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viernes, 20 de octubre de 2017

Monasterio de Santa Isabel la Real.

Capilla Mayor del Monasterio. 


Verdaderamente poder visitar un Monasterio de Clausura es todo un privilegio y en Granada esto es posible, no sólo en este Monasterio de Santa Isabel la Real, sino en muchos otros que poco a poco van abriendo sus puertas y parte de su clausura el público en general. Hasta ahora nos habíamos limitado a llamar a un timbre o una campanilla junto a un torno, para comprar algunos de esos maravillosos y caseros dulces hechos y realizados con todo el amor del mundo y que saben a gloria, ahora vamos a dar un pequeño pasito más y vamos a entrar al otro lado de ese torno para descubrir un patrimonio artístico y cultural sin precedentes.


El Monasterio de Santa Isabel la Real, se crea por expreso deseo de la Reina Isabel la Católica en el año 1501 en el cual firma su cédula de creación para veinte hermanas clarisas. Ya en el año 1504 se firman otras dos cédulas por las cuales entre otros se concede al Monasterio una renta de 300000 maravedís y 500 fanegas de Trigo traídas de las villas del pan.



Sin embargo no es hasta el año 1507 cuando efectivamente se funda en la zona en la que se ubica el Monasterio junto al antiguo palacio de Dar-Al-Horra, curiosamente anteriormente la reina tuvo que permutar unas tierras a orillas del río Darro, con estos terrenos con su Secretario Hernando de Zafra.

No sólo la reina dotó al convento de rentas, también a lo largo de la historia del convento hubo otros benefactores como Dña. Teresa de Torres, María de Mendoza o D. Pedro de la Calle.

Uno de los puntos curiosos de este Monasterio es el del suministro de agua, que aprovechando los derechos otorgados por los Reyes Católicos y las antiguas canalizaciones de la acequia de Aynadamar, cogía agua de esta acequia con los mismos turnos que tuvieron en su época sus los antiguos moradores de los palacios de la dinastía nazarí.

Arco que suministra el agua. 


Dicha esta pequeña y breve introducción, no nos queda otra que empezar nuestra visita, en primer lugar y desde la calle se accede por un arco barroco en el que podemos observar una hornacina con una Santa, Santa Isabel de Hungría, que es la patrona de la tercera orden de San Francisco y dos escudos el de Felipe II y el de la orden de San Francisco.

Entrada al Monasterio. 

Lo traspasamos y accedemos al compás del Monasterio con forma de L, en el lado pequeño que pega justo a la puerta de la Iglesia, encontramos uno de los empedrados más antiguos que podemos encontrar a fecha de hoy en Granada y que es del siglo XVIII, en el lado mayor de esta L, se encuentra la Hospedería y el torno por el cual podemos comprar esas delicias caseras a las Hermanas Clarisas.

Empedrado del siglo XVIII. 

Acceso al Locutorio y Torno. 


Exteriormente y en el compás podemos ver la portada de la Iglesia es gótica del siglo XVI, de Enrique Egas, y en ella destaca el escudo de los Reyes católicos y sus emblemas el yugo y las flechas. Además y adosado a este lateral se encuentra la Torre del Monasterio de estilo mudéjar.

Torre de estilo Mudéjar. 

Portada Gótica de la Iglesia. 


Entramos por la puerta de la Iglesia y accedemos a la Nave de Fieles, decir que la primera vez que entré en este espacio me quedé con la boca abierta, ante la maravilla que estaban contemplando mis ojos, pero aún a fecha de hoy me sigo quedando estupefacto. La Iglesia tiene una de las armaduras más bonitas que hay en Granada y en especial la armadura que cubre la Capilla Mayor.

Armadura de la Iglesia. 


Para empezar con cierto orden la visita a la Iglesia, nos dirigimos en primer lugar a su Capilla Mayor, para ello lo primero es salvar los 15 escalones que la elevan hacia arriba. El techo como he comentado es una obra de arte, está realizado en madera con formas lobuladas y estrellas curvas con pijantes.

