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viernes, 29 de noviembre de 2019

Esculturas de Granada. Monumento a Alonso Cano.

Escultura de Alonso Cano. 




En la Plaza de Alonso Cano, nunca mejor dicho y mejor nombre para una plaza, justo delante del Sagrario, a las puertas de la Curia y cerca de la insigne fachada de la Catedral diseñada por él mismo se encuentra la Estatua de Alonso Cano.

La estatua está formada por dos cuerpos, en la parte baja un gran pedestal prismático realizado en piedra de Sierra Elvira, con plintos, bocel escocia y rebajes en la parte baja y una cornisa saliente en la parte alta. En la parte delantera un dibujo neoclásico que bordea una ménsula donde se puede leer ALONSO CANO 1661-1667.El pedestal tiene una altura de dos metros y medio, y otros dos metros y medio la escultura haciendo que el monumento tenga una altura total de cinco metros.

Escultura de Alonso Cano. 


En la parte superior del pedestal se encuentra la figura del artista, la cabeza y las manos se dirigen hacia la derecha, estableciendo un equilibrio con un ritmo no estático, sino ligeramente curo, que le da a la escultura un dinamismo natural. 
La figura es alargada con los brazos exagerados para que vistos desde abajo no resulten cortos. 
Lleva una capa que le cubre parte del cuerpo, echada sobre el hombro izquierdo que cae sobre el brazo, adaptándose al ritmo del conjunto de la figura. La cabeza y las manos están realizadas con mármol de carrara (Italia). 
La frente y los pómulos son exagerados, para que la luz del Sol destaque sus facciones, y no quede planta. Igualmente , tiene hueco los ojos para que la luz fuerte del sol, no ciegue las pupilas. 
El cabello, esta elaborado con mechones fuertes, que contrastan con la delicadeza de la cara, que presenta perilla y bigote. Las manos son finas y huesudas, y presenta una patina marfileña que le da el mármol de carrara.

Detalle de Mano. 

En la mano derecha tiene un mazo, símbolo de la profesión del escultor. En la mano izquierda, tiene un plano de arquitectura, con la planta de la Iglesia de la magdalena de Granada. En el frente del basamento, va la siguiente inscripción: "Alonso Cano- 1660-1667".


El modelado anatómico de la figura es fuerte, pero a la vez delicado. Los paños que envuelven a la figura van modelando su cuerpo suavemente, sin estridencias ni volúmenes exagerados. 

Detalle de la Cabeza. 




No podemos entrar en profundidad en analizar la figura de Alonso Cano, pues eso es merecedor de varias entradas diferentes en este blog, pero sí esbozar un pequeño boceto, nació en Granada el 19 de Febrero de 1601 en el barrio de San Idelfonso y murió en esta misma ciudad el 3 de Septiembre de 1967, fue escultor pintor y arquitecto y uno de los más grandes artistas del siglo XVII, del barroco español y artífice de la llamada escuela granadina de la que surgieron artistas de la talla de Bocanegra, Juan de Sevilla , José Risueño o Pedro de Mena entre otros.

Alonso Cano. 


Entre sus obras destacamos el diseño de la Catedral de Granada, realizada póstuma a la muerte del artista, su inmaculada que se conserva en la Sacristía de la Catedral, y la colección de pintura que podemos encontrar en la misma Catedral de Granada, desgraciadamente la invasión francesa acabó con gran parte de su obra y legado expoliados y esparcidos por toda Europa.

Firma del escultor

La escultura que aquí vemos es obra el artista granadino Antonio Cano Correa, nacido en Güejar Faragüit el 4 de Febrero del año 1909, y que en el año 1922 entró a trabajar en el taller de Navas-Parejo donde se inicia en el arte de la escultura, empezando desde cero con tareas tan simples como barrer el taller hasta ir poco a poco desarrollando actividades de más responsabilidad, como moler colores, hacer moldes y por último manejar la gubia y el cincel.

El escultor y su escultura. Fuente Wikipedia. 


Varias veces entró y salio de trabajar del Taller de Navas Parejo, estudió Bellas Artes en Madrid y posteriormente en Valencia, debido a que la Guerra había destruido la Academia en Madrid. Conoció en vida a figuras tan importantes como Federico García Lorca, Valle Inclán o Pío Baroja.

Nazareno de la Iglesia de Güajar-Faragüit en Granada. Fuente Wikipedia. 


