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martes, 19 de agosto de 2025

Antiguas profesiones granadinas. Los Neveros y el Camino de los Neveros.

 

Arriero cogiendo Nieve en Sierra Nevada

Releyendo la famosa obra de Washington Irving “Cuentos de la Alhambra”, encontramos el siguiente texto:

“...Pero Mateo ¿Qué luces son aquellas que veo brillar por Sierra Nevada, debajo de las nieves, y que podrían tomarse por estrellas si no fueran rojas y no brillaran sobre la oscura ladera de la montaña?

- Aquellas, señor, son hogueras que encienden los hombre que recogen nieve y hielo para abastecer a Granada. Todas las tardes suben a la Sierra con mulos y pollinos y se turnan para descansar y calentarse, unos junto a las hogueras, mientras que otros llenan de hielo los serones. Bajan después para llegar a las puertas de Granada antes de la salida del sol. Esa Sierra Nevada, señor, es una masa de hielo en medio de Andalucía, para tenerla fresca durante todo el verano”.

Grabado de un Nevero de la Sierra
Litografía de Gustavo Doré


Mucho antes de que los frigoríficos y neveras llegaran a nuestras casas, el ser humano a lo largo de la historia ha tenido que ingeniárselas para mantener los alimentos lo más frescos posibles y para que duraran lo máximo en el tiempo, en el caso de Granada, esto fue posible desde tiempos de los musulmanes gracias a la cercanía con Sierra Nevada y sus nieves perpetuas.



Ahí nació el conocido como Camino de los Neveros que conectaba Granada con las altas cumbres de Sierra Nevada, dónde en época estival aún quedaba nieve, en recua de mulos, una serie de personas salían todos los días al atardecer para descender al día siguiente con preciada carga que era la nieve y el hielo y que se acumulaban dentro de las casas en espacios habilitados para ello, en pequeños “pozos de nieve” o tinajas que a tal fin estaban preparadas.



Ya Felipe II en 1590 ordena que se gestione el comercio de la nieve, con fines recaudatorios, con un almacén central en la Zaida Alhóndiga y diferentes puntos de venta en la ciudad, la nieve se vendía en cajones de madera, y era usada como medicina, para conservar los alimentos y como producto de lujo para las clases pudientes.


A principios del siglo XVII nos consta que la Nieve de la Sierra está regulada, tanto su precio, recogida y acarreo, es decir era una profesión más sujeta a reglas, gremios y tributos. El precio de la Nieve en Granada en el año 1727 era de cinco maravedíes la libra (0,46 Kg).

Antiguo Pozo de Nieve del Convento del Ángel Custodio

Está en los bajos del Hotel Eurostars


En el año 1604 se le encargó a Diego Ruiz el abastecimiento de nieve de la ciudad, en el año 1614 se señalaron los lugares de venta pública de nieve en Granada y en el año 1617 se fue organizando el comercio de la nieve.


En los años 30 el precio de la Nieve rozaba las 25 pesetas por carga, consumiéndose en Granada entre una tonelada o tonelada y media diarias, el consumidor en los años veinte pagaba entre 25 ó 30 céntimos el Kilo de Nieve. Los arrieros eran hombres fuertes que conocían bien el terreno subían y bajaban de continuo, conforme el Verano avanzaba los viajes eran cada vez más duros, pues había que subir a mayor altitud en busca de Neveros, y a la bajada había más merma del producto al derretirse mayor cantidad de nieve entre un 40% y un 50 %


En el año 1879 fue vendido por el Ayuntamiento de Granada a perpetuidad el negocio a D. Diego García del Real por el precio de 125,000 pesetas. Esta actividad funcionó hasta el año 1922 cuando los herederos de D. Diego García del Real fundaron una fábrica de hielo en Granada, por lo que la actividad del los arrieros dejó de tener sentido. Posteriormente a la guerra civil entre los años 1945 y 1950 volvió a funcionar temporalmente por las restricciones del uso de la electricidad, que hacían muy difícil la producción de hielo en la fábrica. En el año 1950 se hicieron los últimos viajes a por nieve de forma oficial.