Armadura de la Capilla Mayor. 


En la Capilla Mayor podemos observar su retablo que se terminaría en el año 1618, poco antes de que falleciera su benefactora Sor María de Mendoza. Iconograficamente hablando, destacan dos figuras las de San Francisco y Santa Clara fundadores de la Primera y Segunda Orden.


Aquí podemos observar el retablo entero. 


Hay también dos retablos con escenas de la Natividad de Cristo, la Adoración de los Pastores y la Circuncisión, y unas tablas en las que podemos observar a San Juan Bautista y nuevamente Santa Isabel de Hungría. El retablo se complementa con un Calvario, una Virgen de Guadalupe y un Manifestador.

Adoración de los Reyes. 

Circunscisión. 


Por último en esta Capilla Mayor destacan las pinturas laterales que utilizando una técnica llamada trampantojo, nos hace ver una realidad que no existen como ventanas inexistentes.

Descendemos nuevamente los escalones y nos situamos en la Nave, lo primero es volver a contemplar esa bella armadura mudéjar de par y nudillo realizado con tres paños, estrellas de dieciséis puntas, piñas de mocárabes, tirantes, e incluso pequeñas pinturas con los escudos de la orden Franciscana.

Parte de Armadura y Arco Toral. 


Junto a la Capilla Mayor hay un púlpito en Madera, y junto a las escaleras un pequeño retablo con un relieve en alabastro que representa el momento en el que un soldado romano pone a Jesús la corona de espinas.

Púlpito


Cuatro son los retablos o capillas que tenemos en la Iglesia, en primer lugar el Retablo de San José, donde tenemos una imagen de San José con el niño, junto a esta imagen dos pequeñas tallas de San Antonio de Padua y San Antonio Abad y junto al retablo dos grandes tallas que representan a San Pascual Bailón y San Pedro de Alcántara, que proceden del antiguo convento de San Antonio Abad, que estaba donde hasta hace poco días había un parking junto a la muralla de la Alberzana en el alto Albaicín.

Retablo de San José. 


El otro de los retablos es el de la Inmaculada en cuyo centro tenemos una Virgen de la Inmaculada atribuida a la escuela de Alonso Cano flanqueado por dos pequeñas tallas de Niños Jesús.

San Pascual Bailón. 


Junto a este retablo encontramos dos obras maestras que tiene esta Iglesia, son dos bustos de José de Mora que representan a una Dolorosa y un Ecce Homo.

Busto de José de Mora. 

Busto de José de Mora. 


A continuación tenemos la Capilla de D. Pedro de la Calle, como comentamos al principio un benefactor del Monasterio y que se costeó esta capilla para él y sus descendientes, en ella hay una inscripción que dice “Esta capilla y enterramiento es de D. Pedro de la Calle caballero veinticuatro de esta ciudad y de sus herederos. Año de 1638”. En ella destaca un gran lienzo con un calvario.

Capilla de D. Pedro de la Calle, cuerpo superior con placa. 

Capilla de D. Pedro de la Calle. 


Por último encontramos el retablo de Ecce Homo.

Retablo de Ecce Homo. 


Una figura excepcional que vamos a ver en la Nave es un San Francisco de Pedro de Mena, que representa a San Francisco de Asís ante la impresión de las cinco llagas, es decir pide a Cristo sentir el dolor de la Cruz. Con un cristo en forma de Serafín que le imprime ese dolor.

San Francisco. 

Cristo Serafín. 


Al fondo de la nave está el Coro Bajo y sobre él el Coro Alto y un órgano que a fecha de hoy no está en uso.

Salimos por una pequeña puerta al Claustro del Monasterio, existe otro segundo claustro pero es de uso exclusivo de las hermanas, así como los huertos donde desarrollan una pequeña labor agrícola.