Su obra es interminable con gran número de piezas escultóricas distribuidas por toda la Geografía entre las que además de la escultura a Alonso Cano, podemos destacar gran parte del la obra escultórica de la Iglesia de Güajar-Faragüit con un Cristo Crucificado , una Dolorosa, un San Lorenzo o un Cristo Nazareno. Murió en Sevilla el 3 de Julio del 2009. A lo largo de su dilatada vida (100 años) recibió numerosos premios, homenajes y menciones, así como varias medallas al mérito artístico.

Se casó con Carmen Jiménez Serrano también escultura a la que conoció en Granada y que falleció en Octubre del 2016, ambos se encuentran enterrados en el cementerio de San José.

La escultura fue un encargo del alcalde de Granada Antonio Gallego Burín, en el año 1943, Antonio modeló la escultura en la escuela de Artes y Oficios de Granada, y se inauguró durante las fiestas del Corpus del año 1945, concretamente el 29 de Mayo de 1945 ya lucía la escultura en la recién modelada plaza que antes se llamaba del Palacio Arzobispal, por haber sido ocupado este espacio por parte del edificio hasta su demolición en el año 1868. 

Patria 30 de Mayo de 1945. 

Patria. 27 de Mayo de 1945


Junto a la colocación de la escultura, se pintó la fachada de la casa que había a las espaldas, se pavimentó el suelo, y para salvar el desnivel, se puso una pequeña balaustrada con unos escalones. Tal y como podemos apreciar y disfrutar a fecha de hoy. Tal y como vemos en esta primera época no había ningún árbol plantado. Y el coste total de las obras de pintura, remodelación y colocación de la escultura en este punto fueron de 4172 pesetas de la época. 

La anécdota de esta escultura viene de la mano de Isacio Rodríguez director de Secretos de Granada, el cual contaba, como a su vez le habían contado que habia una señora de avanzada edad, que siempre estaba en posición de rezo, delante del escultor. En cierta ocasión una persona acostumbrada a tan pintoresca escena, le comunicó a la pobre señora que la escultura ante la que rezaba no era la de ningún santo, ni profeta ni angel, ni siquiera nada por el estilo, sino la escultura del gran arquitecto, pintor y escultor "Alonso Cano", a lo cual la señora le respondió, algo así como ¡¡¡¡a mí me vas a venir con esas con la de milagros que me ha obrado!!!!!

Detalle de la zona superior. 


DATOS DE INTERÉS:

PRECIO: No aplicable. Gratis. 
HORARIO: No aplicable. Espacio público. 
VISITA PARA GRANADINOS: Difícil, casi imposible no pasar por delante de ella en alguna ocasión, pero a veces andamos y no nos fijamos en las cosas, por eso, la próxima vez que paseis delante del Sagrario, dedicadle unos minutos a contemplarla. 
VISITA PARA NO GRANADINOS: Por su situación, junto a la Catedral, Capilla Real, Alcaicería y Bibrambla, hacen igualmente casi imposible que no la veamos y disfrutemos, pero por si las moscas, quedaros con el dato, que está a las puertas de la Iglesia del Sagrario. 
COMO LLEGAR: Se encuentra en la Plaza de Alonso Cano, en pleno centro de Granada, lo mejor como siempre andando. En bus los más próximos tienen sus paradas en Gran Vía o Reyes Católicos. Si vamos en taxi, quizás lo más cercano sea plaza de la Romanilla y en coche privado, lo cual es una locura, deberiamos dejarlo en el parking de San Agustín. 


Bibliografía:

Granada monumental. Rogelio López Cuenca y Elo Vega. 2016
Agua, mármol y bronce. Gabriel García Guardia. 2002
Plazas y paseos de Granada. Fernando Acale Sánchez. 2005
www.antoniocano.com
Guía de Granada. Antonio Gallego Burín. 1982

sábado, 23 de noviembre de 2019

Trinchera la Moraleja. Gualchos.


Nido de Fusileros. 


Poco a poco vamos a ir subiendo todas las posiciones y trincheras de la Guerra Civil Española que quedan aun en pie en nuestra provincia, ciertamente y tal como me han demandado algunos fieles amigos y seguidores del blog, al final abriré un blog específico y concreto de posiciones de la Guerra, pero mientras llega ese momento, todas las iré subiendo aquí, desde las más espectaculares, hasta las más simples y sencillas como la que hoy vengo a comentar. 

Interior del Nido. 


La posición de la Moraleja, se encuentra entre los términos municipales de Gualchos y Motril, junto a la carretera GR-5209 una vez pasamos el lugar denominado Cortijo y Fuente del Moral si venimos desde Motril y nos dirigimos hacia  Gualchos. También esta posición en algunas fuentes puede venir referenciada como posiciones del Pico del águila, pero no es el caso, pues esas posiciones están más cercanas a Gualchos y unos kilómetros más adelante. 