Las primeras zonas en dónde se cargaba nieve era en el Purche o Dornajo y progresivamente se iba subiendo por la Hoya de la Mora, Barranco de San Juan o el Corral del Veleta en el más extremo de los casos y en veranos muy cálidos, hasta hace algunos años aún el Corral del Veleta tenía nieves glaciares, hoy todas ellas derretidas. De esta manera la distancia a recorrer diariamente era de unos cincuenta kilómetros entre la ida y la vuelta, iban en grupos entre ocho y doce hombres con veinte o veinticinco mulos de carga. Cuando llegaban al destino unos encendían hogares para calentarse mientras que otros ya picaban y recogían la nieve en serones que eran cargados en las bestias de carga.


En Granada existía la casa de la Nieve, junto a la Alhóndiga Zaida, en la que se almacenaba la Nieve que bajaba desde la Sierra, y en el fielato que había junto al Colegio de los Escolapios los arrieros daban cuenta de la carga bajada a los efectos de pagar los correspondientes impuestos. Como la Alhóndiga Zaida se quedó pequeña se empezó a usar otra casa que había enfrente junto al Corral de Comedias y que se conocía como La Camorra y era una especie de casino popular de la ciudad de Granada.


EL CAMINO DE LOS NEVEROS


El camino de los Neveros partía desde el Puente Verde, desde ahí, ascendíamos la Avenida de Cervantes y nos íbamos hasta los Rebites, por encima de Huétor Vega, justo dónde hoy está el Restaurante las Perdices, empezaba propiamente dicho el camino.

El siguiente objetivo era “El contadero” tras superar la “La cuesta de los desmayos”, era una de las zonas de mayor desnivel del recorrido durante seis kilómetros, más adelante se llegaba al Purche lugar de descanso para el ganado, pues el camino de los neveros a su vez también era cañada de ganado.

El Purche


En la zona del Purche aún hoy en día es posible encontrar restos de pozos de nieve, pues a veces si los arrieros no podían bajar a Granada por alguna circunstancia, podían salvar la carga en estos lugares.

Desde aquí subimos al “Collado de las Víboras”, es un trayecto muy fiel al recorrido original, aquí nos cruzaremos con la pista que lleva a San Jerónimo. Seguimos subiendo y nos cruzamos por el Dornajo para subir por toda la zona de reforestación de pinos y llegar a la Fuente de los Neveros, claro referente a esta antigua profesión.

Desde el Cerrajón se ve el camino que falta desde el Purche
hasta el nivel de nieves en Sierra Nevada


Llegaremos después al Collado de las Sabinas, y siguiendo la cuerda llegaremos hasta los Peñones de San Francisco y la Hoya de la Mora. Aquí es dónde se recogía la nieve o algo más arriba ya dependía de la época del año.

En la Hoya de la Mora y hasta el 
Veleta era la zona elegida para cargar la Nieve
en los serones de los mulos. 



viernes, 15 de agosto de 2025

Monumento a la esquiadora. Sierra Nevada

Monumento a la Esquiadora


Unimos en esta entrada naturaleza, arte y un recuerdo, hablamos del monumento a la esquiadora, situado en el Parque Nacional de Sierra Nevada, cerca del pico del Veleta y en un lugar con unas vistas excepcionales. 

Monumento a la Esquiadora


En primer lugar veremos como llegar a este idílico lugar, para ello llegaremos con nuestro coche hasta la Hoya de la Mora, y nada más iniciar la subida por la carretera hacia la cima del Veleta, al pasar la barrera cogeremos el sendero a la izquierda que nos lleva al Barranco del Río San Juan, es un recorrido clásico y conocido por todo el mundo. 

Monumento a la esquiadora


A partir de aquí es muy fácil, pues lo único que debemos de hacer es ir remontando la barranquera por el sendero que hay, dejaremos nos cuantos diques en el camino, también su bonita cascada y subiremos hasta asomarnos al corral del veleta, en los últimos metros es normal que podamos perder el camino, pero es todo muy intuitivo, ahí veremos sobre una roca el monumento a la esquiadora. Desde aquí parte el veredón inferior y podríamos bajar hasta el Corral del Veleta para seguir nuestra ruta por la Sierra. 