Claustro. 


El claustro tiene dos galerías con cuatro crujías de siete arcos cada una. En una de las crujías estaba el granero, donde se almacenaba el trigo donado al Monasterio por orden real, en otra de las crujáis estaba el refectorio, otra daba a la nave de la Iglesia, es por la que hemos accedido y por último la cuarta crujía se comunicaba con el locutorio. El claustro se construyó en el siglo XVI, entre 1572 y 1592 y en el centro tiene una fuente.

Por otra puerta situada en el claustro se accede al Coro Bajo, creado para que las religiosas puedan participar en la liturgia y comunión. Asimismo durante años pasados sirvió como lugar de enterramiento. En el Coro Bajo podemos destacar un gran número de obras de especial interés como un calvario, una urna de Jueves Santos, el facistol, o una Virgen Prelada.

Coro Alto desde la nave de fieles. 


Continuamos la visita, subiendo unas escaleras en cuya puerta está el escudo de los Mendoza y accedemos al Coro Alto, desde aquí la visión de la Nave de la Iglesia y de la Capilla Mayor es espectacular. También encontramos un gran número de obras de especial interés como unas tallas de San Antonio de Padua, Sto. Domingo de Guzmán o San Joaquín con la Virgen Niña, también podemos ver al Cristo de las tres caídas.

Podemos acceder desde este espacio a la galería superior del claustro que en algunos tramos conserva bellas maderas en sus techumbres.

Por último en esta parte superior del Monasterio se visita el dormitorio de Regina, en donde entre otros hay una gran colección de Niños Jesús y una tela en la que aparece la Virgen amamantando al niño.

La visita termina finalmente en la parte baja del claustro, concretamente en el refectorio y cocina, lugares que han sido ambientados, con utensilios de época que usarían las hermanas hace muchos años, pues a fecha de hoy estas dependencia están sin usar, pues ante el poco número de hermanas que hay en el Monasterio usan otras dependencias más pequeñas y habilitadas a tal efecto.

Cocina. 


Decir para terminar que es una de las visitas a Monasterios más bonitas y completas que se pueden hacer dentro del respecto a la clausura que aún a fecha de hoy se mantiene en el lugar.

DATOS DE INTERÉS:

HORARIO: Los Sábados a las 11:00 de la mañana (Es conveniente asegurarse que hay visita, las gestiona la empresa Pórticos, se puede encontrar así en Facebook).
PRECIO: 6 € en calidad de donativo.
VISITA PARA GRANADINOS: Sinceramente imprescindible que un granadino conozca un Monasterio que lleva más de cinco siglos en la ciudad de Granada un rincón único y que hay que visitar sí o sí.
VISTA PARA EXTRANJEROS: Desde luego si nuestra estancia es larga, o ya hemos venido muchas veces, y queremos ampliar horizontes con nuevas visitas y lugares menos concurridos, este es el sitio perfecto.
COMO LLEGAR: El Monasterio de Santa Isabel la Real, se encuentra en la Calle Santa Isabel la Real, junto a la Plaza de San Miguel Bajo, como siempre la mejor forma de llegar es andando, bien subiendo desde Plaza Nueva o bien subiendo desde el Arco de Elvira, o dejándonos caer desde la antigua carretera de Murcia, en autobús el C2, nos deja casi en la puerta. En taxi sin problemas, pero lo que no podemos hacer bajo ningún concepto es llegar en Coche, es completamente imposible.
Como bien he dicho antes, Pórticos gestiona las visitas a este Monasterio, con lo que aconsejo contactar con ellos a través de Facebook, o del email granadaconventual@gmail.com para asegurarnos que el Sábado en el que pretendemos ir hay visita.

Vista parcial del Monasterio. 




martes, 26 de septiembre de 2017

Aljibe de San Miguel Bajo.


Aljibe de San Miguel Bajo. 


