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viernes, 16 de febrero de 2024

Cruz de San Bartolomé. Albayzín. Granada



La Iglesia de San Bartolomé es quizás una de las más desconocidas Iglesias de Granada y que fueron levantadas sobre viejas mezquitas en el Albayzín, sin embargo su torre es de las más espectaculares de cuantas podemos ver en Granada, sin embargo hoy no vamos a hablar de la Iglesia sino de la Cruz que se levanta en la Plaza del mismo nombre. Un precioso rincón al que muy poca gente se acerca y que está a dos pasos del centro neurálgico del barrio. 



La Cruz de San Bartolomé se levantó en el año 1662 en la plaza del mismo nombre y delante de la Iglesia por la Cofradía del Santísimo Sacramento que tenía su sede en esta Iglesia, y todo ello como un recuerdo votivo de una epidemia. 



Tiene una altura de cinco metros, está realizada en piedra de Sierra Elvira, la basa tiene una altura de 2,10 metros y la cruz mide 2,85, los brazos están acabados con sendas esferas y remata el monumento una cartela con la palabra INRI. 

Gracias a Manuel Gómez Moreno podemos saber lo que dice el pedestal de la cruz :_

" A honra y gloria de nuestro señor y su bendita madre pusieron esta Santa Cruz los Hermanos y Bienhechores de la Cofradía del Santísimo Sacramento que sirven en Señor San Bartolomé, siendo Mayordomo Bartolomé Gonsalves Ximénez, Hermano Mayor Diego Perales Escribano. Francisco de Espinosa- Año 1662. A quien obró la redención de todo el linaje humano, el Sacro Dios, pasando muerte y passión". 






En Septiembre del año  1932 fruto de los episodios de iconoclastia fue derribada en las revueltas anticlericales, en esos días también sufrieron daños otras importantes cruces de la ciudad. 



Fue en el año 1946 cuando Gallego Burín durante su mandato empieza la reconstrucción de las cruces caídas, en este caso de la cruz de San Bartolomé se conserva como pieza original el pedestal con la inscripción antes mencionada, el coste en aquella época fue de 15.336,12 pesetas y se utilizó piedra de Sierra Elvira. 

La Cruz como la plaza y el mismo barrio del Albayzín, está llena de leyendas conocidas y populares que ya reproduciremos en este blog en otro momento. 

martes, 13 de febrero de 2024

Cruz del Cristo de las Lañas o de San Miguel Bajo.

Cristo de las Lañas


En la Plaza de San Miguel Bajo encontramos en uno de sus laterales una cruz de piedra con imagen de un Cristo levantada en el siglo XVII. No está claro su origen ni su autor, si bien Henríquez de Jorquera en sus anales de Granada nos menciona una serie de cruces de madera,  entre ellas una en San Miguel Bajo, por lo tanto esta cruz tuvo que ser posterior al año 1646 que es la fecha en la que se levantó esta cruz. 



Si algo tiene de particular esta cruz es que es conocida popularmente como la del Cristo de las Lañas, por esas grandes grapas, hoy muy disimuladas pero que en fotos de época se aprecian mejor y que unen los diferentes trozos en los que quedó la cruz destrozada en los años 30 en los episodios de iconoclastia por parte de republicanos. 




Sin embargo en la noche que fue derribada la cruz y hecha añicos, fueron muchos los vecinos que recogieron sus restos y jugándose la vida los guardaron hasta que una vez Granada estuvo en manos franquistas tras el alzamiento se decidió que era el  momento  de volver a restaurarla y levantarla, era el año 1937 y el encargado era el delegado de Bellas Artes Fidel Fernández,  para ello se valieron de un lañaor llamado Francisco Bustamante Vargas y de etnia gitana, él fue el encargado de ensamblar al Cristo y desde ese momento se le empezó a conocer como Cristo de las Lañas o incluso de las Grapas. 

Detalle


A lo largo de los años el Cristo ha ido cambiando de posición en la misma plaza hasta ubicarse en su actual ubicación. 

Cristo visto desde el Campanario de San Miguel Bajo


Se ha de reseñar que algunos autores lo refieren como Cristo de las Azucenas, aunque probablemente ese Cristo y Cruz fuera el que estaba en la Plaza Larga en un lienzo hoy desaparecido.