Pico del Aguila. 


La posición conserva dos elementos claramente identificables, en primer lugar una línea de trinchera excavada en la tierra y sin ningún tipo de mampostería o muro, por lo que sólo queda el surco que ha llegado hasta nuestros días. 

Y en segundo lugar y el único elemento fiable de que en efecto aquí estaba esa posición son los restos de un nido de fusileros, realizado con mampostería unida con cemento. El estado es muy lamentable, y parece incluso que alguien lo hubiera colocado aquí al azar, pues más bien parece un parche en medio del monte. 

Nido de Fusilero con la carretera al fondo y los nuevos molinos de viento. 


Estamos ante una posición Nacionalista, identificada con el número 117 de la División 33. El lugar es conocido como Loma Barrera, es una posición directamente confrontada con el Pico del Águila, que era posición Republicana, hasta que la misma fue tomada. 

Inapreciable resto de Trinchera excavada en la tierra. 


Se piensa que los restos de trinchera, bien pudieran ser de origen Republicano. 


DATOS DE INTERÉS:

PRECIO Y HORARIO: No aplicable.
VISITA PARA GRANADINOS: Realmente este es un punto o bien para quien quiera completar una visita completa a todas las posiciones que dejó la Guerra Civil Española en Granada, o bien para alguien que pase por la carretera y se acuerde, y pare un momento, pues desde la carretera hasta el nido son 50 metros en llano.
COMO LLEGAR: Si cogemos la Gr-5009 desde Motril hacia Gualchos, pasado el Cortijo y Fuente del Moral, a no más de un kilómetro, en una zona donde se abre una gran loma abierta al mar, veremos con claridad el nido posado sobre ella. Hay que dejar el coche en el arcén muy pegado, y bien señalizado.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Leyendas de Granada. El Moro Tarfe y Garcilaso de la Vega.

El triunfo del Ave María en la Iglesia de la Encarnación de Santa Fe (Granada)



A través de estas líneas de las que cada día estamos más contentos pues sois más los lectores y personas que nos mostráis vuestro entusiasmo con el blog, vamos a rememorar la conocida leyenda del Moro Tarfe y Garcilaso de la Vega. Leyenda que ocurrió en la localidad de Santa Fe, un emplazamiento ideado como campamento militar de los Reyes Católicos , y que a lo largo de los años ha devengado en el pueblo que todos conocemos. En parte propiciado por un fortuito incendio que destruyó gran parte de las tiendas, y que supuso la construcción de un nuevo fuerte con muros, puertas y torres de piedra. Pero empecemos la historia:

Plano de la ciudad de Santa Fe (Granada)


Estamos en los últimos años de la reconquista, los Reyes Católicos tienen cercada Granada e instalado un gran campamento militar a unos doce kilómetros de la ciudad de la Alhambra en un lugar que han venido a llamar Santa Fe. En un primer momento es un campamento con tiendas, entre ellas las que acoge a la Reina Isabel la Católica pero un fortuito incendio propiciado por una vela, quema gran parte de las instalaciones y propicia la construcción de un fortín, de una ciudad amurallada que pervive a fecha de hoy con sus cuatro puertas, orientadas cada una de ellas a los cuatro punto cardinales.

Iglesia de la Encarnación en Santa Fe. 


Viene siendo habitual las muestras de valentía por parte de los más valerosos soldados y guerreros de ambos bandos, tanto del cristiano como del musulmán. En este último destaca un moro, cuyo nombre es Tarfe. Una noche y en una gran muestra de valor, alcanza el campamento militar y logra clavar una lanza con una prenda de su amada Zaida en la tienda de la Reina, todos los intentos por alcanzarle son en vano.

Los cristianos heridos en su honor, no pueden dejar las cosas así, por todos es conocidos la LEYENDA DE HERNAN PEREZ DEL PULGAR, de la que ya hemos escrito en este blog, por la cual se acercó hasta la mismísima mezquita mayor de Granada, y clavó en su puerta un puñal con un pergamino en el cual se podía leer “AVE MARÍA”.

Hazaña de Hernán Pérez del Pulgar. 


Al día siguiente el moro Tarfe, se presenta a plena luz del día ante el real de Santa Fe y reta al Rey Fernando para que escoja a su mejor caballero para un duelo cuerpo a cuerpo. Trae consigo el pergamino con el “Ave María”. Garcilaso de la Vega, pide permiso al Rey para tal afrenta, pero el Rey no le da permiso, pese a ello, Garcilaso sale al encuentro del Moro Tarfe venciendolo en combate singular, mostrando la cabeza del moro a todos los Cristianos. Los Reyes le conceden por armas el AVE MARÍA, y el titulo de la Vega.