Subida hacia el Monumento

Última pare de la subida


El monumento está dedicado a Susana que era una esquiadora que al parecer falleció por estos lugares, desgraciadamente no hay mucha más historia e información en internet, desconocemos el autor de la obra, la fecha de colocación e incluso la identidad de la esquiadora. Sin embargo no hay duda que está colocado en un precioso paraje. 

El Veleta y el acceso al veredón inferior

El monumento


El monumento es de hierro y sobre un soporte en zig-zag descansa un círculo dentro del cual hay una estrella, un corazón dónde está grabado "a Susana",  y tres estrellas de las nieves, la flor endémica de Sierra Nevada que crece por encima de los 3000 metros, y es que este monumento probablemente esté en el top 10 de los monumentos que se ubican a mayor altitud de toda España. 

El Veleta

Alcazaba y Mulhacén


Desde aquí invito a los lectores a hacer esta pequeña excursión, para lo cual simplemente hay que estar acostumbrado a hacer senderismo y estar un poco en forma, por supuesto hacerla en época estival, pues con neveros requiere experiencia para andar sobre nieve y también si algún lector conoce más datos sobre el monumento y la identidad de Susana, estaremos encantados de recibir esa información. 

Vistas de la Hoya de la Mora. 


sábado, 7 de septiembre de 2024

Cazoletas prehistóricas en Sierra Nevada. Lagunillo de San Juan.

 

Roca con Cazoletas

Nos vamos a las altas cumbres de Sierra Nevada y visitamos un lugar muy bonito y fácil de llegar en una pequeña excursión, hablamos del Lagunillo de San Juan, lo ideal para visitar este enclave es hacerlo en Primavera justo después del deshielo, porque vamos a poder apreciar el lagunillo con agua, pues en Verano podemos encontrarnos un charco o simplemente nada, y además ya en invierno con nieve o hielo la excursión sería de dificultad media-alta, sin embargo en Primavera es un paseo.

Lagunillo de San Juan


Pero el objetivo de la excursión es poder ver una serie de cazoletas históricas, es decir una serie de grabados que el hombre primitivo hizo en las rocas que hay en estos parajes. Según la información consultada sólo en esta zona hay más de 14 grupos de rocas con grabados o cazoletas. Entendemos perfectamente que pudiera haber muchos más, y nosotros en esta pequeña excursión, como formaba parte de un recorrido mucho más amplio vimos unas cuantas solamente, las más fáciles de encontrar.


Detalle de Cazoleta

Cazoletas


Principalmente hemos visitado las que se encuentran en la Pradera del Lagunillo de San Juan, y hemos dejado para otra ocasión las de la Piedra resbaladiza o las que hay en la bajada desde la Hoya de la Mora al Lagunillo.

Cazoletas 




Los motivos principales los encontramos en una gran losa de unos 60 metros de longitud que cuenta con hasta 42 cazoletas en su superficie, esta roca se encuentra hacia el Este si bajamos la loma desde el Lagunillo. Están diseminadas por la superficie salvo una serie de ellas que dibujan y forman un gran círculo en la roca.


Roca de 60 metros

La recorremos buscando todas las cazoletas

Esta forma parte de un gran círculo. 


Paco recorriendo y buscándolas todas

Esta es de gran tamaño. 



Desde esta gran roca hasta el lagunillo hay una serie de rocas grandes y solitarias que están todas ellas llenas de estos grabados.

Otra de las rocas que hay en la zona con cazoletas




En alguna ocasión alguien me dijo que estas cazoletas las hacían los pastores para así poder beber agua, pero es algo totalmente fuera de sentido y más en el espacio en el que nos encontramos con una corriente de agua continua y inagotable como es el Arroyo de San Juan. Además en el mismo sistema montañoso de Sierra Nevada, tenemos el Petroglifo de Dílar, en el que se han encontrado cientos de grabados entre ellos decenas de Cazoletas de menor tamaño de las que aquí vamos a encontrar.

Desde aquí y acercándonos al lagunillo vemos al fondo
la roca con Cazoletas prehistóricas. 



Pese a estar a una altura considerable por encima de los 2000 metros, estas altas zonas de la Sierra eran usadas por el hombre primitivo como paso y tránsito a las tierras de la Alpujarras y como zona de pastoreo y trashumancia del ganado, era entonces cuando hacían estos grabados en las rocas.