La Cruz está coronada por una cartela con las letras INRI, los brazos de la cruz están rematados por dos esferas,  está realizada en piedra y rodeada por una pequeña verja con cuatro faroles colocada en la restauración del año 1937.  

Foto de época. 

Foto de época

Cristo destruido en las revueltas del año 1932

Foto antes de su última restauración. 


domingo, 8 de enero de 2023

Leyendas de Granada. La casa de los Telarones.

 

Hornacina sobre una casa en el Albayzín. 
¿Será la de los Telarones?

Recientemente rememoré en una de las muchas visitas que hago por el barrio del Albayzín esta vieja leyenda de la casa de los Telarones que ya había leído, pero que mis viejas neuronas habían almacenado en lo más profundo de mi cabeza. De igual manera yo se la conté a otro grupo de personas en otro día de agradable paseo, quedando todos maravillados ante esta y otras historias que para ese día me había preparado, y tal y como dice “el maestro” y sabiendo que su propósito es que estas historias se difundan a cuanta más personas mejor, he aquí que os voy a relatar la leyenda de “La casa de los Telarones”.

Aljibe del Paso en el Albayzín. 


A fines del pasado siglo, los habitantes del Albayzín conservaban aún recuerdos de la ciega credulidad de los tiempos anteriores. Sin dificultad afirmaban ser cierto lo que se refería de la intervención de los espíritus invisibles, en los actos, de la vida de los mortales, y con fanática credulidad asentían a cuantas historias maravillosas se contaban relacionadas con el pasado.

Hornacina en la Plaza del Conde, en otra de las 
llamadas "Casas del Miedo". 


La Casa de los Telarones tenía la suya, y aunque fantástica, como hija de la imaginación popular, retrata perfectamente las costumbres de los pasados siglos.


¿Qué ocurría el 21 de Abril de 1774 que multitud de dependientes de la justicia se paseaban por la calle San Gregorio Alto, delante de una casa a la que atribuían ser morada de espíritus infernales?


La delación de la gente del barrio, había hecho que la justicia subiese por aquellas empinadas cuestas, para ver si era cierto todo lo maravilloso que se refería de esta casa. Asegurábase que en ella, trabajadores invisibles hacían funcionar a unos telares descomunales, produciendo unas cintas tan famosas, que eran la admiración de toda la ciudad. Añadían que de noche solo era cuando se escuchaba trabajar, y que de día era el silencio más absoluto el compañero de aquella morada.


Los golillas, aunque sin gana, pero esforzados por el bien parecer, penetraron en el edificio, y el desengaño que llevaron fue inaudito; creyéronse burlados al no encontrar en aquella casa, que estaba deshabitada, signos que demostrasen la existencia de ninguna fabricación.

Telar de Seda. 
Centro de interpretación de la Seda en Cájar. 


Salieron los ministriles corridos, y dieron parte a sus superiores. Pero el clamor popular se acentuó más y más; los ruidos continuaron por la noche, y cuando la autoridad tomó decidido empeño en averiguar la verdad de estos sucesos, presentóse al alcalde del crimen, que moraba en la calle de Elvira, un trabajador que hacía un año había llegado á Granada, con tres hijos suyos, y explicó la verdad de aquellos misterios. Poseedor de pocos fondos, había alquilado una mezquina habitación cerca de la casa vigilada por la autoridad, a causa del miedo de los vecinos, y excitando este, había hecho que no tuviese nunca inquilino. De este modo y comunicándose desde su vivienda con un gran sótano de aquella casa, tejía de noche sus hermosas cintas, que de día, pretextando eran traídas de fuera, vendía a los comerciantes de la Alcaicería. Con tal estratagema lograron algunos fondos, y antes de ser perseguidos como criminales, lo denunciaban a la autoridad.

Madeja de seda en el centro de interpretación de la seda
de Cájar. 


El alcalde del crimen holgó de tan astuto modo de vivir; mucho más cuando supo que eran artífices que habían perfeccionado el modo de ser de los telares granadinos. Contentase con reprenderles, y publicó en el Albaicín tal aventura, para desterrar el miedo de sus crédulos habitantes.