Viñeta del triunfo de Garcilaso sobre el Moro Tarfe. 


Pero este acontecimiento prácticamente podríamos decir que es pura Leyenda y que no ocurrió verdaderamente tal y como se relató. No obstante y si nos fijamos en las fuentes escritas son varias las veces en las que se recoge este hecho entre ellas la que nosotros traemos a continuación el relato Ginés Pérez de Hita “Historia de los bandos de Zegríes y Abencerrajes” del año 1595 en el que encontramos el siguiente romance:

Cercada está Santa Fe
con mucho lienzo encerado,
al derredor muchas tiendas
de seda, oro y brocado,
Donde están duques y condes
señores de grande estado,
Y otros muchos capitanes
que lleva el rey don Fernando,
Todos de valor crecido
como ya lo habréis notado,
en la guerra que se ha hecho
en el granadino estado,
Cuando a las nueve del día
un moro se ha demostrado
Encima un caballo negro
de blancas manchas manchado,
Cortados ambos hocicos,
porque lo tiene enseñado
El moro, que con sus dientes
despedace a los cristianos.
El moro viene vestido
de blanco, azul y encarnado,
Y debajo esta librea
trae un muy fuerte jaco,
Y una lanza con dos hierros
de acero muy bien templado,
Y una lanza con dos hierros
de acero muy bien templado,
Y una adarga hecha en Fez,
de un ante rico estimado.
Aqueste perro, con befa,
en la cola del caballo,
La sagrada Ave María
llevaba, haciendo escarnio.
Llegando junto a las tiendas,
de esta manera ha hablado:
-¿Cual será aquel caballero
que sea tan esforzado,
Que quiera hacer conmigo
batalla en aqueste campo?
Salga uno, salgan dos,
salgan tres o salgan cuatro;
El alcaide de Donceles
salga, que es hombre afamado;
Salga ese conde de Cabra,
en guerra experimentado;
Salga Gonzalo Fernández,
que es de Córdoba nombrado,
O si no, Martín Galindo,
que es valeroso soldado;
Salga ese Portocarrero,
señor de Palma nombrado,
O el bravo don Manuel
Ponce de León llamado;
Aquel que sacara el guante
que por industria fue echado
Donde estaban los leones,
y él le sacó muy osado.
Y si no salen aquéstos,
salga el mismo rey Fernando,
Que yo le daré a entender
si soy de valor sobrado,
Los caballeros del Rey,
todos le están escuchando;
Cada uno pretendía salir
con el moro al campo.
Garcilaso estaba allí,
mozo gallardo, esforzado;
Licencia le pide al Rey
para salir al pagano.
-Garcilaso, sois muy mozo
para emprende este caso,
Otros hay en el real
para poder encargarlo.
Garcilaso se despide
muy confuso y enojado,
Por no tener la licencia
que el Rey había demandado.
Pero muy secretamente
Garcilaso se había armado,
Y en un caballo morcillo,
salido se había al campo.
Nadie le ha conocido,
porque sale disfrazado;
Fuése donde estaba el moro,
y de esta suerte le ha hablado:
-¡Ahora verás, el moro
si tiene el rey don Fernando
Caballeros valerosos
que salgan contigo al campo¡
Yo soy el menor de todos,
y vengo por su mandado.
El moro, cuando le vió,
en poco le había estimado,
Y dijole de esta suerte:
Yo no estoy acostumbrado
A hacer batalla campal
sino con hombres barbados:
Vuélvete, rapaz, le dice,
y venga el más estimado.
Garcilaso, con enojo,
puso piernas al caballo;
Arremetió para el moro,
y un gran encuentro le ha dado.
El moro, que aquesto vió,
revuelve así como un rayo.
Comienzan la escaramuza
con un furor muy sobrado;
Garcilaso, aunque era mozo,
mostraba valor sobrado;
Dióle al moro una lanzada
por debajo del sobaco;
El moro cayera muerto,
tendido le había en el campo
Garcilaso con presteza,
del caballo se ha apeado;
Cortárale la cabeza
y en el arzón la ha colgado;
Quitó el Ave María
de la cola del caballo.
Hincado de ambas rodillas,
con devoción la ha besado,
Y en la punta de su lanza,
por bandera la ha colgado.
Subió en su caballo luego,
y el del moro había tomado.
Cargado de estos despojos,
al real se había tornado,
Do estaban todos los grandes,
también el rey don Fernando.
Todos tienen a grandeza
aquel hecho señalado.
En ser Garcilaso mozo
y haber hecho un tan gran caso.
Garcilaso de la Vega,
desde allí se ha intitulado,
Porque en la Vega hiciera
campo con aquel pagano.

