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viernes, 20 de diciembre de 2019

Ocurrió en Granada. Incendio en la Alhambra 15 de Septiembre de 1890.



Sala de la Barca tras el incendio del 15 de Septiembre de 1890.
FUENTE: Patronato de la Alhambra. 


A lo largo de la historia nuestro insigne monumento ha sufrido diferentes avatares de trágica magnitud, entre ellos cuatro incendios documentados, el primero fue en el año 1524, quizás del que menos documentación se ha encontrado, ocurrió en unas viviendas situadas donde hoy tenemos el palacio de Carlos V, quizás de ahí la falta de pruebas documentales y arqueológicas. El segundo incendio sí está mucho más documentado, se produjo en el año 1590 como consecuencia del estallido del polvorín de San Pedro, los daños ocasionados en los Palacios fueron numerosos y cuantiosos estando todos ellos documentados. En tercer lugar está el incendio al que vamos a hacer referencia en esta entrada y por último hablamos de un cuarto incendio ocurrido en el año 1958 en el Generalife y del que ya daremos cuenta.

Torre de Comares en la actualidad. 



LOS HECHOS

15 de Septiembre de 1890, la noche cae sobre Granada, sobre las 22:30 horas el picador Alfonso, se encuentra en la fábrica que el Sr. Millán posee en el Paseo de los Tristes, cuando sobre la silueta de las torres y murallas del monumento nazarí ve un resplandor acompañado de una intensa columna de humo, todo hace indicar que hay un incendio en la Alhambra. Rápidamente comunica lo que está viendo con el resto de personal de la fábrica y todos llegan a la conclusión de que en efecto la Alhambra está ardiendo. Al mismo tiempo desde la plaza de San Nicolás el guarda que hay, ha visto las llamas pues se encuentra en una posición más elevada y baja raudo y veloz a Plaza Nueva, dando la voz de “!!!!!Fuego en la Alhambra ¡¡¡¡

Alfonso llamó a la central de telefonistas, las cuales entre las numerosas llamadas efectuadas comunican la noticia a la redacción del diario el Defensor de Granada. Sin embargo todavía no suenan en la ciudad campanas de alarma. Desde el diario el Defensor de Granada se ponen en contacto con el Sr. Alvarez de Toledo (periodista del diario) que habita en la misma fortaleza, indicando que allí no ocurre nada. Sin embargo para ese momento ya había personas que habían subido hasta las puertas del monumento avisando al guardia D. Antonio Plaza, el cual en efecto se percata de lo que está ocurriendo y avisa a D. Mariano Contreras arquitecto y restaurador de la Alhambra que en ese momento se encuentra en el Palacio de Carlos V reunido con el Abogado Gamir Colón y con el jefe de la sección de fomento Sr. Casares.

Todos se dirigen a las puertas de los alcázares reales y llaman impetuosamente a la puerta, sin embargo el portero de dichas dependencias Rafael Sánchez está acostado y tarda unos quince minutos en percatarse de los golpes y en abrir la puerta. Ya en esos momentos Santa María de la Alhambra empieza a replicar sus campanas, mientras que en la ciudad de Granada, los serenos tocan sus silbatos, se avisa al Juzgado del Campillo, la noticia vuela a la velocidad del rayo y Granada entera empieza a tener conocimiento de la desgracia que está ocurriendo en esos momentos.

Desde los primeros indicios hasta que por fin se llega a la escena de la tragedia no ha pasado ni media hora, sin embargo parece un mundo y una vida.

Sala de la Barca antes del incendio.
FUENTE: todocolección.net


El Sr. Contreras fue de los primeros en llegar al foco del incendio, en esos momentos estaba ardiendo la Torre de Comares, la Sala de la Barca y la galería que separa el patio de los Arrayanes del de los Leones. Muchas fueron las personas que poco a poco llegaban a la escena del incendio, sin embargo no había medios materiales para atajarlo, pues no se contaba ni con bombas, ni herramientas, además el avance del fuego era imparable, avivado por el viento, y el crujir y caída de materiales, techos y muros era incesante. Todo indicaba que la Alhambra podía ser pasto de las llamas esa misma noche.