Placeta de la Cruz de Piedra. 


Pero nada logró. Todos siguieron creyendo de buena fe que aquellas cintas eran fabricadas por espíritus invisibles, y la Casa de los Telarones se consideró desde entonces como mansión del demonio, no habiendo quien de noche dejase de hacer la señal de la cruz, al acercarse a la referida casa.


Esta versión de la leyenda de D. Francisco de P. Vila-Real y Valdivia se basa a su vez en la escrita por Afán de Ribera en su obra las noches del Albayzín: tradiciones, leyendas y cuentos granadinos.

Antonio Joaquín Afán de Ribera



Estas leyendas son en su inmensa mayoría inventadas, y tan sólo algunas sí obedecen a cierto contexto histórico o a cierta tradición oral de hechos acaecidos en el pasado y que se fueron transmitiendo de generación en generación. De hecho muchas de estas leyendas de “las casas del miedo” se contaban a los niños para que se quedaran en casa junto a la chimenea y no estuvieran deambulando por las oscuras y estrechas calles del Albayzín.


Como siempre mi agradecimiento público a Eduardo Prados.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Sucedió en Granada. El duende del río Darro. Julio de 1935

 

Inicio del Embovedado del Río Darro junto a la Plaza de Santa Ana. 
Desde aquí se oyeron los primeros gemidos y lamentos. 

En este apartado de sucesos ocurridos en Granada a lo largo de su historia, hoy nos vamos a detener en el verano del año 1935, y vamos a asistir a un episodio sacado de los míticos programas del Dr. Jiménez del Oso o de cuarto milenio para aquellos de más corta edad. Me refiere a la aparición de un Duende en el embovedado del río Darro, no sólo es un hecho que ocurriera en nuestra ciudad, sino que ya había habido desde el año 1934 varios avistamientos de este curioso “ente” en otras ciudades de España, empezando por Zaragoza y pasando por Toledo. Afortunadamente para nosotros la prensa local de la época, así como el magazine “Mundo Gráfico”, nos dejaron un ilustrado y pormenorizado relato de la acaecido en aquellas calurosas noches del verano granadino.


Portada del Mundo Gráfico con la noticia. 
Fuente. Biblioteca Nacional de España. 



El Defensor de Granada escribía para sus lectores en el martes 23 de Julio de 1935 que:

Un clérigo que habita una casa bajo la silueta conventual, de campanario estrecho y largo, de la Iglesia de Santa Ana, salió con alarma de sotanas alzadas, gritando la alarma por un ventanuco de su alcoba.

-¡Un demonio, un demonio!

Cundió el revuelo en la calentura de los camastros en aquellas horas. Y de las casas, estas casas que se asoman al Darro como imágenes eternamente contemplativas de sus sabores legendarios, salieron con prisa sintética de vestido unas comadres espantadas:

-Pero padre ¿qué pasa?

-¡Un demonio, hijas, un demonio ! Acabo de verlo. Lleva un traje blanco y chilla como un niño.

  • ¡ Dios santo!¿Será un alma en pena, padre?

  • -¡ Un alma en pena!, ¡un alma en pena!, Dios te salve María, llena eres de gracia....

El clérigo discurría sobre un rosario y acalló con un crucifijo los temores que le alzaron la sotana. Pero las comadres pusieron mecha al pánico, y el episodio demoníaco corrió por todo el cauce, levantando a todos los vecinos.

Poco después la Carrera del Darro se hallaba llena de trasnochadores sin emociones de juerga, de guitarristas en paro, de choferes nocturnos y de serenos del distrito. Acudieron los de Asalto. El negro cauce del río se abrió a la investigatoria de las linternas policiacas.

-Pues no se ve nada...Una falsa alarma. Nada, Nos vamos...Pero cuando los de asalto iniciaban el abandono, una voz infantil surgió del cauce, transformada en un lamento amplio y terrible. Entonces el miedo apabulló a los curiosos. Y, de repente, los que allí vigilaban las sombras del río pudieron ver que de una piedra se alzaba algo parecido a un reptil que llevaba una especie de sábana blanca, que comenzó a saltar como un gamo y que desapareció entre gritos de niño caprichoso por una higuera silvestre de las que allí nacen.

