, interesamos también para aquél que quiera indagar un poco más el trabajo de García Pulido sobre dicha torre.
La torre se pudo restaurar en el año 2016 gracias al empeño del cortijo D. Miguel Maldonado y de su mujer, por eso en publicaciones anteriores a esta fecha leeremos que no se puede apenas ver por estar rodeada de edificios y construcciones, cosa que a fecha de hoy ya sí es posible verla bien, tal y como se desprende de las fotos expuestas que fueron tomadas en Marzo del 2023.
La Iglesia de San Gabriel
es una de las joyas más importantes del Renacimiento en la provincia
de Granada y de la arquitectura religiosa del siglo XVI. La obra con
mucha probabilidad se le atribuye a Diego de Siloé, el arquitecto
de la Catedral de Granada en el año 1552, aunque es muy probable que
la traza fuera de Juan de Maeda. Pedro Pontones será el maestro de
Obra. La Iglesia y tras algún que otro pleito empieza su
construcción en el año 1560.
Portada Principal.
Es una Iglesia de Nave
única con coro a los pies sobre arco rebajado y capillas laterales
que se abren con arcos de medio punto sobre pilares cubiertas por
bóvedas de medio cañón y cabecera monumental. La tercera capilla
de la derecha tiene un camarín abierto en época más moderna.
Vista del Coro
Capilla Mayor
Lo más destacable es su
Capilla Mayor con una bóveda baída en la que encontramos un
impresionante rosetón escultórico con las figuras de los apóstoles.
En su friso podemos leer la siguiente inscripción: “ EL
ILUSTRISIMO SEÑOR DON PEDRO GUERRERO ARZOBISPO DE GRANADA, MANDÓ
HACER ESTA OBRA SIENDO VICARIO Y DISTRIBUIDORES EL MUY REVERENDO Y
MUY MAGNÍFICOS SEÑORES EL LICENCIADO SUAREZ Y SIMÓN DE CORPAS,
ALONSO MORENO, FERNANDO DE ZAFRA Y FRANCISCO DE PORRAS. AÑO 1568.”
Bóveda
Estamos ante tres anillos concéntricos, en el exterior las figuras de los apóstoles, en el
central, una joven pareja, flaqueada por frutas, cigüeñas o
grullas, dos ancianos barbados, cabeza de angelitos y por último el
central con Dios Padre Eterno.
Detalle de dos apóstoles
La presencia de esta
bóveda se explica de la clara influencia jienense y más
concretamente valdelviresca de Juan de Maeda con maestros de la
vecina provincia.
El acceso a la capilla
mayor se hace sobre un gran arco triunfal que descansa en sendas
columnas dóricas estriadas y retropilastra. A la derecha se
encuentra la Sacristía y un balcón moderno introducido como coro de
beneficiados.
Escudo de Arzobispo
Entre la cornisa y la
bóveda hay tres ventanas dobles con columnitas, y remate de escudos
del Arzobispo Guerrero y Real, en los frisos también la leyenda: AVE
ESPES NOSTRA MARIA ORA PRO NOBIS y en los lados PETRI GUERRERO
PRAESULIS GRANATENSIS SIGNUM.
Armadura
La nave principal está
cubierta por una armadura mudéjar que tuvo que ser repuesta tras el
incendio sufrido por la Iglesia en el año 1936 durante la Guerra
Civil Española. Es rectangular de limas moamares con cuadrales y
cinco tirantes pareados y apeinazados con lazo de ocho sobre canes de
cartela.
Torre de la Iglesia
La Torre se localiza en
el lateral izquierdo y su cuerpo de campanas es ochavado con una
cubierta piramidal.
Portada lateral
Anunciación
La portada lateral es del
año 1566, tiene doble columnas jónicas sobre pedestales independientes. El arco incorpora en sus enjutas ángeles
engalanados que sostienen el escudo del arzobispo Guerrero. En la
hornacina central aparece un grupo escultórico de la Anunciación
con tres figuras el arcángel, la Virgen y Dios Padre. Y sobe el
mismo un frontón triangular con el escudo imperial. En el friso
aparece la leyenda “SOLIDEO HONOR ET GLORIA”.
Escudo Imperial
Escudo Arzobispo.
La otra portada es algo
más austera y con un marcado carácter Siloesco, con arco de medio
punto, medias columnas corintias y en la enjutas los toldos de San
Pedro y San Pablo, sobre ellos una pequeña hornacina vacía y
frontón recto con angelito en el tímpano. Ambas portadas no hay
duda ninguna que son obra de Juan de Maeda, aunque su ejecución
corresponde a algún escultor relacionado con Machuca y la obra del
Palacio de Carlos V.
