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domingo, 15 de mayo de 2022

Torreón del Lunes. Cájar.

 

Restos del Torreón del Lunes

El Torreón del Lunes es el resto arqueológico más importante de la pequeña localidad granadina de Cájar, en contra de lo que nos puede indicar su nombre las hipótesis y estudios más modernos parecen indicarnos que estamos ante los restos de una estructura hidráulica directamente ligada a la acequia de Jacín o Daravenaz, y no se trata de un elemento defensivo tal y como se podía pensar, de hecho en el inventario de arquitectura militar de la provincia de Granada no hay referencias a estos restos.

Torreón del Lunes. 


Probablemente estemos ante los restos de un antiguo molino andalusí que incluso tuvo la función de ejercer de partidor de aguas entre las acequias del pago en el que se encuentra. Es difícil establecer la fecha de construcción, pero los estudios realizados indican que podría pertenecer a una primera ocupación musulmana de la zona entre los siglos VIII y XI-XII, mucho anterior a la llegada de las grandes dinastías que ocuparon las tierras de Granada (Zirí y Nazarí). Sin embargo otros autores se inclinan por un elemento de época Nazarí, quizás vinculado al rey Muhammad II. Lo que sí queda de manifiesto es que a partir del siglo XVI, y tras la reconquista cristiana queda en estado de ruina y así ha llegado hasta nuestros días. De hecho es a partir de dicha fecha cuando aparece en los libros con el térmno de “argamasón”, lo cual nos indica que estamos ante unas ruinas.

Acequia del Jacín. 


En algunos mapas topográficos del siglo XX, hemos visto como aparece con el término de “puente romano”, un topónimo sin ningún tipo de fundamento ni de base científica, aunque ya hemos visto en otros trabajos como en algunas fuentes escritas se cometen errores que se van trasladando a lo largo de los años, hasta que nuevas investigaciones ponen orden en el caos histórico producido. De hecho se pensaba que eran unos restos romanos pero ya incluso se mencionaba la posibilidad de que estos restos pertenecieran a algún tipo de almarzara de aceite o molino de trigo. De ahí algunos términos usados como “Argamazón del Molinillo”. Bien es cierto que en Huétor Vega sí está corroborada la existencia de una villa romana llamada Vesci.

Restos del Torreón


Es una construcción muy particular y peculiar ligada a las antiguas almunias y alquerías musulmanas, pero siendo el único que se conserva con sus características en la Vega de Granada.



Los restos que se conservan del llamado Torreón del Lunes son sólidos muros de argamasa con un vano para el paso del agua. Contaría con una única piedra de moler que se accionaría al paso del agua de la Acequia del Jacín por su interior. Tal y como se desprende de las intervenciones arqueológicas realizadas, verdaderamente es una gran obra de construcción para un molino de pequeña envergadura y vinculado a una almunia de nombre y reconocimiento como la de Daravenaz. El agua una vez pasado este punto se dividía en dos ramales el del Lunes por la mañana que llegaba a la Almunia de Daravenaz y el del Lunes por la tarde que regaba las tierras situadas en el margen izquierdo del río Monachil que se encuentra a escasos metros de los restos arqueológicos.

Al fondo Huétor Vega. 


Se sitúa el Torreón del Lunes en zona de vega, concretamente cerca del cruce actual que hay entre los tres municipios de Cájar, Huétor Vega y Monachil, a unos cuantos metros del cauce del río Monachil, y sobre la Acequia del Jacín. Es de forma rectangular con una longitud de 8,6 metros y una anchura de 4,5 metros


Los muros visibles son de fábrica de tapial de hormigón de cal de gran dureza, con un encofrado de 0,70 metros de alto y 1,20 metros de espesor, estas medidas las encontramos en las murallas Ziríes de Granada o en lugares como el Castillo de Illora entre oros. El edificio de hecho ha llegado en pie hasta nuestros días precisamente por esa solidez de sus muros, tan sólo el vano para el paso de la acequia rompe dicha solidez. Se entiende que para acceder a la parte superior tuvo que haber algún tipo de escalera de madera. El cárcavo del molino hidráulico tuvo que ser de ladrillo.

Los restos en invierno sin vegetación apenas. 


Junto a los restos de los muros se encuentran los restos de una pequeña alberca, usando las mismas técnicas constructivas.



Obviamente los restos del Torreón del Lunes están de alguna manera vinculados a la antigua alquería musulmana de Cáxar, una alquería de la que apenas hay datos escritos en las fuentes musulmanas, y que en cierto modo empieza a tener historia a partir de la reconquista de Granada y de la configuración de los diferentes libros y pergaminos cristianos, los repartimientos de tierras o los libros de apeos y hábices entre otros. Según el profesor Ángel Aguilera en su estudio del torreón del lunes, obra que ha servido de base a esta entrada en el blog, en el año 1506 en la relación de hábices aparece todavía la presencia de la mezquita mayor o aljama, un horno de pan, y un molino denominado gidid que bien pudiera ser nuestro Torreón del Lunes. También aparecen en esos libros el nombre de los habitantes, siendo casi todos en su inmensa mayoría moriscos con tan sólo la presencia de unos pocos cristianos viejos.



Los restos del Torreón del Lunes han sido puestos en valor por parte del Exmo. Ayuntamiento de Cájar, con la colocación de un cartel indicativo, han sido objeto de un estudio arqueológico llevado a cabo por D. Ángel Rodríguez Aguilera y la asociación Al-Zawiya de la Zubia dedicó su monográfico número 3 al Torreón del Lunes. Se pueden visitar pues desde la rotonda de entrada al municipio de Cájar por la parte de Monachil-Huétor Vega, junto al cartel de Bienvenidos a Cájar, hay una pequeña calle asfaltada sin salida ni construcciones, de ahí parte un pequeño sendero que en pocos metros nos lleva al Torreón, o mal llamado Torreón, como hemos visto en estas pequeñas líneas, y más bien se debería denominar Molino del Lunes.