Seguimos ampliando los diferentes aljibes musulmanes de Granada que han llegado hasta nuestros días, y en esta ocasión vamos a hablar del Aljibe de San Miguel Bajo.

Se encuentra en la plaza del mismo nombre adosado a la parroquia de San Miguel Bajo, concretamente en la fachada Oeste con orientación hacia la plaza. En un lugar que históricamente se ubicaba dentro de la Alcazaba Vieja y muy cercano a los antiguos Palacios de la dinastía Zirí.

Placa identificativa. 


La actual Iglesia está levantada sobre los restos de una antigua Mezquita a la que pertenecería el aljibe.

El aljibe en su interior está formado por dos zonas claramente diferenciadas, por un lado un largo callejón, quebrado y cubierto por una bóveda de medio cañón, y la segunda parte es una sala o nave rectangular con un gran pilar en el centro cubierto de bóvedas de medio cañón.

Interior del Aljibe. 


Tanto los muros como las bóvedas son de ladrillo y el suelo es de baldosa de barro cocido de varios tipos, y colocadas de forma irregular, espiga o hilada según la zona en la que nos fijemos.

En el segundo tramo del callejón, hay un agujero en la bóveda el cual permite sacar el agua desde la propia Iglesia. El callejón mide 4,80 metros de largo con un ancho de 1,68 metros y una altura de 3,92 metros.

Interior del Aljibe. 


La sala tiene unas dimensiones de 5,53 metros por 4,84 metros y una altura de 2,99 metros, lo que le otorga al aljibe una capacidad de 90 metros cúbicos, siendo de los de mayor capacidad del Albaycín.

Pero si realmente destaca algo en este aljibe es su portada, con un arco de herradura apuntado, y sobre todo por las dos columnas de origen romano reutilizadas. La boca tiene arco escarzano y todo el conjunto exterior está realizado en ladrillo.

Detalle del Aljibe. 



Por encima del conjunto hay un arco de descarga para evitar que la Iglesia pudiera dañar el aljibe, está datado como del siglo XIII.  

El Aljibe de noche. 


PRECIO: No aplicable gratis. 
HORARIO: Visible a cualquier hora. 
VISITA PARA GRANADINOS: Imprescindible acercarse y detenerse a observar sobre todo sus columnas romanas, además está en un lugar de obligado paso por el Albayzín. 
VISITA PARA EXTRANJEROS: Si vamos a estar varios días, y nos vamos a adentrar en profundidad por el Albaicín, con total seguridad llegaremos a esta plaza de San Miguel Bajo, donde veremos el aljibe sin dificultad. 
COMO LLEGAR: Para mí y como siempre lo mejor es llegar andando, pero también se puede acceder en el autobús C2 y por supuesto en taxi, en coche lo descarto por completo,. 

sábado, 23 de septiembre de 2017

Personajes Granadinos: Emilio Herrera Linares


Por motivo del 50 aniversario de su Muerte Granada le recuerda AÑO 2017. 


Empezamos esta nueva sección del blog lugares de Granada con encanto dedicada a ilustres granadinos y aprovechando una exposición que hay en el Palacio de los Conde de Gabia, lo hacemos con un personaje de los que debemos de considerar poco conocidos, ya habrá tiempo para los ilustres y afamados granadinos que hay muchos, pero considero más importante realzar la figura de aquellos granadinos que han quedado en cierto modo en el olvido y que tuvieron su pequeño papel en la historia de la ciudad y de España.

Emilio Herrera Linares nació en Granada el 13 de Febrero de 1879 y falleció en Ginebra el 13 de Septiembre de 1967, fue ingeniero militar, destacado aviador y científico, miembro numerario de la Academia de las Ciencias de Francia, miembro de las Sociedades de Matemáticas, Geografía y de Física y Química, fundador del Ateneo Iberoamericano de París, Caballero de la Legión de Honor de Francia, Comendador de la Orden de Cristo de Portugal, miembro del Instituto de Ingeniería Aeronáutica de Argentina.