El significado de estas cazoletas no está claramente definido aunque hay decenas de teorías, bien para ofrendas, bien como reflejo de las estrellas y constelaciones, también están relacionados con con símbolos de carácter sexual femenino, espacios sagrados... etc. Se distribuyen a lo largo de toda Europa y su cronología abarca desde el Paleolítico Medio hasta la Edad de Hierro.

Llegar al Lagunillo de San Juan y la zona de las cazoletas es muy fácil, desde la Hoya de la Mora dónde hemos dejado el coche remontamos la carretera asfaltada y justo dónde está la barrera que impide al acceso a los coches no autorizados cogemos a nuestra izquierda el sendero, posteriormente y visualmente veremos una cascada en el arroyo, cogemos el sendero que vemos que baja hacia ella, cruzamos el arroyo un poco más abajo de la cascada, y subiendo está la pradera del Lagunillo, el Lagunillo y todas las rocas con las cazoletas expuestas en esta entrada. 

viernes, 17 de mayo de 2024

Pinturas rupestres en el Castillejo de Güejar-Sierra.




Seguimos nuestro recorrido por las Sierras y parajes de Granada, en busca de pinturas rupestres, y nos trasladamos en esta ocasión a la localidad de Güejar Sierra. Las pinturas rupestres se encuentran dentro de lo que sería el recinto amurallado del Castillejo de Güejar Sierra, una fortaleza con una larga trayectoria de ubicación a lo largo de la historia, y ubicado en un lugar estratégico junto al Río Genil, el Barranco del Castillejo y la cañada del Purche.



Las pinturas se encuentran en una pequeña oquedad dentro de uno de los farallones rocosos que podemos encontrar en lo alto de la zona del Castillejo, de hecho su orientación es privilegiada, pues mirando al Este es de los primeros lugares en los que da el Sol en el amanecer. Desde la cueva hay un dominio total del paisaje, que a fecha de hoy se traduce en el Río Genil, la localidad de Güejar y el Calar de Güejar, situación privilegiada y recíproca pues desde estos lugares indicados es fácil ver la cueva en la que se ubican dichas pinturas.



Las pinturas las encontramos en una pequeña cavidad elevada como 1,80 metros sobre el suelo, a la que se puede acceder fácilmente, y quedarnos sentados en su entrada, pues es prácticamente imposible para un adulto ponerse en pie una vez dentro, pues la abertura no tendrá más de 1,10 metros de altura. En el techo de esta oquedad y en un plano de piedra encontramos las pinturas rupestres.



Cuatro figuras antropomórficas encontramos en este lugar, la primera consta de piernas y brazos arqueados con unas medidas de 9 cm de largo por 7 cm de ancho.




La segunda figura es antropomorfa y masculina, lo cual se deduce por su miembro viril, los brazos y piernas forman ángulos rectos, tienen unas medidas de 10 cm de largo por 7 cm de ancho.



En la tercera figura apenas podemos ver la parte inferior con forma de V.



La cuarta figura también es otra figura antropomorfa con brazos y piernas en ángulos rectos, y muy castigada por los carbonatos de la piedra.


Encontramos un quinto grupo de pinturas, pero los estudiosos no han podido interpretarlas, por el mal estado en el que se encuentran, debido a la acción natural de la naturaleza y la carbonatación de la piedra, de hecho las pinturas en sí gozan de un rico color muy difícil de observar en otras pinturas que hemos visitado y subido a este blog.



Según la documental consultada que se basa únicamente en el trabajo de Sergio Fernández Martín, Francisco Martínez Sevilla y Jose Antonio Lozano estas pinturas tuvieron una preparación previa con una base dada a la piedra en un ocre más claro, y las figuras se trazaron a pincel tal y como se ha podido constatar en el estudio detallado de las figuras, sin que se usaran los dedos como en otros motivos esquemáticos similares.



