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Castillo de la Caba. Aldeire. |
El Castillo
de la Caba tiene su origen en época califal, más o menos entre los
siglos X y XI, aunque los restos de cerámica encontrados en su
recinto son principalmente de época Nazarí, no obstante cabe
resaltar que su máximo esplendor empieza con los reinos de Taifas y
la dinastía Zirí.
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Vista parcial del Zenete con el Castillo de la Calahorra. |
Aldeire
tiene una posición privilegiada entre las Taifas de Granada y la de
Almería, ya se habla que incluso ya hubo una fortaleza en este lugar
entre los siglos VIII y IX, tal y como cuenta la leyenda que al final
de la entrada contaremos, pero es con los Ziríes y su lucha contra
Almería como el Castillo se posiciona como una importante fortaleza.
Aldeire era rica en minería con yacimientos de hierro, plomo y
cobre, además de poseer cultivos y ganadería.
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Restos de Escoria de actividad minera en la zona. |
El Rey Badis
dota al Castillo de una guarnición de unos 20 o 25 soldados, los
cuales están en el Castillo sin apenas agua ni alimentos, para
asegurar su supervivencia, trae un par de familias para abastecer al
Castillo, familias que se instalan a los pies de la fortaleza, siendo
el origen de la localidad de Aldeire. Estas familias eran las
encargadas de subir al castillo agua, alimentos y leña. Cada 15 ó
20 días se producía el cambio de turno en la defensa del Castillo.
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Vista parcial del Castillo. |
Con la
dinastía Nazarí el castillo siguió su andadura y de hecho es
visible esta presencia en la fabricación de muros y torres que
siguen técnicas más modernas.
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Detalle de Torre. |
El castillo
de Aldeire se ubica en el denominado Cerro del Castillo, en la zona
Sureste de la población, se accede a través de un sendero que sube
por la zona llamada de las Eras, por el gran número de eras que en
ella se encuentran. Aunque la forma más fácil y accesible de acceso
es dejándose caer desde la carretera del puerto de la Ragua.
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Eras de Aldeire |
El Castillo
se erige sobre una pequeña plataforma con una superficie total de
algo más de 3000 metros cuadrados. Tiene forma alargada orientada en
sentido Este-Oeste. Prácticamente se conserva todo su entramada
exterior con torres y restos de murallas, concretamente hasta 10
torres se pueden observar, entre ellas la más grande con una altura
de 8 metros y muros de hasta 90 centímetros de espesor.
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Interior del Castillo. |
Junto a esta
torre se ubicaría en época musulmana la puerta de acceso al
Castillo, el material usado principalmente es mampostería,
consistente en grandes lajas de pizarra, al ser el material que
predomina en la comarca del Zenete, junto con tapiales de argamasa y
cal. Elementos que se van usando a lo largo del tiempo según la
dinastía y el momento histórico vivido.
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Detalle de Torre junto al posible acceso al Castillo. |
Si hablamos
del Siglo XI nos encontramos con tapial de tierra sobre una base de
mampostería de lajas, conforme iban avanzando los años, este primer
tapial se iba forrando con tapial de cantos o tapial calicastrado tan
típico de época Nazarí.
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Resto de Torre |
En el lado
Oeste del recinto quedan trozos discontinuos de muralla de
mampostería, y en el lado Sur donde el terreno es muy escarpado los
restos de muralla se adaptan al terreno con quiebros y ángulos.
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Restos de Torres. |
Dentro del
recinto del castillo encontramos los restos de dos aljibes, uno
pequeño situado en el extremo Este, junto a la torre más grande con
unas medidas de 3,10 x 1,65 metros.
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Aljibe pequeño. |
El segundo
de mayor proporciones se encuentra en el centro de la fortaleza, está
formado por tres naves paralelas, comunicadas entre sí por un
pequeño arco de medio punto. Las dimensiones total es de 8,50 x 6,50
metros y está construido con muros de hormigón y bóvedas de cañón.
En la nave central tiene dos brocales, uno en su parte superior y
otro en la parte frontal.
