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lunes, 1 de abril de 2019

Leyendas de Granada. La Monja emparedada.

Emparedando a una Monja. Grabado Vinzenz Katzler. 






De todas las entradas que hay en este blog, las que más éxito suelen tener son aquellas relativas a leyendas y curiosidades granadinas. En estos días me estoy leyendo un libro de Villar Yebra, qué para quien no lo sepa fue un pintor que durante muchos años, ilustró las páginas de Ideal y del desaparecido Patria. De hecho de lo más famoso de su trabajo son aquellos calendarios de bolsillo con una típica imagen granadina dibujados a plumilla.

El caso es que en este libro sale a relucir una leyenda de la que yo ya había oído y sabido, y que he considerado oportuno traer en estas líneas, además es una leyenda que viene muy bien para complementar la leyenda del arco de las monjas o ahorcados, pues ambas tienen lugar prácticamente en un mismo espacio.

Arco de las Monjas o Ahorcados. 


Para entender bien la leyenda nos debemos en primer lugar remontar a una vieja obra, casi de obligada lectura para todos aquellos amantes de Granada, de su historia, su cultura y su patrimonio. Hablo de “Anales de Granada “, de Francisco Henríquez de Jorquera. En esta obra se dice lo siguiente:

En este año, por el mes de Septiembre, hicieron justicia en esta ciudad de Granada de un hombre llamado Gaspar Dávila, torcedor de seda, vecino de dicha ciudad, por aver rompido la serca de la huerta del monasterio de monjas de Santa Isabel la Real para sacar a una monja de dicho monasterio o tener que ver con ella, por lo cual fue ahorcado en Plaza Nueva, por sentencia de los señores alcaldes de corte de esta Real Chancillería y la dicha monja, que por ser de calidad no nombro, fue mandada emparedar en dicho monasterio sin otros rigurosos castigos que le mandó dar su religión.

Palacio de Dar-Al-Horra. 



En cierto modo y así ha llegado hasta nuestros días que a principios del siglo XVII en el convento de Santa Isabel la Real, habitaba una monja que no tenía muy claro si su amor era hacia Dios, o hacia los hombres, o más bien hacia un hombre que conoció en las calles de la ciudad y que le robó el corazón.
Si embargo aquella no era una alma limpia, al parecer se trataba de un Morisco que huyendo de la expulsión había abrazado la fe cristiana.
Al parecer el mal no fue que la monja sintiera un deseo amoroso por este hombre, sino que las carnes de ambos se juntaron en pecado mortal y consumando un amor prohibido y sacrílego.
La historia como no podía ser de otra manera, llegó a oídos del Arzobispado, que no tardó en mandar apresarla justo cuando la Monja se disponía a abandonar el convento en busca de su amor.
El castigo que sufrió la monja fue de los más severos que se recuerdan pues no solo debería olvidar a su amor morisco, sino que tendría que morir de la forma más cruel jamás imaginada, emparedada en las paredes del Convento.

Convento de Santa Isabel la Real. 


Pues bien en su libro “Granada Insólita”, Villar nos relata como siempre había tenido un sueño recurrente, un sueño en el que acababa metido en un lugar oscuro, una escalera y un descansillo con una prolongación dentro de una casa y dice:

"Y un día, hallándome en el palacio de Daralhorra, que fue parte del convento de Santa Isabel la Real, subí una escalera hacia el lado de una torrecilla que se eleva sobre el testero del Norte y me pareció encontrar allí el escenario de mi sueño; tan idéntico era el sitio, excepto que no había aquel soñado rincón oscuro, sino una pared. La toqué y sonó a hueco. Aquello me excitó. Y como estaban restaurando algo, por lo que andaba por allí José Torres, el maestro de obras de la Alhambra, lo llamé, le hice comprobar el sonido a hueco del muro, y le pedí que me picara en él con una herramienta. No quería y tuve que rogarle mucho para que lo hiciera; temía llevarse una bronca del arquitecto Francisco Prieto Moreno. Pero al final lo hizo y se vio que sólo era un tabique que cerraba un reducido cubículo. Y dentro estaban los restos de aquella desdichada monja que había condenado a morir emparedada en el siglo XVII. Sólo un montón de huesos desperdigados por el suelo…"

Palacio de Dar-Al-Horra. 


Así termina otra leyenda de nuestra bella Granada, en este blog hay otra entrada llamada “Leyendas de Granada”. Arco de las Monjas. En cierto modo ambas se complementan, pero debemos de tener en cuenta que estamos hablando de uno de los conventos más antiguos de Granada fundado por la Reina Isabel la Católica, el único que ha sobrevivido a los franceses, a la desamortización de Mendizabal y a la Guerra Civil, y como es lógico un lugar con tanta historia arrastra también este tipo de leyendas.