Estas pinturas pertenecen a lo que se denomina arte esquemático muy habitual en la zona sur peninsular y de forma especial en la Provincia de Granada y en corredores montañosos como en el que nos encontramos, con un paso obligado entre la vega y las altas montañas de Sierra Nevada para el tránsito de ganado y del pastoreo. No existe constatada en esta zona una ocupación prehistórica o al menos no se ha encontrado de momento ningún yacimiento, pero sí tenemos una presencia desde la Edad de Bronce precisamente en la zona del Castillejo que alcanza su madurez y desarrollo con la llegada de los musulmanes y de las dos dinastías predominantes, los Ziríes y los Nazaríes.



Analizando la depresión de Granada y sus pinturas esquemáticas, los ejemplos más cercanos de pinturas rupestres los encontramos en el Arroyo del Huenes en Sierra Arana, Cerro de la Higuerilla en Nívar, Pinturas del Piorno en Pinos Puente o Tajo de Marchales y Colomera.


Acercarse a estas pinturas implica también disfrutar de un bello paseo por el Barranco del Castillejo, contemplar las ruinas de la vieja fortaleza musulmana, aunque más que un castillo estaríamos ante un asentamiento rural de cierta importancia, igualmente punto estratégico en la Guerra Civil Española, que realmente fue el tema que me trajo a este enclave, pero unas cosas llevan a otras.


Bibliografía: Primer hallazgo de arte rupestre en la cabecera del valle del Genil, Sierra Nevada. Las pinturas del Cerro del Castillejo (Güéjar Sierra, Granada). Fernández Martín, Sergio. Martínez Sevilla, Francisco y Lozano, Jose Antonio. 


miércoles, 25 de agosto de 2021

Senderismo familiar. Siete lagunas. Parque Nacional de Sierra Nevada.

 

Siete lagunas desde el Puntal. 

Volvemos a las andadas con una nueva ruta de senderismo, si bien y como otras escritas en este blog anteriormente las denomino “Senderismo familiar”, quizás en este caso, habría que poner la coletilla de :” Senderismo familiar, para quién haya hecho muchas excursiones en el año y esté acostumbrado a andar.”. La excursión que os propongo no es dura especialmente, pero sí y desde luego hay que estar muy acostumbrado a andar y estar en buena forma, en cuanto a los niños aquí y según lo acostumbrado que esté, hablamos quizás a partir de 9 años aproximadamente, aunque obviamente esto es un mundo y cada cual conoce las limitaciones de los suyos.


De igual manera la ruta propuesta, tiene dos partes, la primera hasta siete lagunas, es lo más fácil, y lo único que yo haría con niños, o nosotros mismos, si lo único que queremos es disfrutar de un bonito paseo y de estar en un lugar maravilloso. Ahora si eres un experimentado senderista, en este trayecto, subimos a lo alto del puntal de siete lagunas y nos asomamos al valle del Genil, con una impresionante vista de la laguna de la mosca.


Para comenzar esta ruta, en esta ocasión vamos a usar los medios que el Parque Nacional de Sierra Nevada pone a nuestra disposición, y vamos a usar la lanzadera que nos sube desde Capileira hasta el Alto del Chorrillo. . Así pues con nuestro vehículo propio nos desplazaremos hasta Capileira y allí previa reserva, a la hora seleccionada que normalmente será la primera lanzadera que sale, subiremos hasta el Alto del Chorrillo.


Servicio de lanzadera. 



Durante el trayecto en lanzadera es habitual que el guía que va junto al chofer, hable del ecosistema en el que nos encontramos, de Sierra Nevada, del hábitat, y de su flora y fauna, para posteriormente hacer una breve parada en el lugar denominado “Mirador Puerto Molina”, allí además de unas fabulosas vistas de la sierra y de la costa, tenemos unos paneles informativos. Desde aquí nos trasladaremos hasta el alto donde iniciaremos nuestra ruta.


Puerto Molina. 

Puerto Molina. 



Antiguamente la lanzadera paraba casi justo al lado de la barrera que impide el paso hacia la laguna de la Caldera y las altas cumbres de Sierra Nevada, pero en los últimos años para unos metros más abajo, así que remontamos la pista y cuando llegamos al desvío que a la Izquierda nos lleva al Refugio del Poqueira, nosotros cogemos un sendero claramente marcado y en pendiente que parte a nuestra derecha, probablemente estemos ante el mayor desnivel de la ruta, nada más empezar a andar.