Los guardias no tuvieron tiempo de nada. La aparición del duende puso carne de gallina a sus espectadores circunstanciales. Se descendió al río. Nada. Se registró a la luz de las linternas. Nada. Se amenazó al demonio llorón con abrirle la cabeza a balazos. Nada. Y este silencio, que penetró en la epidermis de todos con un terror trágico, se tomó como aviso prudente para dejar al diablo con sus lamentos y su camina de noche.

¿Será, en efecto un duende más? ¿Tendrá Granada un auténtico demonio que se baña en el Darro y que se baña de Madrugada?

-¿Usted cree en esta aparición del fantasma'-le hemos preguntado a una vecina oronda de las orillas del Darro.

-Mirosté. No hay más que un fantasma hoy por hoy. Y este fantasma es el hambre. Por mi salud que es así.

Pero acaso esta vecina sea demasiado materialista. Sin embargo esta otra, que frecuenta los cuentos de Calleja nos ha respondido de este modo folletinesco.

-¿No le parece a usted de que esto de que el duende llore hay que pensarlo mucho? A lo mejor una es muy mal pensá. Pero como hay tantas madres tan malas. ¡Quién sabe si es el alma de un niño enterrado en vida para ocultar la deshonra de una infame!

Historias así se han contado muchas después de las veinticuatro horas del suceso duentístico. Hasta se ha dicho que por el río corre un cocodrilo traído por algún abisinio desertor.



Leyendo estas líneas imaginamos que la noche estuvo movidita en la zona baja del Albayzín y aledaños de Plaza Nueva, no sólo decenas de vecinos se desvelaron ante el griterío y el follón provocado por el sacerdote, sino que Guardia Civil y Guardia de asalto tuvieron que intervenir, con linternas fueron recorriendo cada uno de los rincones del barrio en busca del origen de tan siniestros gritos sin que se tuviera éxito en dicha empresa.


También se pensó que pudiera ser un perro de los que vivían allí, aunque aquello era más bien gatolandia, un gorila que se había escapado de una caseta de feria del Corpus granadino, incluso se hablaba de una figura vestida de blanco parecida a un fantasma.


Postal del Río Darro. 



El Duende obviamente dio para mucho, curiosa es la pequeña nota de prensa, en la que se dice que el duende es buen aficionado a beber rica y fresca sangría que se exhibe en el almacén de vinos y comestibles “El Anticuario”, en la Carrera del Darro número 23 y cuyo dueño D. Germán Fajardo ha montado un negocio de vinos, refrescos y licores.


Pero sus apariciones siguieron día tras día, que si un lagarto con joroba, que si un demonio jiboso, que jorobado, las afirmaciones de los vecinos de la época y que vivían en las casas más cercanas al embovedado son de lo más divertido, sacadas de la mejor novela de Bran Stoker, cuando uno de los vecinos hasta con una estaca de madera pasa la noche. Hasta un grupo de mozalbetes se han preparado y armado hasta los dientes para poder atraparlo y encerrarlo en una jaula, para después llevarlo de feria en feria.


Pero no sólo el Defensor de Granada dio rienda suelta a la noticia, la prensa nacional se hizo eco de la noticia, aunque fue el magazine Mundo Gráfico el que dedicó todo un reportaje con texto de José Cirré Jiménez y fotos de Torres Molina. Ejemplar que al igual que el Defensor de Granada u otros diarios podemos encontrar fácilmente en hemerotecas digitales y de forma gratuita.


Fotografía de Torres Molina incluida en el 
reportaje de Mundo Gráfico. 
Fuente: Biblioteca Nacional de España

El duende estuvo varios días más incluso meses en la prensa local y nacional hasta que poco a poco su historia se fue diluyendo, eran meses convulsos y España tenía otros problemas que solventar, finalmente la noticia se convirtió en historia y la historia en leyenda que he tenido a bien recordar a mis queridos lectores.


Bibliografía usada:

Curiosidades granadinas; César Girón 2007

Revista Alhóndiga nº 25. Marzo-Abril 2021

El defensor de Granada. 23 de Julio de 1935

Mundo Gráfico. 31 de Julio de 1935


martes, 31 de agosto de 2021

Arco de las Pesas o Puerta Nueva. Puertas y Murallas de la ciudad.