Portada principal
San Pedro
San Pablo
En cuanto a la
iconografía y las imágenes que hay en su interior poca información
tenemos de ellas, pues como se ha comentado anteriormente la Iglesia
fue pasto de las llamas en la Guerra Civil Española, destaca la
Virgen del Carmen, un Sagrado Corazón de Jesús, un San José, Una
inmaculada, y muy vistosos son los altares de mármol rojo, que nos
recuerdan a los que podemos ver en la Iglesia de San Idelfonso de
Granada.
Cuando de pequeño se
estudiaba el hombre en la Prehistoria y en especial el arte rupestre,
siempre nos ponían el mismo ejemplo del bisonte de las Cuevas de
Altamira, quién nos iba a decir que cuando por fin, conseguimos ir
a Cantabria y a esas cuevas, iban ya a estar cerradas al público y
sólo podríamos visitar una cueva réplica. Lo que nadie nos explicó
en esas clases de EGB, es que en nuestra provincia había muchos
claros ejemplos de arte rupestre distribuidos por muchas cuevas y
abrigos situados por toda la geografía. A fecha de hoy sí es cierto
que los libros de textos al ser más regionalistas, es decir los
libros de texto de colegios de la Comunidad de la Junta de Andalucía,
ilustran sus explicaciones y se centran más en todo lo relativo a
Andalucía y sus provincias, hace que sea más fácil encontrar
ejemplos y explicaciones más cercanas en el ámbito geográfico.
A través de esta entrada
y de otras más que iremos haciendo bajo el epígrafe de Pinturas
rupestres en la provincia de Granada, vamos a ir trayendo un pequeño
compendio de aquellas pinturas y abrigos que podemos ver y visitar,
si bien es cierto que tengo mapeadas y localizadas muchísimas más
de las que subiré, pero son pinturas ya muy complicadas de observar,
incluso, lo que en los años 80 eran restos de pintura, hoy no queda
absolutamente nada por la mala acción del hombre, fogatas, mojarlas
con agua para verlas mejor, o en algunos casos incluso el inexorable
paso del tiempo, la erosión u otros agentes exteriores.
Las primeras de estas
pinturas de las que vamos a hablar son las situadas en los tajos de
Lillo en la localidad de Loja y que fueron descubiertas en Agosto del
2004 en el marco de unas actividades de orientación por la Sierra de
Loja. Este hallazgo se puso rápidamente en conocimiento de la Junta
de Andalucía que afortunadamente adoptó las medidas necesarias para
su protección y puesta en valor.
Ya el investigador Manuel
Pillecer había dejado pinceladas de la existencia de pinturas
rupestres en Loja, pero sin señalar una ubicación concreta.
En los Tajos de Lillo
vamos a encontrar pinturas rupestres esquemáticas como las halladas
en Moclín, Zuheros o Jabalcón entre otros. Se trata
fundamentalmente de figuras antropomórficas, consistentes en una
especie de silueta humana simplificada con los brazos abiertos. No
existen sin embargo zoomorfos y soles que sí son elementos
encontrados en otras pinturas esquemáticas asimiladas a las de los
Tajos de Lillo.
Los Tajos de Lillo se
encuentran a 4,5 kilómetros de Loja en dirección Sur respecto del
núcleo urbano, y delimitan la Sierra de Loja. Se trata de una enorme
pared vertical con unos 300 metros de longitud y 50 metros de altura.
Desde la zona del abrigo se tiene una amplia vista del entorno con
una visual directa sobre el Monte Hacho que preside la población de
Loja.
El abrigo se compone de
varios paneles con pinturas esquemáticas de diverso tipo destacan
especialmente las figuras antropomórficas, aunque también hay gran
cantidad de manchas, curvas, ondulaciones, o zig-zags entre otras, no
todas las figuras son apreciables a simple vista, y menos a la
distancia desde la cual tenemos que verlas debido a las medida de
protección, incluso en muchos casos, y una vez procesadas las fotos
que podemos realizar es cuando vemos un mayor número de pinturas y
manchas.
