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sábado, 4 de abril de 2015

Palacio de Dar-Al-Horra.

Palacio de Dar-Al-Horra. 



Granada está de enhorabuena, pues hemos recuperado un nuevo lugar de un gran interés turístico el Palacio de Dar-Al-Horra, que ya está abierto a visitantes. He aquí un poco de su historia y de la fisionomía del edificio.

Nuevo acceso de entrada. Foto: Manuel Mendoza. 


El Palacio de Dar-Al-Horra, es un palacio nazarí construido en el siglo XV, en el barrio del Albayzín, sobre las ruinas de un anterior palacio del siglo XI, donde habitó, el célebre rey zirí Badis y que se conocía como el Palacio del Gallo del Viento, por una curiosa veleta de un gallo con cabeza de caballo, montado por un caballero armado de lanza y adarga. Se dice que cuando el viento cambia, también cambia la dirección del caballero señalando al enemigo cristiano, esto es según las crónicas de Ibn Al-Jatib, pero mucho de leyenda también hay en esta historia, pues hasta Washington Irving la menciona en uno de sus cuentos.

El Palacio a principios del siglo XX. Foto: Dídimo Ferrer a través de Facebook. 



De este antiguo palacio, tan sólo podemos encontrar unas cimentaciones de dura argamasa en el callejón exterior, junto al Arco de las Monjas. Fue también en este antiguo palacio donde murió asesinado el célebre visir Ibn Nagrela.

Probablemente su construcción tal y como la conocemos se la debamos atribuir a Yusuf III el conciliador (1407-1417)


Palacio de Dar-Ál-Horra desde el callejón de las Monjas. 

Muro de Argamasa, cimentación del Palacio y restos del antiguo
alcazar de los reyes ziríes, residencia del Rey Badis. 


Se sitúa junto a los restos de la antigua muralla Cadima, y en el entorno de las primeras edificaciones que se produjeron con la llegada de los ziríes a la colina del Albayzín, en el 1013, y que en cierto modo constituyó la creación de la ciudad de “Garnata”, Granada. Sin bien, podemos hablar de restos anteriores íberos y Romanos en la zona.

Alberca. 


El nombre de Dar-Al-Horra significa “Casa de la Señora”, en este palacio habitó Aixa, mujer de Muley Hacen, y madre de Boabdil. El Rey que diera nombre al pico más alto de la península tomó como favorita a Isabel de Solís esclava cristiana que cautivó al rey musulmán y con la que se casó posteriormente, convirtiéndose ésta al islam y adoptando el nombre de Zorayda, que significa “Estrella de la mañana”. Aixa fue repudiada y se refugió en un lugar lejano a los palacios de la Alhambra, justo en la colina de enfrente, en la vieja Cadima.

Patio y alberca. 


Tras la conquista por los Reyes Católicos fué entregada a Hernando de Zafra, pasando posteriormente a posesión del Convento de Santa Isabel la Real, ya entrados en el siglo XX, pasó al Estado, gracias a la intervención de Torres Balbás que quiso preservar los monumentos nazaríes y que realizó una reforma del lugar. En el año 2012 pasó a manos del Patronato de la Alhambra que se ha encargado de restaurarlo y de ponerlo nuevamente al servicio del público en general como un lugar de interés turístico, además de implantar una nueva modalidad de visita turística en la ciudad la Dobla de Oro, que combina la Alhambra con el Patrimonio en el albaicín, facilitando la visita de lugares como la Casa Morisca de Horno de Oro, Casa de Zafra, Bañuelo, Palacio de Dar-Al-Horra y como he comentado la misma Alhambra.

Convento de Santa Isabel, junto al Palacio de Dar-Al-Horra. 

El Palacio sigue la tipología nazarí con crujías alrededor de un patio central con alberca. La orientación de la Casa es Norte-Sur.
El acceso se hace a través de la fachada Oeste y de un jardín, que sería incorporado en la reforma de Torre Balbás, pues se sabe que la entrada original estaría en el lado Norte y en forma de recodo, como era habitual.

Pórtico Norte. Galería Alta. 


En el interior, alrededor del patio hay cuatro alas, la Norte y la Sur, aunque de menor tamaño, son las más destacables por su altura y decoración, las laterales Oeste y Este, seguramente estarían orientadas a dependencias menores.

San Cristobal desde el Pórtico Norte. Foto: Jose María Romero Pérez


El patio es rectangular de unos diez metros de largo por ocho de ancho, con una pequeña alberca en el centro y fuente. En torno al patio hay un alero, y bajo él un friso de madera con inscripciones coránicas. Bajo el patio habría un gran aljibe o deposito de agua, que se llenaría a través de la conducciones de agua, que llegarían a través de la acequia de Aynadamar desde el paraje de Fuentegrande en Alfacar.