Bibliografía:

Historia de Cájar. José Molina López 1996

El Torreón del Lunes de la Alquería de Yájar. Ángel Rodríguez Aguilera. Cuadernos de historia de La Zubia. 2018

lunes, 16 de diciembre de 2019

Cueva de las Setas. Cájar.

Cueva de las Setas. Cájar. 


En el año 2014 la localidad de Cájar vio como nuevamente abría sus puertas un lugar conocidos por los más ancianos del lugar, la cueva de las setas, aunque en realidad debería llamarse la cueva de los champiñones, pues ese era el producto que aquí se cultivaba. Pero la historia de este espacio es curiosa y vamos a relatarla a continuación. 

Todo comienza con el sueño de Enrique Tabourot Aupecle, un Francés-Suizo afincado en Granada y que tuvo la ocurrencia de idear un negocio en torno al cultivo del champiñón. 

Enrique Tabourot Aupecle. FUENTE: Blog Un Carmen al pie de  la Sierra 


Enrique llegó a España y conoció a Paquita que era de Otura con la que se casó adquiriendo la nacionalidad española. En los años 40 se afincó en Granada y montaron una tienda de plumas estilográficas en Puerta Real, junto al cine Palermo. Posteriormente se fueron a la calle Navas junto a la pastelería "La Argentina". A su sobrino Miguel se le conocía en aquellos entonces como "Miguel el de las plumas", tal y como relata su sobrino nieto Alberto Enrique Roldán, que vive en la actualidad y que es la persona que ha aportado cuantos datos se conocen de este emprendedor. 

Foto de época donde vemos el solar del Palermo a la derecha. 


Enrique apodado "El francés", era hombre de gran elegancia, inteligente y muy activo para los negocios, viajaba asiduamente a las islas Canarias para la venta de tejidos y encajes, así como para el grabado de plumas y joyas. 

Galerías de la cueva de las Setas. 


Fue pionero en introducir el champiñón en la gastronomía granadina, encontró en la zona alta de Cájar, hoy conocida como Bellavista un lugar ideal para su cultivo y a pico y pala construyó una red de galerías subterráneas para dedicarlas a su cultivo. 



La cueva tenía en su interior caballones de estiércol ordenados y cubiertos de arena para mantener la humedad, había también una nevera de metal y corcho, para mantener los champiñones en buen estado durante 24 horas pues al no haber aditivos ni conservantes, pasado ese tiempo empezaban a marchitarse. Empaquetados en cartuchos de papel marrón se vendían en los mejores hoteles y restaurantes de Granada. 

Alpaca de Champiñones. 


Se desconocen las causas de su cierre, aunque todo apunta al inminente auge de los productos en conserva. 
La cueva tiene varias galerías con una distancia de más de 400 metros, cuenta con varios respiraderos, cuentan los vecinos que una vez cerrada la cueva, por esos respiradores se tiraban desde aceites usados a cascajos. Desde su cierre ha tenido varios dueños hasta que finalmente ha pasado a manos del Ayuntamiento de Cájar. 

Cartel en la entrada las Cuevas. 


Enrique Tabourot falleció a la edad de 85 años en el Hospital de San Juan de Dios. 
En la actualidad la cueva está cerrada, si bien se ha usado para diferentes usos culturales, como galería de arte, siendo espacio para la exposición de las obras realizadas por los alumnos de los diferentes talleres municipales en especial el de pintura. 

Exposición celebrada en la cueva de las setas. Temática: "El Sueño de Tabourot". 





También durante la noche de Halloween y dentro de la gymkana organizada por el Exmo. Ayuntamiento de Cájar, ha servido de espacio para dicha actividad, recordando aún todos los pequeños del pueblo a "la loca de las setas". 

El presupuesto para la reapertura de la cueva fue de 200.000 euros y fue sufragado por varias administraciones. Además de su acondicionamiento propiciando una temperatura estable entre 11 y 15 grados, ha dotado a las instalaciones de luz y agua. La idea era, porque a fecha de hoy el proyecto está parado, que sirviera para cultivar no sólo champiñones o seta, sino también quesos e incluso vinos. Igualmente se pensó en realizar una serie de cursos orientados a la formación para el cultivo de dichos productos. 

Familiares de Tabourot visitando la exposición.


DATOS DE INTERÉS:

HORARIO: Sujeto a petición al Exmo. Ayuntamiento de Cájar. 
PRECIO: No aplicable. 
VISITA PARA GRANADINOS: El lugar propiamente dicho, ni está abierto a la visita, ni cumple condiciones para la visita, pero es un lugar único en la Provincia de Granada, y de un interés singular, merece la pena visitar el lugar aprovechando que se pueda abrir para cualquier tipo de actividad de las celebradas por el Exmo. Ayuntamiento de Cájar.
COMO LLEGAR: Cájar tiene una zona alta conocida por todos como Bellavista, con dos calles principales España con dirección de tráfico desde Monachil a la Zubia y Goya con sentido inverso, entre ambas y pegando a Monachil, está la calle Colón y el Parque de las Setas, en esa calle, y bajo el parque se encuentra la cueva de las Setas. Los autobuses líneas 180 y  181 de  Liñán nos dejan a tres minutos del emplazamiento. Para ir en coche no hay problema de aparcamiento.