Libro de la colección archivum de la ugr sobre la Historia
de los bandos de Zegríes y Abencerrajes de Ginés Pérez de Hita.



También y entre los años 1579 y 1583 Lope de Vega, escribiría su obra Los hechos de Garcilaso de la Vega y el Moro Tarfe una de las primeras comedias del célebre escritor. Esta comedia está dividida en cuatro jornadas con dos claras partes, una dedicada a los amoríos del Moro Tarfe, y la segunda que se centra en el enfrentamiento entre el Moro y Garcilaso de la Vega, y la conquista de Granada.
Hablamos de un Lope de Vega en plena juventud, y que pudo recoger esta leyenda de la obra “Cercada está Santa Fe” de Lucas Rodríguez.

Comedias de Lope de Vega. 


Otra de las cuestiones que debemos de poner en claro en esta Leyenda o hechos es que el Garcilaso de la Vega al que nos referimos no es el célebre poeta, pues el mismo nació aproximadamente entre los años 1491-1503 por lo que en el momento en los que ocurrieron estos hechos no tendría más de un año en el mejor de los casos.

Garcilaso de la Vega (Poeta). 



Pero llegados a este punto, pongamos orden en esta Leyenda, en primer lugar Hernán Pérez del Pulgar no clavó el puñal en la mezquita de Granada en venganza por la intromisión del moro Tarfe en el campamento de Santa Fe, sino tal y como se relatan en las Hazañas de Pérez del Pulgar estaba en Alhama al tiempo de la conquista de esta villa. Hechos que ocurrieron mucho antes de que se levantara el campamento de Santa Fe y de que llegaran los Reyes Católicos a las puertas de Granada.

En la Crónica de Alonso XI, encontramos lo siguiente:

“Garcilaso de la Vega
desde allí se ha intitulado,
por que en la vega hiciera
campo con aquel pagano”.

Por lo tanto tenemos ya un encuentro de un tal Garcilaso de la Vega con un moro muchos años atrás antes de la reconquista de Granada.

Asimismo Argote de Molina en su obra “Nobleza de Andalucía” libro II capítulo 83 dice lo siguiente:

“señalose en esta batalla, que tuvo lugar el lunes 28 de Octubre de 1340. Garci Laso de la Vega, Mayordomo mayor de Don Fadrique, hijo del Rey, y Merino mayor de Castilla, á quien, como se lee en la Crónica, en el capítulo 254, se dió la vanguardia en la batalla. El cual, y su hermano Gonzalo Ruiz de la Vega 2 , Mayordomo mayor de Don Fernando, hijo del Rey, fueron los que con los pendones de sus señores pasaron la puente del Salado contra los enemigos, con ochocientos de á caballo, siendo los moros dos mil y quinientos, y acometiéndolos bravosamente estuvieron firmes en la pelea hasta que fueron socorridos, á tiempo que Garcilaso estaba ya muy mal herido. El cual, llevando por divisas en su escudo las letras de Ave María, se vió aquel día lo mucho que vale tener abogada a la Reina de los cielos; Porque siendo la flor de los caballeros africanos los que con Garcilaso pelearon fue cosa de admiración salir en salvo de tan gran conflicto. Cuyo victorioso pavés quedó por escudo v trofeo de su casa y descendientes.”. De esta casa sale el escudo de armas del Duque del Infantado y mezclando las armas de los Mendoza con las de este caballero sale el escudo con banda verde y perfiles de oro en campo rojo con las letras “AVE MARIA”.

Escudo de la Casa Mendoza con el lema "AVE MARÍA"


Además todo apunta a que este Garci Laso era hijo de D. Pedro Laso de la Vega muerto en el 1278 y padre de otro Garcilaso de la Vega que murió en la batalla de Nájera en 1367. Es decir que todo aquello que dice que el Rey le otorgó el honor de llamarse de la Vega, es mentira, pues ya existían los Lasos de la Vega dos siglos antes del cerco a Granada.

Batalla de Salado en el año 1340


Sí podemos hablar de varios Garcilasos de la Vega que concurrieron al cerco de Granada, uno de ellos estuvo en el sitio de Vélez y protegió al Rey del ataque de los moros y que también acudió al cerco de Málaga.

En resumen todo lo contado no es más que una fábula y una bella leyenda que no tuvo lugar, tal y como nos ha llegado a nuestros días, aunque personajes y acontecimientos sí ocurridos han sido hilados y entrelazados para crear otra épica hazaña de la reconquista del Reino de Granada.