Al fin llegó el bombín que había en la Alhambra, y se dirigió la manguera al ángulo que forman la casa del conserje y la Torre de Comares, mientras que el cura de Santa María, el abogado Gamir Colón y el alcalde de la ciudad Sr. Durán Lerchundi manejaban la bomba. El gobernador civil de la ciudad Sr. Alcazar ya había dado las pertinentes instrucciones para que todos los medios disponibles subieran a los palacios.

A las doce de la noche llegó por fin el cuerpo de bomberos. El conservador de la Alhambra Sr. Cendoya, el Sr Mariano Contreras y el Sr. Afán de Ribera (Jefe de bomberos), dieron ordenes para hacer unos cortes en el monumento al objeto de aislar el incendio, y salvar la Torre de Comares, el Patio de los Leones y Salón de Embajadores. Esos cortes se dieron en especial en la galería de levante en sus maderas para de esa manera cortar la propagación del fuego y que llegara a otras zonas en especial al Patio de los Leones. También en el Poniente en el extremo de la galería con el muro que proviene del Salón de Embajadores se hizo otro pequeño corte en las maderas para igualmente anular la propagación del fuego a esa zona.

Modesto Cendoya Restaurador de la alhambra.
Fuente: Patronato de la Alhambra. 


A las una y media de la madrugada llegaron a Palacio cien soldados de infantería, mientras en la casa del Sr. Contreras se dispuso el cuartel de sanidad y el Juzgado de instrucción se constituyó en Torres Bermejas.

La acción de cortar maderas dio su fruto y hacia las dos y media de la madrugada el fuego estaba controlado y a las cuatro de la madrugada se dio por extinguido por completo, gracias al esfuerzo del cuerpo de Zapadores y numerosos particulares.

La gran damnificada de esa noche fue la Sala de la Barca que quedó destruida por completo. En el vestíbulo de acceso a la Sala de la Barca quedó destruido de igual forma el techo que era plano y de madera, aunque las columnas con los más bellos capiteles de la Alhambra se salvaron del incendio. También quedó muy dañada el ala de levante del Patio de los arrayanes aunque de poco valor artístico. Hubo que cortar arrayanes de los del patio de la Alberca.

Vestíbulo que antecede a la Sala de la Barca.
FUENTE: Postal de Todocolección.net 


La Sala de la Barca cayó y se derrumbó por completo, siendo uno de los focos atacados por el cuerpo de bomberos. Otro de los momentos delicados fue cuando una de las pequeñas torrecillas que flanquean la Torre de Comares también colapsó y cayó siendo uno de los hechos que causó heridos en la noche del incendio.

Fachada de Comares tras el incendio.
FUENTE: Patronato de la Alhambra



Esa noche hubo muchos heridos como el Bombero D. José Girela con fractura en clavícula derecha , Francisco Montes bombero con fractura en pierna o Miguel Morena peón con corte de navaja al cortar los bojes del patio de los arrayanes así hasta un total de catorce heridos, los tres más graves fueron ingresados en el Hospital de San Juan de Dios. Para apagar el fuego hubo de formarse un cordón de personas en los que había ilustres como el Sr. Pérez de Herrasti y señora que no dudaron en sumarse a dicha labor junto a peones, albañiles, o ciudadanos anónimos. La prensa y autoridades elogiaron la labor de todos en los días siguientes.

Techo del Vestíbulo que colapsó en 1890. Vemos una restauración. La
gorronera tampoco es original aunque se salvaron del fuego y se conservan en el museo. 




Una de las incógnitas es saber las causas del incendio, obviamente las autoridades rápidamente se pusieron a indagar y a interrogar a cuantas personas pudieran ser sospechosas, o haber estado en el lugar de los hechos. Ese día el alcázar lo visitaron muy pocas personas y todas conocidas, en cuanto a los trabajadores que hubo ese día todos estuvieron localizados y se supo en qué momento abandonaron los palacios, además el incendio se inició en la galería de levante.