Palacio de Dar-Al-Horra en foto de época. 



sábado, 4 de abril de 2015

Palacio de Dar-Al-Horra.

Palacio de Dar-Al-Horra. 



Granada está de enhorabuena, pues hemos recuperado un nuevo lugar de un gran interés turístico el Palacio de Dar-Al-Horra, que ya está abierto a visitantes. He aquí un poco de su historia y de la fisionomía del edificio.

Nuevo acceso de entrada. Foto: Manuel Mendoza. 


El Palacio de Dar-Al-Horra, es un palacio nazarí construido en el siglo XV, en el barrio del Albayzín, sobre las ruinas de un anterior palacio del siglo XI, donde habitó, el célebre rey zirí Badis y que se conocía como el Palacio del Gallo del Viento, por una curiosa veleta de un gallo con cabeza de caballo, montado por un caballero armado de lanza y adarga. Se dice que cuando el viento cambia, también cambia la dirección del caballero señalando al enemigo cristiano, esto es según las crónicas de Ibn Al-Jatib, pero mucho de leyenda también hay en esta historia, pues hasta Washington Irving la menciona en uno de sus cuentos.

El Palacio a principios del siglo XX. Foto: Dídimo Ferrer a través de Facebook. 



De este antiguo palacio, tan sólo podemos encontrar unas cimentaciones de dura argamasa en el callejón exterior, junto al Arco de las Monjas. Fue también en este antiguo palacio donde murió asesinado el célebre visir Ibn Nagrela.

Probablemente su construcción tal y como la conocemos se la debamos atribuir a Yusuf III el conciliador (1407-1417)


Palacio de Dar-Ál-Horra desde el callejón de las Monjas. 

Muro de Argamasa, cimentación del Palacio y restos del antiguo
alcazar de los reyes ziríes, residencia del Rey Badis. 


Se sitúa junto a los restos de la antigua muralla Cadima, y en el entorno de las primeras edificaciones que se produjeron con la llegada de los ziríes a la colina del Albayzín, en el 1013, y que en cierto modo constituyó la creación de la ciudad de “Garnata”, Granada. Sin bien, podemos hablar de restos anteriores íberos y Romanos en la zona.

Alberca. 


El nombre de Dar-Al-Horra significa “Casa de la Señora”, en este palacio habitó Aixa, mujer de Muley Hacen, y madre de Boabdil. El Rey que diera nombre al pico más alto de la península tomó como favorita a Isabel de Solís esclava cristiana que cautivó al rey musulmán y con la que se casó posteriormente, convirtiéndose ésta al islam y adoptando el nombre de Zorayda, que significa “Estrella de la mañana”. Aixa fue repudiada y se refugió en un lugar lejano a los palacios de la Alhambra, justo en la colina de enfrente, en la vieja Cadima.

Patio y alberca. 


Tras la conquista por los Reyes Católicos fué entregada a Hernando de Zafra, pasando posteriormente a posesión del Convento de Santa Isabel la Real, ya entrados en el siglo XX, pasó al Estado, gracias a la intervención de Torres Balbás que quiso preservar los monumentos nazaríes y que realizó una reforma del lugar. En el año 2012 pasó a manos del Patronato de la Alhambra que se ha encargado de restaurarlo y de ponerlo nuevamente al servicio del público en general como un lugar de interés turístico, además de implantar una nueva modalidad de visita turística en la ciudad la Dobla de Oro, que combina la Alhambra con el Patrimonio en el albaicín, facilitando la visita de lugares como la Casa Morisca de Horno de Oro, Casa de Zafra, Bañuelo, Palacio de Dar-Al-Horra y como he comentado la misma Alhambra.

Convento de Santa Isabel, junto al Palacio de Dar-Al-Horra. 

El Palacio sigue la tipología nazarí con crujías alrededor de un patio central con alberca. La orientación de la Casa es Norte-Sur.
El acceso se hace a través de la fachada Oeste y de un jardín, que sería incorporado en la reforma de Torre Balbás, pues se sabe que la entrada original estaría en el lado Norte y en forma de recodo, como era habitual.

Pórtico Norte. Galería Alta. 


En el interior, alrededor del patio hay cuatro alas, la Norte y la Sur, aunque de menor tamaño, son las más destacables por su altura y decoración, las laterales Oeste y Este, seguramente estarían orientadas a dependencias menores.