Emilio Herrera Linares


Nació en la calle San Isidro, sus padres eran el militar Emilio Herrera Ojeda y Rita Linares Salanava, inició la carrera de arquitectura la cual abandonó para ingresar en la Academia de ingenieros de Guadalajara presidida por Pedro Vives Vich, uno de los pioneros de la aeronáutica. En el año 1903 se graduó e ingresó en la escuela de Aerostación, donde aprendió a manejar el aerostato, participando en varias competiciones aerostáticas,  en 1909 se casa con Irene Aguilera Cappa. Participa en la campaña militar de la guerra de África, de donde surge la necesidad de que las naves aéreas no estén ancladas a tierra.

Se hace piloto de avión, y en el año 1914 junto con su amigo Jose Ortiz Echague, cruza el estrecho de Gibraltar, se afianza en sus estudios en aeronáutica, monta en España la primera escuela de hidroaviones, y participa en la I Guerra Mundial como observador militar.

En el año 1918 intenta crear una compañía para unir Europa con América a través de dirigibles, finalmente el proyecto lo realiza otra compañía aunque Herrera es invitado como comandante.

Zepellin. 


Ayuda a Juan de la Cierva a fabricar su famoso autogiro, asimismo participa en la construcción del aeródromo de cuatro vientos, e idea una especie de escafandra estratosférica, para tripulantes de globos a gran altitud que sería la precursora de los actuales trajes de la NASA.

Reconstrucción de escafandra. 


Curioso es el hecho de que cuando se proclama la II República como hombre de honor que se considera le debe lealtad al Rey Alfonso XIII que se exilia, pero también le debe lealtad a la República y al pueblo español. Alfonso XIII le libera de su compromiso y Emilio Herrera pasó a servir a la República. En estos momentos es una destacada figura en el mundo de la aeronáutica y la aviación, desarrollando un globo que podía ascender hasta los 26000 metros y una especie de traje espacial, Herrera fue invitado a trabajar a la NASA, pero rechazó la idea, porque no le permitían que se ondeara la bandera española en la luna, única condición que él puso.

El traje se componía de una primera capa de lana, que cubría el cuerpo de pies a cabeza, después una segunda capa de caucho impermeable y luego un traje reforzado por alambres en las articulaciones para posibilitar el movimiento, la cabeza cubierta con un casco de aluminio con tres cristales que filtraban los rayos uva, iba provisto de micrófono, respiradores, sistema para filtrar el dióxido de carbono y termómetro entre otros.

Herrera y su invento. 


Comparativa del traje de Herrera con los actuales de la Nasa


Parece ser que el mismísimo Neil Amstrong, primer astronauta en pisar la luna, elogió la figura de Emilio Herrera y trajo rocas lunares, que regaló a un discípulo de Emilio que hasta el año 2004 han estado expuestas en el Museo de Aeronáutica de España, año en el que desaparecieron.

Al comienzo de la Guerra Civil ostenta ya el cargo de Teniente Coronel, se mantiene fiel a la república y es ascendido a General, su segundo hijo muere en la batalla de Belchite.

Se tiene que ir al exilio, y durante un tiempo es Presidente de la República en el exilio de los años 1960 a 1962, un caro meramente simbólico, malvive en Francia sobre todo por el dinero que obtiene de algunas de sus patentes, sigue trabajando en el mundo de la aviación y aeronáutica con artículos y proyectos. En el año 1923 había conocido a Albert Einstein y es un gran defensor de sus teorías.

Foto de Emilio Herrera. 


Murió en el año 1967 en Ginebra en casa de su primer hijo, en el año 1993 sus restos fueron traídos de vuelta a su tierra natal...GRANADA, donde descansan en el cementerio de la ciudad.