Tomamos el sendero de la derecha. 

Vista hacia atrás desde el sendero. 



Seguimos nuestra ascensión por el sendero, pero no antes y nada más ver una señal de nieve desviarnos un poco hacia uno de los fortines de la Guerra Civil que hay en este lugar, concretamente del ejército republicano, podemos entrar dentro del pequeño refugio, antiguo búnker y ver restos de las trincheras y vestigios de la guerra para seguir nuevamente nuestro camino hacia arriba.


Vestigio Guerra Civil

Vestigio Guerra. 



El sendero sigue una línea recta que va cruzándose con la antigua pista que subía a todo lo alto del Mulhacén, hoy inhabilitada, nosotros siempre iremos subiendo en línea recta, cogiendo todos los recortes, hasta llegar a un punto en el que una clara y gran piedra en el camino nos marcará con pintura blanca los dos caminos a seguir, o bien hacia arriba para llegar a la cima del Mulhacén, que no es nuestro objetivo en el día de hoy, o bien hacia la derecha por la pista hacia Siete lagunas, así que nosotros a la derecha y cogemos un tramo de pista, que gira a izquierda y continúa su avance, cuando nuevamente la pista gire a izquierda nosotros ya seguiremos nuestra ruta de frente, por un sendero claramente marcado, además de ver grandes mojones de piedras que nos indican el camino.


Laguna del Peñón Negro. 

Sendero

Desvío



Desde este punto el sendero empieza poco a poco a descender, es un sendero muy bien marcado y sin ningún tipo de pérdida, en invierno o épocas de deshielo, puede estar parcialmente tapado por nieve, pero a partir de primavera, verano es totalmente transitable. Este sendero nos lleva hasta el Collado del Tajo del Contadero, desde donde tendremos ya una visión maravillosa del paraje de Siete Lagunas, y veremos la primera y más grande de todas ellas, la laguna Hondera.


Sendero y últimos neveros

Nieve

Vista de la laguna Hondera desde el Collado. 



Bajaremos con cuidado por el sendero, que si bien marcado está, bien cierto es que tiene bastante tierra y puede resbalar. Llegaremos a la laguna Hondera y a nuestro primer destino final. Debemos de tener en cuenta que estamos en un paraje altamente protegido, por lo que evitaremos pisar los borreguiles (zonas verdes de las lagunas), y nos mantendremos en la zona de piedras, por supuesto está prohibido el baño en todas las lagunas. No obstante esta es una zona en la que suele haber vigilancia por parte del parque, así que cualquier acto no autorizado realizado por nosotros, puede traer consecuencias.

Laguna Hondera. Al fondo la pared del Mulhacén. 

Perspectiva del circo de siete lagunas, a la izquierda el Mulhacén
a la derecha la Alcazaba y en el centro el collado del puntal de sie-
te lagunas. Parece fácil llegar al fondo pero tiene un tironcillo. 




A partir de aquí tenemos varias opciones, la primera es la de darnos por satisfechos y quedarnos en este entorno, disfrutar de las chorreras o bien subir unos pocos metros hacia arriba en busca de las otras dos lagunas más próximas, el lagunillo del borreguil y la laguna del borreguil e incluso la laguna de la loma del culo de perro. Si bien en el mapa la distacia no parece muy grande, luego sobre el terreno es un buen paseito. © Fco. Javier Hernández.


Chorreras



Laguna de Borreguiles. 



Otra opción es remontar todo el circo de siete lagunas por uno de sus extremos, y volver por el otro, es más duro de lo que en apariencia vemos sobre el mapa, no siempre vamos a encontrar caminos, y la subida y pendiente es grande.


Remontando el circo hacia arriba. Las Chorreras nos indican
dónde están las siguientes lagunas. 