San Cristobal desde el Pórtico Norte. Foto: Jose María Romero Pérez


El patio es rectangular de unos diez metros de largo por ocho de ancho, con una pequeña alberca en el centro y fuente. En torno al patio hay un alero, y bajo él un friso de madera con inscripciones coránicas. Bajo el patio habría un gran aljibe o deposito de agua, que se llenaría a través de la conducciones de agua, que llegarían a través de la acequia de Aynadamar desde el paraje de Fuentegrande en Alfacar.

Friso bajo alero con inscripciones coránicas. Foto: Marisa Arco. 

La crujía sur, se compone de una única sala a la que se accede a través de una triple arcada con columnas de mármol. Dicha sala se subdivide en dos zona, lo cual se aprecia por el techo. Este lugar era usado por las Franciscanas como Capilla, la zona principal tiene una armadura a cuatro aguas, y la zona usada como altar, tiene una armadura ochavada.


Detalle de Arco Pórtico Sur. 



Armadura a Cuatro Aguas. 



Armadura Ochavada: Foto Jose María Romero Perez



Detalle de Armadura Ochavada. Foto: Manuel Mendoza. 

La crujía Norte tiene dos plantas, La planta baja tiene una sala principal con alhanías a los lados, en la del lado Este encontramos un alfiz con inscripciones. El techo es plano, y en este alfarje apoyado sobre columnas de mármol blanco, encontramos epigrafías y atauriques originales. También encontramos un mirador que tiene su homólogo en la planta superior, con una ventana geminada al frente y dos a los lados, todas coronadas por otras más pequeñas. Salvo la armadura del mirador, el resto está restaurado y es del siglo XX.

Detalle de Columna de Mármol Blanco con Capitel. 

Detalle de Columna con Capitel. 
Detalle de Alfarje. 


Ventana Lateral

Ventana Geminada. 


Siguiendo la escalera que hay en la zona nordeste llegamos a la planta superior donde destaca una galería con ricos atauriques. En la puerta de acceso a la Sala destacan también sus gorroneras de madera pintada, las tacas con pequeños arcos gallonados, y sus alfices unos con cintas entrelazadas y otro con decoración epigráfica. En esta Sala las ventanas del lado Este son las únicas antiguas.

Galería del piso superior.

Detalle de inscripción. 

Atauriques originales. 

Taca con arco gallonado. 

Detalle de decoración. 

Gorronera Pintada. 


Siguiendo las escaleras en ascensión llegamos al torreón superior, que aunque completamente restaurado, nos ofrece una visión excepcional, de la Alhambra, Sierra Nevada, San Cristóbal o Sierra Elvira.

San Cristóbal desde el Torreón. 

La Alhambra y Sierra Nevada desde el Torreón. 

Sierra Elvira desde el Torreón. 

Muralla Zirí, y Aljibe del Rey desde el Torreón. 



Por último destacar el patio, sin bien, hemos de entender que esto debía de ser un gran conjunto con huertas, llenas de frutales, hortalizas de temporada, limoneros, naranjos, e incluso hasta parras que dieran vino. Sin embargo el espacio que nos ha llegado hasta nuestros días es reducido, aunque hemos de destacar el resto de acequia original, que vemos en la parte Este del Patio y que enlazaría con el arco de las Monjas y toda la red de aljibes del Albayzín, y del ramal correspondiente del cual llegaría el agua desde la acequia de Aynadamar. 

Patio del Palacio. 

Restos de Acequia. 



De momento el Palacio abre de 10:00 de la mañana a 20:00 de la tarde en unas jornadas de puertas abiertas. Más adelante, habrá que estar atento a las informaciones que haya sobre su horario. Parece ser que se podrá visitar de forma individual, o también a través de la entrada Dobla de Oro, que incluye la visita a la Alhambra. 
El tema de precio oscila y hay varias opciones, a fecha de Diciembre del 2022 cuesta 5 euros la entrada conjunta a varios monumentos de la dobla de oro. Los Domingos es gratis, y existe también otro tipo de entrada combinada con la entrada a la Alhambra. 

Cartel que indica la adhesión de este monumento a la Dobla de Oro. 

Cartel explicativo del Ayuntamiento de Granada. 


Situación del Palacio en el barrio del Albaizyn. 

Como siempre mi intención es dar a conocer un poco más de nuestro patrimonio a todo el mundo. Gracias a Manuel Mendoza, Jose María Romero Pérez  y Marisa Arco por algunas de sus fotos que les he cogido prestadas junto a las mías propias. Igualmente decir que para esta entrada he usado principalmente la guía de Gómez Moreno, y el libro en busca de la Granada Andalusí.
Cualquier error, comentario o apreciación será bienvenido.