En Armilla se encuentra
la Casa de García de Viedma, un edificio que acoge el museo
etnográfico de la población, así como sala de exposiciones,
biblioteca, salón de actos y toda una serie de salas y espacios
enfocados a la realización de actividades culturales en Armilla.
Es una vivienda que se
remonta al siglo XVIII pues ya en el Catastro del Marqués de la
Ensenada del año 1752, y que sirvió para relacionar todos los
bienes del reino, aparece la familia García de Viedma en este lugar
y concretamente en la calle Real. No sólo poseían esta casa, sino
muchísimas más viviendas, solares y tierras. Era una de las grandes
familias de la época, en las casas no sólo vivía la familia, sino
los caseros y toda su familia y tenían como actividad principal la
agricultura y la ganadería vinculadas a la vega de Granada.
Con los años los García
de Viedma entroncaron con los González Saavedra, otra pudiente
familia, es por eso que hay dos escudos heráldicos en la fachada de
la casa.
La casa de los García de
Viedma es el único ejemplo de típica vivienda que nos queda en
Armilla, probablemente uno de los pueblos de la Vega de Granada que
más transformación ha causado en los últimos años y en especial
en el boom inmobiliario. Se remodeló en el año 2008 por el
Ayuntamiento de Armilla y se inauguró como nuevo centro expositivo
en el año 2011.
La casa viene a seguir la
clásica tipología de casa de campo, con una gran puerta de madera
que da entrada a un zaguán y posteriormente accedemos a un patio
empedrado con pozo, grandes columnas de piedra de Sierra Elvira, y
las diferentes dependencias ubicadas a lo largo de galerías. Una
gran torre, hoy vivienda, probablemente sirviera en el pasado como
uno de los mejores y principales puntos de vigilancia de Armilla, una
población ubicada prácticamente en llano en toda su extensión, por
lo que esta torre, o el campanario de la Iglesia de San Miguel
ubicada a escasos metros eran los puntos más altos de control.
Uno de los espacios más
singulares de la vivienda es su museo etnográfico al que le vamos a
dedicar unas cuantas líneas y fotografías. Se encuentra en la
parte más antigua de la vivienda y cuenta con varios patios, salas,
cuadras y un espacio muy singular, la sala de las tinajas.
El museo etnográfico
tiene como finalidad recuperar la memoria del pasado más reciente de
Armilla, la vida en la vega, la producción de seda, su agricultura,
el uso de las antiguas acequias heredadas de los musulmanes, la
producción de tabaco, o la antigua fábrica de azúcar de Santa
Juliana entre otras.
En el museo encontramos
un recorrido histórico de Armilla a lo largo de la historia
referenciando sus hechos más importantes. Se habla de la presencia
Ibera y romana en estas tierras, de los musulmanes, de hechos
históricos, como cuando la Reina Isabel la Católica el día 2 de
Enero de 1492, con parte del ejército aguardaba aquí en Armilla a
que la entrega de llaves por parte de Boabdil se desarrollara sin
contratiempos.
A lo largo del recorrido
encontraremos todo tipo de aperos de labranza, y de paneles
informativos. La sala que más impresiona es la de las Tinajas,
antiguamente al no haber frigoríficos, se usaban grandes tinajas de
cerámica para conservar los alimentos, el grano, el vino o el aceite
entre otros. Es algo heredado de tiempos de romanos y musulmanes, y a
fecha de hoy todavía cuando se hacen derribos en casas antiguas,
algo que es muy usual que aparezca son los restos de una vieja
tinaja. En esta sala se encuentra seis. En algunas de ellas
encontramos el sello del Alfar, es decir el horno cerámico que
construyó la tinaja, en este caso una especie de estrella con forma
de cruz, también vemos en algunas escrito nombres, seguramente de
los trabajadores de la casa.
El tabaco forma parte del
museo etnográfico pues fue el motor económico de la Vega de Granada
durante muchísimos años, todavía a finales del siglo XX se seguía
plantando tabaco en la Vega de Granada, sin embargo poco a poco se
fue dejando hasta su definitivo abandono. Previamente al auge del
tabaco el otro gran producto que tuvo su auge en la vega, fue el
cultivo de la remolacha para la obtención de azúcar, de ahí la
Fábrica de Santa Juliana, situada en Armilla y que hoy en día todos
conocemos como Feria de Muestras de Armilla, y cuya Chimenea es el
testigo más representativo de ese esplendoroso pasado. En el término
municipal de Armilla todavía es posible ver algún resto de los
antiguos secaderos de tabaco.
La ganadería forma parte
del museo etnográfico, la casa contaba con cuadras y cría de
animales como cerdos y gallinas, y por supuesto tenía vaquería, era
yo un chaval como se suele decir por aquí, y todavía íbamos a las
vaquerías con nuestras cántaras de zinc a por leche recién
ordeñada. Incluso lecheros había que iban puerta a puerta
vendiéndola.
En otra de las salas del
museo visitamos una típica vivienda de época que nos recuerda a la
casa de nuestra abuela, con todos esos recuerdos que aún viven en
nuestra memoria. A nivel personal siempre me hace gracia la botella
de Anís, mi abuela siempre tenía su botella de Anís en el mueble
comedor, era la única botella que había en la casa, pero era algo
habitual de esa época, en la que el Whisky o el Gin, eran palabrejas
extrañas.
Ciertamente un recorrido
muy bonito, por la que ha sido la vida de Armilla durante muchos años
y que las personas más mayores del pueblo recuerdan aún con
añoranza. Merece la pena acercarse cualquier tarde a Armilla y
visitar este centro y en especial su museo etnográfico. El horario
de visita es de Martes a Sábado de 16:30/17:00 a 20:30/21:00 según
sea Invierno o Verano. Sábados de 11:00 a 14:00 horas y de
16:30/17:00 a 20:30/21:00 horas y los Domingos de 11:00 a 14:00. La
entrada es gratuita.