Cementerio de Granada


Esta es un poco resumida la vida de este personaje, nada más y nada menos que granadino, presidente de la República y sobre todo que sin él, no hubiera sido posible que el hombre hubiera llegado a la luna.

Próximamente la UGR, va a erigir una estatua en su honor, esperemos que llegue pronto ese día y allí estaremos para contarlo.

Monolito al General en la plaza del mismo nombre. 




sábado, 16 de septiembre de 2017

Leyendas de Granada. El velludo y el caballo descabezado.

Washington Irving. 


Es curioso como con el paso del tiempo, caen en el baúl del olvido, algunas de las leyendas más tenebrosas y misteriosas de la ciudad. No hay lugar a dudas, que hubo un tiempo en el que el velludo y el caballo descabezado eran seres temidos, siniestros y conocidos por todos los moradores de esta vieja ciudad.

Lo primero es preguntarse quienes eran estos misteriosos seres, y para ello debemos de acudir a dos escritores que nos dejaron constancia de su existencia, en primer lugar el padre Juan de Echevarría que escribió el libro “ Paseos por Granada y sus contornos”, en el que podemos leer lo siguiente:

“...uno y otro perpetuos guardias de los inmensos tesoros que dexaron los Moros en estos contornos, entregados á su infernal custodia. Estos dos vestiglos pasean todas las noches esas Alamedas, y veredas, y hay hombre que los ha visto. Dos viven hoy, el uno sugeto y muy distinguido, y muy conocido, y el otro soldado, hombre de mucha razón, con lo que merecen toda fee en juicio y fuera de él...”
“ El primero, una noche a la una encontró uno de estos dos animales firos, dice, que no sabe si era el Caballo descabezado ó el Belludo, pero que se inclina á que era este último, porque le pareció, que tenía lana y no pelo. El traía un cortejo de caballos invisibles, que solo se hacían sentir por el ruido de las pisadas, luego que lo sintió cerca, echó mano de un sable que llevaba, y le tiró tres o quatro tajos, a que el fantasma no se dió por entendido, tal vez le daria miedo al ver armas, en fin el se fue a su camino, y el vestiglo prosiguió su ronda. Esto me lo refirió el sugeto pasando por el mismo sitio donde le sucedió, contándomelo con todas las señales, pasos y acciones, de suerte que me parece no mentiría según la eficacia con que lo contaba.
El otro fue mas, porque no solo lo vio, sino le habló, y atestigua que es un fantasma de mucha razón, y muy cortés; dice que le preguntó donde iba. Que le respondió que se retiraba a la Alhambra, donde tenia su casa; que le replicó si llevaba intención de sacar algún tesoro. Que respondió, que no cuidaba de eso. Y que entonces el Vestiglo le dixo: pues en no tocando á los tesoros, manda en lo que gustes, y con esto se marchó. “

Edición de la UGR de Paseos por Granada y sus contornos. 



Pero si ya Juan de Echevarría dejó constancia de estos dos fantasmales seres es con Washington Irving, y su famosa obra Cuentos de la Alhambra, con la cual no se nos ha olvidado de la memoria la existencia de estos seres, aunque Washington sólo hace referencia al velludo, obviando al caballo descabezado, aunque habría que pensar que ambos seres con el paso de los años y el boca a boca se fusionaron en uno sólo en la tradición oral, en este libro hay muchas leyendas, y entre una de ellas se cuenta la “Leyenda de las dos discretas estatuas”, en la cual uno de sus protagonistas un franciscano llamado Fray Simón, acaba montado a lomos de nuestro velludo y desde la misma puerta de los Siete Suelos, atravesó toda Granada, por Plaza Nueva, el Zacatín y Bib-rambla, hasta nuevamente al amanecer volver a la puerta de los Siete Suelos, donde nuestro caballo coceó y tiró al suelo a nuestro fraile antes de desaparecer en la oscuridad y profundidad de la Torre.

