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domingo, 14 de enero de 2018

Ocurrió en Granada: Martirio de los Franciscanos Juan de Cetina y Pedro de Dueñas 19 de Mayo de 1397.

Inscripción alusiva al Martirio. 



OCURRIÓ EN GRANADA: Martirio de los Franciscanos Juan de Cetina y Pedro de Dueñas. 19 de Mayo de 1397.

Nos trasladamos en esta ocasión al siglo XIV, para recordar un hecho ocurrido en la ciudad cuando aún estaba en manos de los musulmanes. En el recinto de la Alhambra junto a la Iglesia de Santa María de la Alhambra hay una columna levantada en el año 1590 por el arzobispo Pedro de Castro en homenaje a dicho hecho, el martirio de dos franciscanos que vinieron a Granada a predicar el cristianismo.

Pedro de Castro. 


En la columna hay una cartela con una inscripción que dice:

“Año de 1397 a doce de Mayo, reinando en Granada Mohammed fueron martirizados por manos del mismo rey en esta Alhambra Fr. Pedro de Dueñas y Fr. Juan de Cetina, de la Orden de P.S. Francisco, cuyas reliquias están aquí. A cuya honra Dios nuestro señor se consagra esta mansión por haber mandado del Sr. Pedro de Castro, arzobispo de Granada, año 1590.”

Para empezar esta historia nos debemos referir brevemente a sus protagonistas que vivieron vidas separadas hasta que el destino los unió y los envió a la ciudad de Granada.

Vidriera Catedral de Granada Juan de Cetina y Pedro de Dueñas. 


JUAN LORENZO DE CETINA.

Nació en el año 1340 en la villa de Cetina, cerca de Calatayud, hijo de Juan Lorenzo por las dificultades económicas de la familia pasó a servir al Señor de la Villa, quien lo tuvo en gran estima por su personalidad, sin embargo la vida de Palacio no llenaba el alma de Juan Lorenzo, de manera que se retiró a San Ginés, cerca de Cartagena una pequeña ermita donde llevó una vida contemplativa. Oída la llamada de Dios, cambió su estatus de ermitaño por Franciscano en el convento de San Francisco de Monzón, donde fue ordenado sacerdote. Mandado a Barcelona tuvo gran éxito en la conversión de infieles. Posteriormente se trasladó al convento de Chelva en el reino de Valencia.
En el año 1391 llegó la noticia del martirio de unos franciscanos en Jerusalen, solicitó permiso para ir a Jerusalen a predicar, pero se le denegó concretamente para esta ciudad,aunque sí se le concedió el deseo de predicar ante infieles, fue mandado a Córdoba, donde ingresó en el convento de San Francisco del Monte, aquí siguió con su vida contemplativa tal y como lo había hecho en San Ginés y en Chelva, pero sin renunciar a la comunidad ni a su deseo de predicar a los musulmanes, finalmente obtuvo permiso para acudir a Granada a predicar la fe cristiana, pero las normas decían que debía de ir acompañado de otro hermano y el elegido fue fray Pedro de Dueñas. Estábamos en el año 1396 y contaba Juan Lorenzo con 56 años de edad.

PEDRO DE DUEÑAS.

Natural de Bujalance en la provincia de Córdoba. Su padre era natural de Dueñas en el obispado de Palencia de donde tomó el apellido. Se dedicaba a la labor del campo cuando sintió el deseo de entrar al servicio de la orden Franciscana, lo que hizo en el convento de San Francisco del Monte.
Allí su vida se unió a la de Juan Lorenzo de Cetina y ambos emprendieron rumbo a la ciudad de Granada.

Obra que recoge los hechos del Martirio. 


LOS HECHOS.

El 28 de Enero de 1397 ambos llegan a Granada y empiezan a predicar en la Puerta de Elvira, entrada a la ciudad de Granada, el hecho causo estupor y asombro y avisado el Cadí de la ciudad, son llevados a su presencia. Ante él, y sus preguntas Juan Lorenzo contesta “Somos religiosos, ministros de Jesucristo, que, compadecidos de vosotros, venimos a predicar su ley, para que desengañados de la secta falsa de Mahoma, logréis el Cielo y vida eterna. “
El Cadí furioso mandó enviarlos a la Posada de los Mercaderes Catalanes, donde ya había otros religiosos y donde se les trató de disuadir de su empresa, sin embargo, volvieron a salir a predicar la palabra de Dios.
Enterado el Cadí, mandó que los apresaran y los encerró en el Corral de los Cautivos donde fueron obligados a efectuar trabajos forzados. Pese a su juventud Pedro de Dueñas cayó enfermo, e igualmente al tiempo lo hizo Juan Lorenzo, por el día trabajaban duro en las obras de una cisterna cerca de la Alhambra y por la noche eran devueltos a su cautivo.
El 17 de Mayo de 1397 volvió el Sultán Mohamed Abenbalba y dos días después fueron llevados a su presencia los cautivos cristianos. Hay dudas en las crónicas escritas de los hechos entre si hubo o no dialogo entre el Sultán y los frailes, sea como fuere delante del Palacio, en el mismo lugar en el que se levanta la columna mencionada anteriormente al inicio de la entrada el Sultán primero le cortó con su alfanje la cabeza a fray Juan de Lorenzo y posteriormente a fray Juan de Dueñas.
Parece ser que sus restos fueron arrojados fuera de las murallas de la ciudad, donde fueron recogidos por algunos fieles cristianos, que enviaron sus restos al convento de Córdoba, donde los restos de los mártires obraron varios milagros, hechos que fueron comunicados al rey Enrique III y se difundieron por toda España y Andalucía. Parte de los restos fueron enviados al convento de Vich.

En este cuadro se pueden apreciar a los dos franciscanos. 


Estos hechos ocurrieron un Sábado 19 de Mayo de 1397 en el palacio de la Alhambra, Fray Juan de Lorenzo tenía 57 años de edad, y fray Pedro de Dueñas unos 20 años de Edad. Clemente XII aprobó su culto el 29 de Agosto de 1731.

Clemente XII. 


En 1583 la provincia franciscana de Granada los eligió como patronos.


En la novela histórica el Perfume de Bergamota de Gastón Morata se recogen estos hechos.  

Novela el Perfume de Bergamota. 




Para este artículo se ha utilizado principalmente la obra de Cabanelas Dos mártires franciscanos en la Granada Nazarí, aunque también extractos de otros artículos de interés de autores como Laín y Rojas.