 

Arco de las Pesas

Hoy vamos a visitar otro de esos lugares con encanto que hay en nuestra ciudad y concretamente en el Albaicín, me refiero al Arco de las Pesas o Puerta Nueva. Se sitúa junto a la mítica cafetería “Casa pasteles” y junto a la Plaza larga uno de los puntos neurálgicos del Albaicín.


Arco de las Pesas



El nombre de las pesas le viene porque tal y como podemos ver en la fachada que da a Plaza larga, en su exterior hay colgadas una serie de pesas. Son pesas defectuosas que eran descomisadas a los comerciantes y que las colgaban en este lugar.


Detalle de las pesas. 



La Puerta o arco está realizada en recodo, como otras tantas puertas tanto del Albaicín, como de la Alhambra por un mero tema defensivo. El interior está cubierto con bóvedas de cañón y una baída, y el arco exterior es de herradura apuntado con otro semicircular de descarga encima y, sobre él, un dintel de ladrillo. La muralla desde este punto sigue en ambas direcciones, tanto hacia el Este y hacia la siguiente puerta de la Hisn Román, como hacia el Oeste y la Puerta de Monaita.


Bóveda baída. 



El nombre en árabe de esta puerta es Bab Al-Ziyada o puerta del ensanche. Esta puerta separaba la antigua Alcazaba Al-Qadima o Alcazaba vieja tal y como la llamaron los nazaríes para diferenciarla de la Alcazaba del nuevo palacio de la Alhambra, de los nuevos arrabales que iban naciendo como fruto del crecimiento de la ciudad, debido principalmente al empuje que las tropas cristianas iban realizando sobre la población musulmana en su reconquista de los reinos y territorios de España. Precisamente uno de esos arrabales el del Albaicín, fue el que luego le dio nombre a todo el barrio. Esta puerta pudo ser construida por los últimos monarcas de la dinastía Zirí, es decir por el rey Abd Allah, pero también se le atribuye su antigüedad a la dominación almorávide por el tipo de torres defensivas que hay en el paño de muralla que la une con la Puerta de Monaita.


Resto de Torres y Muralla junto a la puerta



El nombre de Puerta Nueva le viene al parecer por una superstición de los musulmanes, y estuvo cerrada hasta epoca cristiana, a parecer se decía que por esta puerta sería el lugar por el que entraría los cristianos a tomar la ciudad de Granada y se perdería para siempre el reino. Por eso esta puerta no se abrió de nuevo hasta el año 1573.


Salida de la Puerta hacia Plaza Larga. 



Junto al Arco de las pesas y previo a llegar a Plaza Larga, encontramos la Plaza del ensanche, un pequeño espacio que corresponde por completo a la estructura urbana de la ciudad musulmana, un pequeño espacio junto a una mezquita (Guindeir), y que en el año 1576 sería remodelado por los Cristianos dando lugar a dos espacios, la propia plaza del ensanche, y la Plaza larga.


Salida de la Puerta hacia el interior de la 
Alcazaba Al-Qadima



Hoy en día es uno de los rincones más concurridos del Albayzín, no es extraño encontrarse justo en el interior del arco o puerta a algún artista callejero tocando su instrumento musical, casi todos los free tours que se hacen por el Albaicín, normalmente en horario de tarde, pasan por este punto, pues no olvidemos que nos sigue comunicando la Plaza Larga y la calle del Agua con el Mirador de San Nicolás, siendo éste último el lugar más buscado por todos aquellos que suben hasta esta parte del barrio.


Vista general del Arco o Puerta. 



Llegar a este punto sólo tiene a mi juicio una forma de hacerlo y es andando dando un precioso paseo por el Albaicín, pero que si fuera necesario es posible llegar en taxi hasta la misma puerta, e incluso en determinados horarios podríamos con nuestro coche particular. Incluso en el bus que sube al Albaicín nos dejaría a no más de 100 metros de esta maravillosa puerta.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Casa Morisca en el Carmen de Aben Humeya.

Casa Morisca en el Carmen Aben Humeya. 