Batalla de Nájera en 1367. Fuente Wikipedia. 


BIBLIOGRAFÍA USADA:

La Toma de Granada. Joaquín Durán y Lenchurdi.
Los Hechos de Garcilaso de la Vega y el Moro Tarfe. Lope de Vega.
Historia de los Bandos de Zegríes y Abencerrajes. Ginés Pérez Hita.
Biblioteca Virtual Menédez Pelayo. www.larramendi.es LXVIII.


lunes, 4 de noviembre de 2019

Leyendas de Granada. La fuente misteriosa. Fuente del Avellano, de la Salud y Agrilla.

Fuente del Avellano. 


Antonio J. Afán de Ribera nos dejó en su obra Tradiciones, leyendas y cuentos granadinos del año 1885, la siguiente historia:

Hace muchísimos años de esto.
Como que Granada era musulmana y se la llamaba la Perla más rica de Bassora, la ciudad de las mil torres y la Sultana de Occidente.
Y como en estos dichos no había exageración. A pesar de ser andaluces, aunque no moros, sus propaladores, resultaba que todos querían habitarla y gozar de la hermosura de su cielo y de sus flores.
Y como las hadas, por más que sean hembras, tienen un gusto exquisito, aconteció que muchas dejaron los jardines de Alejandría y las amenas riberas de la soberbia Stambul, para venir a fijarse en los valles granadinos y tomar posesión de sus pintorescos y bellísimos cármenes.
Nada les costó el viaje, pues como seres impalpables, con sus alas de pintada mariposa y sus velos del mismo azul de los cielos, según afirman sabios autores que las han contemplado en esta forma, por supuesto, entre sueños, tomaron el camino, y con su corte de silfos y algún que otro genio que más valía se quedara por allá, pues se ha incrustado en el de cierta señorita que no nombro por prudencia, se posesionaron del Albaicín, de la Alhambra, del Generalife, de los Alijares y de cuantos sitios hermosos encerraba este nuevo paraíso.
No hubo lugar para todas, pues la hadas abundan, y aunque no comen, y gastan vestidos, cada una quiere tener su casita, bien en el tronco de un espinoso rosal, bien entre las tupidas ramas de los laureles, ó ya, las más calurosas, entre los límpidos cristales de alguna escondida fuente.
A estas últimas pertenecía el hada objeto de nuestra redacción. Cuando no se transformaba en blanca paloma, reflejando en sus plumaje los rayos solares; cuando no se escondía entre las hojas de los claveles figurando un lindísimo insecto, o cuando haciendo de legítima hada no se presentaba como legítima hechicera huri, impalpable, invisible a los ojos de la materia, pero nó a los del alma, colocada, ya en el cáliz de una rosa, ya a la entrada de una amena gruta, causando el eterno penar de los que la contemplaban, que se enamoraban como locos, pues no hay otro remedio para el que ve ó cree haber visto un hada que despepitarse por ella; entonces, decimos, se mostraba en forma corpórea como una bellísima joven algo morena, pero ostentando copiosos rizos negros, unos ojos pardos que hacían más vietimas que algunos pronunciamientos.
Pues bien: en ese valle, que los antiguos llamaron de Valparaíso, que después denominaron de la Salud, por sus puras y aromadas brisas, y donde el Dauro arrastra pepitas de oro, al lado de un accidentado barranco que, descendiendo de los cerros de la Silla del Moro, conducía sus aguas torrenciales a mezclarse con las del río, se descubría en tiempos del desventurado Boabdil una gruta
sombreada de espesas mimbres, y a que daba acceso una torcida vereda que empezaba en lo que hoy se llama puente de las Cornetas.
Cuando los disturbios que tanto precipitaron el funesto término de la dominación árabe en España daban treguas á que el pueblo granadino gozase de un momentáneo sosiego, en las plácidas noches de verano, gustaban algunas doncellas moras bajar del Albaicín, a llenar su cántaro en un pequeño arroyuelo que se escapaba de la gruta, ¿Era una fuente la que brotaba misteriosa en aquél escondido recinto? ¿Eran filtraciones de las grandes acequias que surtían del precioso líquido las casas del placer de los walíes musulmanes ? Nadie trató de profundizar el misterio; Sólo sabían que las aguas eran puras y agradables, y que la bebida producía en las muchachas cierta sensación inexplicable. Así es que la fama del sitio crecía rápidamente, y hasta se hizo punto de reunión para los más constantes amadores. Pero !Cosa extraña! Unas veces el sabor de la corriente era amargo, otras dulce como la más exquisita miel; ya entonaba el pecho inspirando bélicos instintos, ya una languidez inexplicable desfallecía los más valerosos ánimos. Ora el amante motejado por fiel entre sus compañeros, después del sorbo se volvía huraño y burlador de la que antes era dueña de sus pensamientos; y otras, más de una doncella zegrí, dura como la piedra de Macael, pronunciaba el tierno sí, al desdeñado Gazul que la imploraba con el búcaro lleno de agua del extraño nacimiento.
Aquello era un pequeño caos de contradicción y anomalías.
No pasaba jornada sin que vasijas rotas atestiguasen escenas desapacibles entre las jóvenes mahometanas; y muchas veces, restos de negras y suaves trenzas se descubrían entre los espinos, que protestaban no ser suyas aquellas frutas de nueva especie, y lo que es peor, gotas y aun charcos de sangre, mostraban vestigios de mayores desaguisados.
Hubo de intervenir el cadí. Una guardia de robustos negros etiopes tomó posesión de la entrada de la cueva; pero cuando el sueño los rendía, y en la más misteriosas horas de la noche, un genio maléfico, pero en forma de una guapa hembra, se divertía a su costa, y ya aparecían trasquiladas sus lanudas cabezas, ó atados unos con otros en las posturas más ridículas.
Fue necesario acudir a los santones. Trabajo perdido. También los seguidores del zacarrón, sentían la influencia de aquellos lugares; y en vez de predicar el Corán, escandalizaban a los buenos creyentes ensalzando las formas voluptuosas de una sultana morena. Un alfaquí, más atrevido que los demás y confiado en un amuleto traído de la Meca, se atrevió a penetrar en la cueva de donde brotaba el arroyuelo, y aun esperan su vuelta sus discípulos. Unicamente se notó que un formidable buho graznaba melancólico pocas noches después de la tupida copa de un moral.
¿Y cual era la causa? La hada antojadiza y voluble como las de su especie, se divertía en infiltrar en la corriente sus alegrias ó sus pesares. Cuando una lágrima de amor caía de sus dulcísimos ojos, aquello era un venero de felicidad; pero cuando un leve contratiempo la importunaba, cuando un rayo de sol indiscreto penetraba en su alcoba de gasa, entonces su llanto de tristeza lo ponía todo tan amargo, que sus consecuencias eran duelos y desazones en la concurrencia.
Asi es que poco a poco el sitio se fue quedando solitario, y el líquido agridulce dejó de ser receta de los enamorados, que afirmaban que un ser misterioso, pero maléfico era quien hechizaba las corrientes.
Cuando el estandarte de la cruz se ostentó en el Alcazar musulmán, y la fe cristiana extendió su perfume celeste, borrando las creencias del paganismo, hadas, genios y silfos tomaron la sabia determinación de ausentarse, incapaces de resistir el brillo de la enseña de la Redención. Y he aquí que la gruta quedó obstruída y deshabitada, pero las aguas continuaron brotando, y !caso singular! Con el último sabor que las comunicara su moradora. Puras, frescas, claras pero un tanto agrias al paladar, tal vez por la rabieta que le produjera su forzada marcha, o quizás por dejar su nombre como memoria eterna, pues según escribió el anciano morabito, que al parecer llevaba el Registro Civil de aquellas señoras, la turbulenta Hada se denominaba Agrilla.