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Interior de Aljibe. |
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Interior de Aljibe y comunicación entre naves. |
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Interior del Aljibe. |
El Castillo
fue abandonado entre los siglo XIII y XIV, al desplazarse la defensa
a la denominada Fortaleza de Aldeire y cuyos restos encontramos
diseminados por el pueblo de Aldeire, concretamente en la calle de
las Torres.
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Vista exterior del Aljibe. |
El estado en
general de la fortaleza es muy malo y se encuentran en un total
estado de abandono, se puede acceder a ella en cualquier momento,
pues no tiene puertas ni está sujeto a ningún tipo de entrada o
control, más bien podemos hablar de ruinas del castillo.
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El Castillo desde el Puerto de la Ragua. |
LEYENDA:
Extraída
del diario GranadaHoy en su edición de fecha 5 de Noviembre del 2016
Cuenta
la leyenda que el gobernador visigodo de Septem (la actual Ceuta), el
noble Olian, envío a su hija doña Florinda, a la que luego
apodarían los árabes 'La Caba', a la corte de Toledo para que fuera
educada. Otras versiones señalan que fue el rey Don Rodrigo quien
alejó al padre a territorio fronterizo.
Este
último rey visigodo estaba enfermo de sarna, y eligió a la bella
Florinda entre su real corte con el fin de que ejerciera de enfermera
y limpiase sus heridas con un alfiler de oro. La muchacha, con
delicadas manos, hacía su trabajo con tal finura que pronto las
heridas producidas por el infeccioso ácaro mejoraron notablemente.
Su figura no pasó inadvertida para el monarca, a quien la joven,
además, le despertó los más bajos instintos, ideando un plan para
vencer su posible resistencia.
Don
Rodrigo preparó un viaje de inspección por las tierras del Sur con
el pretexto de comprobar que las defensas del reino estaban seguras.
Salió de Toledo con destino a Sevilla, pero antes de dirigirse a la
capital andaluza pensó en el castillo cercano a Acci (Guadix) para
dar rienda suelta a sus lujuriosas intenciones. Se desvió de su
camino y ordenó al capitán de su escolta que acompañara a Florinda
hasta el castillo, con la excusa de que era la única que sabía
aliviar los terribles picores sarnosos. A pesar de las objeciones de
la bella, finalmente tuvo que ceder ante la amenaza de devolverla con
su padre a Ceuta.
De
nada sirvieron los llantos y súplicas de Florinda ante el ataque de
Don Rodrigo que pudo consumar su plan y que destrozó la honra de la
joven, dejándola recluida en el castillo mientras continuaba su
campaña como nuevo rey.
La
joven consiguió contar lo sucedido a su padre a través de un
comerciante de sedas que pasó por la localidad con destino al norte
de África. No tardó el padre en rescatar a su hija del castillo de
Aldeire ayudado por algunos herederos del antiguo caudillo visigodo
Witiza, desterrados por don Rodrigo. Don Julián juró venganza
eterna y a fe que lo cumplió si se hace caso a la leyenda de su
traición.
La
leyenda incluye un soborno al soldado que la custodiaba con la
promesa de entregarle un fabuloso tesoro cuando fuera liberada.
Cierto es que la joven cumplió su promesa con el soldado
entregándole un fabuloso tesoro, aunque este poco pudo disfrutarlo
pues después de enterrarlo cerca de un joven castaño a la ribera
del río Benéjar para que nadie supiera de él, perdió la cabeza y
se olvidó donde lo guardó, algo en lo que, según las malas
lenguas, tuvo mucho que ver el agua del lugar.
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Don Rodrigo. |
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Plataforma sobre la que se asienta el castillo. |
DATOS DE INTERÉS:
PRECIO: No aplicable.
HORARIO: No aplicable.
VISITA PARA GRANADINOS: Aldeire y toda la comarca del Zenete ofrece muchísimas posibilidades tanto de turismo, con de senderos y paseos en familia. Recomendamos acercarse y subir al castillo, excursión que se puede complementar con la Rosandrá, especialmente en Otoño con los Castaños en su máximo esplendor.
COMO LLEGAR. En la misma entrada del pueblo, veremos unos carteles indicativos del camino que sube al castillo, la otra opción es subir el puerto de la ragua y dejarse caer. La única forma de llegar es andando.