Friso bajo alero con inscripciones coránicas. Foto: Marisa Arco. 

La crujía sur, se compone de una única sala a la que se accede a través de una triple arcada con columnas de mármol. Dicha sala se subdivide en dos zona, lo cual se aprecia por el techo. Este lugar era usado por las Franciscanas como Capilla, la zona principal tiene una armadura a cuatro aguas, y la zona usada como altar, tiene una armadura ochavada.


Detalle de Arco Pórtico Sur. 



Armadura a Cuatro Aguas. 



Armadura Ochavada: Foto Jose María Romero Perez



Detalle de Armadura Ochavada. Foto: Manuel Mendoza. 

La crujía Norte tiene dos plantas, La planta baja tiene una sala principal con alhanías a los lados, en la del lado Este encontramos un alfiz con inscripciones. El techo es plano, y en este alfarje apoyado sobre columnas de mármol blanco, encontramos epigrafías y atauriques originales. También encontramos un mirador que tiene su homólogo en la planta superior, con una ventana geminada al frente y dos a los lados, todas coronadas por otras más pequeñas. Salvo la armadura del mirador, el resto está restaurado y es del siglo XX.

Detalle de Columna de Mármol Blanco con Capitel. 

Detalle de Columna con Capitel. 
Detalle de Alfarje. 


Ventana Lateral

Ventana Geminada. 


Siguiendo la escalera que hay en la zona nordeste llegamos a la planta superior donde destaca una galería con ricos atauriques. En la puerta de acceso a la Sala destacan también sus gorroneras de madera pintada, las tacas con pequeños arcos gallonados, y sus alfices unos con cintas entrelazadas y otro con decoración epigráfica. En esta Sala las ventanas del lado Este son las únicas antiguas.

Galería del piso superior.

Detalle de inscripción. 

Atauriques originales. 

Taca con arco gallonado. 

Detalle de decoración. 

Gorronera Pintada. 


Siguiendo las escaleras en ascensión llegamos al torreón superior, que aunque completamente restaurado, nos ofrece una visión excepcional, de la Alhambra, Sierra Nevada, San Cristóbal o Sierra Elvira.

San Cristóbal desde el Torreón. 

La Alhambra y Sierra Nevada desde el Torreón. 

Sierra Elvira desde el Torreón. 

Muralla Zirí, y Aljibe del Rey desde el Torreón. 



Por último destacar el patio, sin bien, hemos de entender que esto debía de ser un gran conjunto con huertas, llenas de frutales, hortalizas de temporada, limoneros, naranjos, e incluso hasta parras que dieran vino. Sin embargo el espacio que nos ha llegado hasta nuestros días es reducido, aunque hemos de destacar el resto de acequia original, que vemos en la parte Este del Patio y que enlazaría con el arco de las Monjas y toda la red de aljibes del Albayzín, y del ramal correspondiente del cual llegaría el agua desde la acequia de Aynadamar. 

Patio del Palacio. 

Restos de Acequia. 



De momento el Palacio abre de 10:00 de la mañana a 20:00 de la tarde en unas jornadas de puertas abiertas. Más adelante, habrá que estar atento a las informaciones que haya sobre su horario. Parece ser que se podrá visitar de forma individual, o también a través de la entrada Dobla de Oro, que incluye la visita a la Alhambra. 
El tema de precio oscila y hay varias opciones, a fecha de Diciembre del 2022 cuesta 5 euros la entrada conjunta a varios monumentos de la dobla de oro. Los Domingos es gratis, y existe también otro tipo de entrada combinada con la entrada a la Alhambra. 

Cartel que indica la adhesión de este monumento a la Dobla de Oro. 

Cartel explicativo del Ayuntamiento de Granada. 


Situación del Palacio en el barrio del Albaizyn. 

Como siempre mi intención es dar a conocer un poco más de nuestro patrimonio a todo el mundo. Gracias a Manuel Mendoza, Jose María Romero Pérez  y Marisa Arco por algunas de sus fotos que les he cogido prestadas junto a las mías propias. Igualmente decir que para esta entrada he usado principalmente la guía de Gómez Moreno, y el libro en busca de la Granada Andalusí.
Cualquier error, comentario o apreciación será bienvenido. 


domingo, 29 de marzo de 2015

Silla del Moro o Castillo de Santa Elena.

Silla del Moro


Cuando era pequeño estaba muy de moda ir los Domingos a un lugar, que todos conocíamos y que se llama “Llano de la Perdiz”, para pasar el día y comerse junto a la familia la típica tortilla de patatas y el filete empanado. Para llegar hasta tal lugar, se tenía que subir todo el Cerro del Sol, y a la bajada se pasaba por un sitio con un peculiar nombre “La Silla del Moro”. He aquí su historia.