Esta es la leyenda, las versiones con el tiempo pueden ir cambiando y se han ido adaptando, además el boca a boca, o bien la reinterpretación de los textos, dan lugar a diferentes versiones.

Fuente de la Salud. 



En otras versiones, ese Hada no era ni más ni menos que el espíritu de Aixa, la madre de Boabdil, al parecer cuando estuvo felizmente casada con Muley-Hacen, el hada hacia que el agua saliera dulce, pero sin embargo en los días de tristeza, cuando fue desposada y su esposo se fue con Isabel de Solís, llamada Zoraya, sus celos agriaron su carácter y el hada misteriosa contagió de su amargura al agua de la gruta. Por eso si bien el agua siempre brotó amarga servía para curar muchas enfermedades.

Fuente Agrilla. 


Hoy en día ese lugar existe y es bien conocido por todos, no sólo está la Fuente del Avellano, más famosa por la cofradía que se reunía allí, encabezada por Ángel Ganivet entre otros, sino que si seguimos unos pasos más hacia adelante, encontramos dos pequeños pilares, llamados y conocidos por todos como Fuente de la Salud, y Fuente Agrilla. Hoy ya no tienen agua, pues la Acequia Real, la que suministraba agua a la Alhambra ya está seca y sin curso fluvial de agua, siendo a fecha de hoy una moderna acequia y canalizaciones las que suministran todo el agua que entra en la Alhambra.