Cuentos de la Alhambra


En la misma obra encontramos la siguiente referencia:

“ ...allí se ocultaba un monstruoso vestigio o fantasma que, según se decía, habitaba en aquella torre desde le tiempo de los moros, y que guardaba los tesoros de cierto monarca musulmán. Añadióme también que algunas veces salía a medianoche y recorría las alamedas de la Alhambra y las calles de Granada bajo la forma de un caballo descabezado perseguido por seis perros que lanzaban terribles ladridos y aullidos espantosos...Todo el mundo en Granada ha oído hablar de el velludo, y las viejas y nodrizas asustan a los niños llamándolo cuando lloran. Se dice que es el alma en pena de un cruel rey moro que mató a sus seis hijos y los enterró bajo estas bóvedas; en venganza de lo cual éstos le persiguen todas las noches”.

Puerta de los Siete Suelos. 

Nivel más bajo en la puerta de los Siete Suelos. 


Pero, ¿qué o quienes eran el velludo y el caballo descabezado?, el velludo era un caballo, endemoniado negro y sin cabeza, que en las noches de misterio o donde la oscuridad acechaba con toda su inmensidad, salía a recorrer la ciudad y la vega de Granada seguido de horribles y fieros perros, también negros. Sembrando el caos, el mal y haciendo estragos allá por donde pasara.

En ocasiones este indómito corcel se dejaba montar por algún alma osada y codiciosa en busca de aventuras, más cuando las primeras luces del alba brotaban en el horizonte, con sus huesos iba a parar al suelo, mientras que el velludo, corría junto a sus canes, a esconderse en su refugio. Una misteriosa guarida en los bajos de la famosa torre de los Siete Suelos, aquella que vio salí al último rey moro de Granada.


Es curioso como Washington Irving escribió también uno de los cuentos populares más famosos de los Estados Unidos, Sleepy Hollow que habla de un jinete sin cabeza.

Relato de Washington Irving



Lógicamente una puerta como la llamada de los Siete Suelos (Yo sólo he visto dos), puerta por la cual Boabdil abandonó la Alhambra para siempre, pidiendo que nunca más se abriera dicha puerta, tal y como vemos en algunos grabados donde se puede leer claramente “Semper Clausa”, el hecho de que el teniente alcalde de la Alhambra D. Diego Ponce de León, matara a su mujer y a varios de sus hijos arrojando sus cuerpos a dicha torre, han propiciado la aparición de leyendas y en especial en torno a dicho paraje.

Grabado de época. 


A fecha de hoy son muchos los granadinos que aún intentan bajar los siete pisos de la Puerta de los siete suelos en busca de los tesoros abandonados por Boabdil y otros ricos moros que abandonaron la ciudad pero he aquí que hasta la fecha no ha habido suerte.

Fuente del Tomate en los Bosques de la Alhambra

Lo que si está claro es que si alguna vez os aventuráis a atravesar los bosques de la Alhambra bien de madrugada, observareis una curiosidad. No hay ni un alma, por ninguna parte, y donde por la mañana hay miles de turistas deseosos de visitar la Alhambra, por la noche ni un alma atraviesa estos lugares, no sé si es que son muy listos los extranjeros que nos visitan y habiéndose leído la leyenda del Velludo y del Caballo descabezado no osan salir a la calle, o más bien será ese sexto sentido que todos tenemos y que nos dice que algo no va bien, en cualquier caso, si sois osados y atrevidos y por la noche atravesáis las alamedas y bosques de la Alhambra, si escucháis las herraduras de un caballo, o los ladridos de una jauría de perros, quien sabe quizás si seréis testigos de criaturas monstruosas de las que tan sólo unos pocos han sobrevivido para contarlo, o quizás como bien la pasó a fray Simón, acabéis a lomos de un caballo descabezado, emprendiendo todo un viaje a lo largo y ancho de la ciudad. En cualquier caso, no os lo guardéis y contarnos vuestra experiencia a través de estas humildes líneas.