El Carmen de Aben Humeya es más conocido en Granada a fecha de hoy por el Restaurante que hay en su espacio. Se trata de un típico Carmen Granadino que tiene la peculiaridad de contar con dos pequeñas casas moriscas en su interior de la que de una de ellas vamos a dar algunas pinceladas. 

Interior Casa Morisca. 


Hablamos de unas casas Moriscas del Siglo XV, y adosadas a restos de la antigua muralla Zirí del siglo XI. Muralla y restos de torreones que podemos ver en nuestro paseo por este mágico y bello lugar. 

Mihrab en el Carmen. 


El nombre de Aben Humeya, es un nombre actual y que viene a recordar al caudillo musulmán que encabezó la famosa rebelión de los moriscos contra los cristianos en el año 1568 y que a la postre supuso la expulsión total y definitiva de ellos, mediante Real Cédula de Felipe II. 

Documentos relativos a los Moriscos y su expulsión

La Casa Morisca a visitar está perfectamente restaurada y conserva cierto elementos nazaríes de gran belleza, podemos encontrarnos con  una pequeña alberca en el pequeño patio central, alfarjes de gran calidad, tacas en los laterales de los arcos que dan paso a diferentes dependencias, y sobre todo en el piso superior una espectacular armadura. 

Alberca. 

Zapatas. 

Celosías. 

La Casa sirve de soporte para un pequeño museo con piezas excepcionales de taracea, cerámica y otros materiales, así como documentos de un gran interés. Todos ellos pertenecen a la Fundación Carlos Ballesta, es precisamente Carlos Ballesta y su hija la que llevan el peso de la Fundación, con organización de exposiciones y con una recopilación de excelentes piezas históricas en su legado. 

Piezas del museo. 

Piezas del Museo. 


Por supuesto y como hemos comentado antes, Aben Humeya es también un reconocido restaurante granadino, donde comer una excelente carta de platos granadinos y con un escaparate único en el mundo, la Alhambra de Granada. 

Generalife desde el Torreón Zirí. 

Otros elementos que encontramos de interés en el espacio del Carmen, son los restos del Torreón del Siglo XI, quizás más visible desde la calle Guinea, que desde su superficie. Hay también un pequeño aljibe que comunicaba con el Aljibe del Negro, y varios elementos, carteles y piezas que nos trasladan a los siglos XV y XVI. 

Interior de Aljibe

Torreón del Siglo XI. Restos. 
Y no podíamos de terminar que de mejor manera que recomendar a todos que reservéis mesa en este emblemático lugar. Y disfruteis de cosas como las de la foto. 

Restaurante Aben Humeya. 

HORARIO: Casa Morisca no abierta al público, tan sólo bajo petición o en ocasiones especiales. Jardines y Patios se pueden ver al acceder al Restaurante. 
PRECIO: No tiene establecidas tarifas para la visita de la Casa Morisca. 
VISITA PARA GRANADINOS: Aquí hay dos puntos si queremos ver los patios y jardines no hay nada más que esperar una ocasión especial, nos damos un homenaje, con unas vistas maravillosas y de camino vemos todo el entorno del Carmen. Para ver las Casas Moriscas, simplemente hay que estar atentos a posibles actividades que desarrolle la Fundación Carlos Ballesta. 
VISITA PARA NO GRANADINOS: Desde luego los "guiris", son los que más disfrutan de estos lugares pues son los que acuden a este tipo de restaurantes, sin miedo a la visa, y con botellas de vino incluidas, si has venido a Granada en un plan "especial", este es uno de esos lugares y desde luego el Carmen es excepcional. 
COMO LLEGAR: Lo mejor como siempre, andando desde cualquier punto de Granada, aunque lo más asequible es bien por la cuesta del Chapiz hasta el Salvador y de ahí por el Carril de San Nicolás, o bien callejeando si somos muy conocedores por el Aljibe del Trillo. En Taxi sin problema hasta casi la misma puerta, salvo unas escaleras que hay que bajar. En coche particular DESCARTADO, y también el bus que atraviesa el Albayzín, bajandonos en la parada de las Tomasas. 

Detalle de Armadura del piso superior. 
Y en el siguiente enlace podrás ver otras Casas Moriscas de Granada:

MAPA DE CASAS MORISCAS.