Silla del Moro. 


La llamada Silla del Moro, fue una construcción de vigilancia y protección para la zona del Generalife, todas sus huertas y el sistema acuífero de la Acequia Real. Se trata de un pequeño castillo de época nazarí, construido en el siglo XIII.

Muro original del siglo XIII.


Según las crónicas constaba de una gran torre, junto con otras dos más pequeñas, todo rodeado de una muralla. La mayor de las torres, era hueca en su interior y albergaba varias dependencias.

Panel explicativo en la Silla del Moro. 


Este lugar tal y como se ha podido comprobar con los túneles y galerías existentes estaba conectado con el Generalife. Se piensa igualmente que tuvo que tener comunicación directa con los palacios de los Alixares ubicado dentro del actual Cementerio de Granada, y el palacio de Dar-Al-arusa, que se encuentra a unos 100 metros por encima del castillo y cuyos restos fueron hallados de forma casual en el primer tercio del siglo XX.

Restos originales del Castillo, respetados y conservados en la última restauración. 


Justamente desde este Palacio, y a través de una conducción cuyos restos podemos ver, llegaba el agua al castillo para el abastecimiento de la dotación militar. Contaban con aljibe y puede que hasta tuviera mezquita, pero esto último nunca ha sido confirmado.

Restos de la conducción de Agua que suministraba el Castillo. 


En el año 1494 Jerónimo Munzer, ya destaca el mal estado de conservación del Castillo, al que los nazaríes, apenas prestaban atención.

Silla del Moro en los años 80. 


En el año 1623 por los grabados de época sabemos que aún se mantenía en pie, siendo en años posteriores cuando empieza a tener un estado ruinoso.

Restauración del castillo, años 60. Fuente Patronato de la Alhambra. 


El nombre de Santa Elena le viene de su consagración como Iglesia, y por el pequeño oratorio que había consagrado a esta Santa y de los cuales no nos han llegado ningún resto.

Boca del aljibe. 


Fué usada también por los franceses, que ocuparon dicha construcción, y montaron piezas de artillería quedando totalmente destrozado el lugar por las voladuras realizadas. Y usando el lugar para tirar cañonazos contra las torres y murallas de la Alhambra. Sin embargo dado su escaso valor, al retirarse no volaron el lugar.

Silla del Moro desde la ciudad años 60. Fuente Patronato de la Alhambra. 


Hasta el siglo XX, estuvo en un total estado de ruina, hasta que por el arquitecto Torres Balbás se empezó en 1929 a acometer obras de restauración y de protección del edificio.

Silla del Moro en los años 80. 


En los años 80 se proyectó la construcción de un restaurante, cuyas obras se iniciaron, pero nunca se llegaron a terminar, hasta el punto que se vinieron abajo.

Planos con proyecto de Restaurante. Fuente Patronato de la Alhambra. 


Ya en el siglo XXI, se acometió una profunda y radical reconstrucción del conjunto, bajo la dirección del arquitecto Pedro Salmerón, con los escasos restos originales de la construcción que han llegado hasta nuestros días, dándole un aspecto para nada parecido con el original. Pero sí dotando a la ciudad de un mirador excepcional.

Plataforma superior de la Silla del Moro, tras su última restauración. 

Vista posterior de la Silla del Moro. 

La Alhambra desde la Silla del Moro. 


La Silla Del Moro, depende actualmente del Patronato de la Alhambra y se puede visitar los Domingos por la mañana. La entrada es gratuita.

Alhambra, Generalife y Silla del Moro, desde el Albayzin. 


Por último y para terminar, decir que no está claro de donde proviene el nombre de Silla del Moro, en esto entran en juego las leyendas entre las que se encuentra aquella que dice, que en tiempos del rey Boabdil, y debido a sus malas maneras de vivir, se produjo en la ciudad un gran amotinamiento. Debido a esta rebelión del pueblo, el rey huyó, y se refugió en una colina cerca de Palacio, desde donde pudo observar el transcurrir del alzamiento, de ahí el nombre de Silla del Moro.

Alzado del conjunto. Fuente Patronato de la Alhambra. 



Por otro lado recalcar, y así siempre me lo contaron mis padres de chico, que el lugar siempre se ha caracterizado por estar lleno de tesoros ocultos, que dejaron los musulmanes cuando abandonaron Granada, no sólo yo me lo creí, sino que no hay más que ver la película “Todo es posible en Granada” de Manolo Escobar, para comprobar que estas leyendas llegaron al mundo del cine con un gran éxito.  

Silla del Moro o Castillo de Santa Elena en la Plataforma de Ambrosio de Vico. 


Situación de la Silla del Moro.