Los arqueólogos en los
trabajos de investigación han dividido la zona en dos abrigos
diferentes de pinturas y dentro del abrigo denominado Tajos de Lillo
1, han realizado una división en 17 paneles diferentes, cada panel
cuenta con un número concreto y específico de pinturas que han sido
fotografiadas, copiadas y estudiadas. Concretamente y en cuanto a los
trabajos publicados, podemos referenciar que se han encontrado:
25 figuras
antropomorfas.
42 figuras
meandriformes/serpentiformes
6 figuras circulares
2 zig-zags
2 trazos en V
2 Subcuadrangular
+1000 puntos
+200 barras
+50 manchas.
Las pinturas en su
mayoría han usado los dedos como medio para su ejecución, aunque
también se aprecia la utilización de algún otro instrumento en
otras. Los trazos son delgados y gruesos y el color predominante es
el rojo con mayor intensidad en algunos trazos, y más claro en
otros. Con las investigaciones realizadas y las comparativas con
otros yacimientos arqueológicos de igual calibre, estamos hablando
de un abrigo que va desde un Neolítico antiguo a un Neolítico
medio, con una antigüedad entre el VI milenio al V milenio.
Para llegar a los Tajos
de Lillo y en concreto al abrigo y contemplar sus pinturas, la mejor
manera es atravesando el polígono industrial y la factoría de
aguas, pero el problema estriba es que la última parte está dentro
de una finca privada y vallada. Ciertamente tuve la suerte de que ese
día estaban los dueños trabajando en la finca, y la cancela de
entrada estaba abierta, además me indicaron, el punto exacto de una
valla en la que estaba la puerta, entiéndase por puerta ese trozo de
alambre que desatas de otro trozo más grande de alambre y parte de
la alambrada se deja caer y puede entrar uno por el hueco. Esto es si
vamos desde Loja y en coche hasta la finca privada. Me consta que
otra opción es entrar por el Salar , acercar el coche a través de
carriles y hacer una pequeña ruta de senderismo que transcurre
paralela a los Tajos, en la que en un momento dado igualmente hay que
abrir la valla exterior que protege el abrigo de los Tajos para
acceder a ellos.
Bibliografía: Martínez García, Julian. Pintura esquemática rupestre en los Tajos de Lillo.
A las afueras de la localidad de Loja camino de Plines y junto a la antigua carretera de Málaga, encontramos esta monumental fuente cuyas aguas gozaron de gran fama como sanadoras y curativas de males, de ahí su nombre de Santa.
Fruto de esa popularidad en el siglo XVI, se construyó una fuente de estilo manierista, y por la gran afluencia de personas que concurrían a ella, se dotó a la fuente de médico y alguacil, las aguas llegaron incluso a envasarse en cántaras lacradas y llevadas a la corte de Felipe IV en Madrid. Siendo las primeras aguas que contaban con sello de calidad y las primeras envasadas con denominación de origen.
El cantero Domingo Hernández, fue el autor de esta obra, en el que destaca en su frontis el escudo de Felipe II.
En el año 1788 se llegaron a construir sendos baños unos para hombres y otros para mujeres a ambos lados de la Fuente, de la que hoy en día y pese a la gran cantidad de maleza y vegetación que hay en su interior podemos encontrar restos de las piscinas con los que contaban.
En la actualidad la Fuente alejada del caso urbano y perdida entre caminos y huertas está en un lamentable estado de abandono, a ambos lados de ella, se encuentran sin techo y realizadas en mampostería las dos dependencias que sirvieran de baño.
La Fuente tiene una reja, que impide la entrada al gran estanque de agua cristalina y en la que podemos ver con claridad las surgencias y burbujas de agua que emanan desde el suelo, aunque de igual modo, las mangueras que hay para aprovisionamiento de agua para regar los campos cercanos estropean el conjunto.
Históricamente con las aguas de esta fuente se regaban gran parte de los olivares que había en cotas próximas, sin embargo la disminución del caudal de agua en los últimos años, ha provocado que se tenga que acudir al uso de mangueras de riego, para el abastecimiento del agua necesaria para el campo. No obstante ya a finales del XIX, figuraba este nacimiento de agua como de poco caudal.
La fuente propiamente dicha, está realizada en piedra de cantería y cuenta con varias cartelas e inscripciones algunas de difícil lectura, y cuenta con motivos vegetales a modo de decoración. Como ya hemos mencionado quizás lo más significativo es el escudo de Felipe II que aún conserva. Se cree que en el hueco del centro estaría un bajorrelieve con la representación del Bautismo de Cristo en el río Jordán. La fuente se encuentra a fecha de hoy en la lista roja del patrimonio.