Y la tercera opción que propongo, pero ya para expertos montañeros, es remontar todo el circo para subir al puntal de siete lagunas, en mi caso, empecé por la derecha, yendo hacia la laguna de la loma del culo de perro, para ello desde la laguna Hondera, nos desplazamos a la derecha y hacia arriba hasta la primera chorrera que veamos la cual seguimos hasta la laguna. Desde aquí y remontando también la chorrera llegamos a la laguna de Tajos colorados, En este punto estamos cerca del sendero llamado coladero que nos subiría hasta la Alcazaba, pero no es nuestra misión, vamos más o menos cogiendo y rodeando el círculo ni muy pegados a la pared, pero tampoco bajando, y así llegamos al lagunillo de tajos colorados, desde aquí ya nos dirigimos a la parte superior del circo, dónde por arte de magia veremos la última laguna de esta parte, la laguna altera. En este punto, es probable que hayamos perdido todo rastro de camino, o que hayamos tenido que andar de piedra en piedra. Desde la laguna altera y si miramos a lo alto, con buen ojo veremos el sendero que sube hasta el collado de siete lagunas y hasta el puntal, es cuestión de verlo, y sino de empezar a subir hasta que demos con él, sino a trocha y poco más. Hay que llegar a todo lo alto, y de ahí pegar un pequeño salto a lo alto del puntal.


Laguna de Culo Perro

Laguna Tajos Colorados. 

Laguna Altera




Desde el puntal tendremos las vistas más impresionantes y bonitas de las siete lagunas y de esta zona de Sierra Nevada.


Puntal de siete lagunas. 

Alcazaba

Mulhacén

Veleta y Machos

Laguna de la Mosca. 


A la hora de bajar, cogeremos nuevamente el sendero hasta la laguna altera, seguramente bajando no perderemos en sendero en ningún momento, cuando al subir nos costaba seguir el rastro. Ahora desde la laguna Altera, lo que haremos es seguir por nuestra derecha, por el lado contrario al de la subida y llegaremos hasta el lagunillo Altero, seguiremos bajando, siguiendo el camino que más o menos nos vamos imaginando junto a las chorreras hasta llegar al lagunillo del tanto, y de aquí por último nuevamente llegamos a la laguna del Borreguil y lagunillo del Borreguil para retornar a la laguna Hondera.


Bajando del puntal. Cabras montesas


Laguna Hondera

Lagunillo del Borreguil. 


En cualquiera de los casos, siempre debemos vigilar nuestro reloj y en especial a qué hora debemos de coger la lanzadera de bajada, lo lógico es reservar de bajada la última que sale sobre las 18:00 horas. Y desde la laguna Hondera a la lanzadera casi que vamos a tardar el mismo tiempo que el empleado en llegar a este punto, quizás un poco menos, pero para curarnos en salud ponemos que el mismo. Así que si hemos tardado dos horas y media en llegar, le ponemos otras dos horas y media para volver, y el tiempo que nos queda es el que podemos emplear para el resto de la excursión.


De regreso volvemos a ver al fondo el Veleta. 



Como es lógico la vuelta se hace por el mismo camino y no tiene ninguna pérdida, lo más duro es el repecho inicial hasta el collado del contadero y luego remontar hasta llegar nuevamente a la pista, la bajada se hace larga y pesada, pero es bajada. Desgraciadamente mientras esperamos la lanzadera, no hay ninguna sombra, así que puede desesperar un poco.


Como siempre para este tipo de salidas, llevar agua, crema solar, sombrero, alimento, chubasquero y ropa de abrigo. Hasta la laguna Hondera todo es pista y sendero, sin embargo moverse por el circo de siete lagunas, puede implicar ir de piedra en piedra y conlleva cierto peligro de caída, por lo que aquí cada cual es responsable de lo que hace, de por dónde va y de su estado de forma.


Flor de las Nieves en las lagunas

Últimos metros antes de llegar a la lanzadera de regreso. 


Los teléfonos para reservar la lanzadera pueden variar de un año a otro, así que no me mojo en ponerlos, lo mejor es usar Google para poner lanzadera Sierra Nevada y buscarlos, no hay que confundir que una cosa es el servicio de lanzadera Norte, que es el que va desde la Hoya de la Mora hasta las posiciones del Veleta, y otro es el Sur que va desde Capileira hasta el Alto del Chorrillo.


Y como siempre puedes ver el itinerario a realizar en el siguiente enlace:


TRUCK DE LA RUTA A SIETE LAGUNAS