Ciertamente es una incógnita que pudo ocurrir, y más cuando el fuego se originó en una armadura de una galería y no en una puerta o ventana, lo que puede indicar una intencionalidad. Además se encontraron en los primeros momentos de incertidumbre varios focos, y la galería de levante, comunica con el Patio de Leones, Baños árabes y patio de la reja, es decir hubiera podido producir una extensión del incendio por todos los Palacios nazaríes. En los días siguientes las primeras sospechas recayeron sobre dos mozos del taller de arabescos que habían estado trabajando hasta las cuatro y un mozo de limpieza, pues la llave que manejaba y que tenía que haber entregado al conserje estaba puesta en la puerta que permitía el acceso a la galería de levante. Aunque todo puede indicar también en la confusión del incendio alguien cogiera la llave para abrir esa puerta y la dejara olvidada en la cerradura. Igualmente se detuvo a un individuo que en un bar de Granada había alardeado de que la Alhambra iba a quemarse en la madrugada anterior. No obstante ninguna pista llevaba a buen puerto y todas las pesquisas fueron inútiles. Uno de esos mozos el Sr Aragón estuvo detenido varios días, y era foco de sospecha, aunque luego se demostró que su extraña actitud el día del siniestro obedecía a que tomaba moldes arabescos que luego vendía al exterior, práctica que estaba prohibida. Finalmente fue puesto en libertad, demostrándose que era persona joven de buena familia, hábil en su oficio habiendo estudiado en la Escuela de Bellas Artes bajo la dirección de Francisco Morales.

Días más tarde el Juzgado de Instrucción ordenó la detención de tres personas, D. Miguel Cortés Bonilla conserje de la Alhambra y al portero Rafael Sánchez Valdivia y si hijo Antonio Sánchez Martín, todos ellos acusados del delito de daño y abandono en el cumplimiento de su deber.

El día 18 de Septiembre por los arquitectos Montserrat, y el conservador Cendoya se hizo una tasación de los daños producidos por el incendio, alcanzado la peritación una estimación de 150,000 pesetas de la época.

Galería y Torre de Comares, lugares más afectados por el fuego. 


Siguiendo las investigaciones realizadas por el Juzgado de Instrucción y cuyo expediente iba creciendo en folios día a día, respecto al foco u origen del incendio todo indica que fue en el desván del piso alto de la galería en un lugar en el que algún empleado de la Alhambra guardaba gallinas o palomas, puede ser que alguien subiera allí y encendiera algún tipo de fósforo que posteriormente devengó en el incendio. De hecho la investigación judicial en un momento dado se centró en las gallinas que había en esas dependencias y en el dueño de las mismas. Hemos de decir curiosamente que una de las torres de la alhambra se la conoce como Torre de las Gallinas, precisamente por ser de gallinero.
Se desechó que el foco estuviera en la pequeña habitación que hay debajo, pues los útiles de limpieza que allí se guardan aparecieron intactos y no devorados por el fuego.

Interior de la Galería. Se aprecia la armadura completamente nueva.
Tan sólo el muro de la izquierda guarda parte de elementos originales. 

En esta zona del fondo pudo ser el lugar de origen del FOCO del incendio y donde se
guardaban gallinas y palomas. 

En la derecha vemos la unión de la galería con la Torre de Comares, en la zona
superior se originó el fuego, y en la inferior había una habitación para materiales. 


A raíz de este incendio cambiaron muchas normas en el funcionamiento de la alhambra en especial en lo relativo a control de visitas, de empleados y de llaves del recinto.

Sala de la Barca en Noviembre del 2019


La restauración de las zonas afectadas no se hizo esperar mucho, a los pocos días y desde el mismo Gobierno central, se empezaron a disponer partidas presupuestarias para la rehabilitación. Pero como siempre las cosas de Palacio van despacio y casi que no se puede hablar de una restauración completa hasta el año 1965.

Sala de la Barca años después del incendio. 


Con el tiempo como suele ocurrir la noticia poco a poco fue cayendo en el olvido, Francisco Paula de Valladar que poco tiempo antes había publicado su guía de Granada, publicó una pequeña ampliación de la misma donde recogía el desafortunado hecho. La restauración de la Sala de la Barca, y el resto de dependencias en efecto se realizó, pero se tardaron más de 70 años. El visitante que pasea hoy en día por esas dependencias para nada imagina que lo que está viendo, no sólo no es original musulmán, sino que ni siquiera responde a las múltiples obras y reformas realizadas en tiempos de los Reyes Católicos sino que es todo completamente nuevo y de los siglos XIX y XX. 

Portada de la Publicación de Francisco de Paula Valladar. 


En esta galería también se practicaron cortes en las maderas para impedir que el fuego
se propagara a las dependencias del Salón de Embajadores. 


BIBLIOGRAFÍA USADA:

El incendio de la Alhambra. Francisco de Paula Valladar. Edición fascímil 2001
Defensor de Granada. Diario de Granada.