Volviendo a la fuente del Avellano, ya Gallego Burín en su guía de Granada, nos comenta que Chateubriand comparó la fuente del Avellano con la fuente de Vaucluse y nos refiere como los árabes la llamaban “fuente de las lágrimas”, tres son las fuentes del camino dice, Avellano, Agrilla y la de la Salud y es costumbre que en los calurosos días de verano las gentes se acercan allí en busca de la frescura y belleza del paraje.

Fuente del Avellano. 


Respecto a la Cofradía del Avellano y tal y como nos relata Nicolás María López “fue, sencillamente, una reunión de amigos. Nunca tuvo domicilio ni reglamento. Su estructura exterior se asemejaba a las Academias helénicas. Los cofrades estaban sentados en semicírculo, alrededor de una bella fuente natural, bajo álamos y avellanos, conversaban en estilo granadino, que sabe combinar la seriedad de los asuntos con el ingenio y la gracia. Se oía a todos y no se decían más tonterías que las precisas para descongestionar un poco el ambiente poético del paisaje. “
“Desde las mesas del café Colón, que era el punto de cita, entrábamos en Plaza Nueva y seguíamos por la Carrera de Darro. En los bancos del Paseo de los Tristes o en el Aljibillo, al pie de la Cuesta de los Muertos, solía hacerse un alto...Llegados a la Fuente del Avellano, y sentados en el amplio murete que la circunda, empezaba la tertulia. Ganivet, llevaba el diapasón e imponía le carácter; los demás daban el tema, hacían objeciones o se reían de los argumentos...Al tomar Ganivet la palabra, todos callábamos. Su voz era dulce y suave, a veces rápida y cortada, a ratos pausada y solemne. Hablaba de países o ciudades lejanas; exponía el asunto de un libro; hacía la crítica de una obra dramática, moderna o clásica; o trazaba, en cuatro rasgos, la semblanza de los grandes escritores.

La cofradía del avellano tuvo su máximo esplendor en el año 1897 y a la muerte de Ganivet se acabó.

Cogemos una cita del mismo Angel Ganivet donde dice:
Alguien aconsejaría a tan aguanoso y desocupado personaje que se encaminara a la Fuente Nueva o a la del Avellano, a cualquier rico venero, para saciar su sed sin entramparse”.

Aunque una de las citas más populares es aquella que dice:

Al pie del Generalife/en las márgenes del Darro/hay una fuente famosa/la fuente del Avellano.

Angel Ganivet. 


No podemos terminar sin dejar constancia de algunas estrofas de Julio Belza y Ruiz de la Fuente relacionas con la Fuente del Avellano.

...¿De quién se ríe la fuente del Avellano cuando se ríe? ¿Qué copla dice la fuente Agrilla cuando nos canta? ¿Por qué la fuente de la Salud llora sus penas?
Risa, canto y lloro manando suavemente desde la entraña misteriosa del monte, en la mansedumbre del atardecer.
Hilillos monocordes, cayendo sobre la pileta humilde, cantan su martinete y los gitanos fronteros tocan palmas y palillos, al río que, valle abajo, pasa bailando fandangos con sus volantes de espuma.
Copla y gritos, “horizonte de ladridos”- como dijo Federico- cornetas y tamborcicos avemarianos, “angelus” del conventillo albaicinero, pilar enloquecido de pájaros vespertinos y de las pausas, haciendo imposibles los silencios; lloro, canción y risa de tres fuentes en un camino...

...Allá abajo, el río imperturbable canta una copla, con el bordón de la presa; la fuente del Avellano pone la melodía, con la prima leve de su caño, y un coro travieso de colorines marca el ritmo de una floresta de sofocos y calofríos mañaneros....

Placa. 


La placa que hoy podemos encontrar en la fuente del Avellano, está realizada en cerámica de la fábrica San Antonio de Granada, con decoración en azul. Se colocó en el año 1940, aunque no se conserva el original y el actual es del año 1991. En ella podemos leer la siguiente cita:

“En recuerdo de Angel Ganivet genial escritor granadino fundador de la Cofradía del Avellano que enalteció en sus obras la belleza de este paisaje”

Por último y si bien merecen una entrada aparte, no podemos dejar de mencionar a los antiguos aguadores de Granada, una imagen muy frecuente hasta mediados del siglo XX, fecha en la que poco a poco fueron desapareciendo propiciados por el funcionamiento del Servicio de Aguas Municipales auspiciada por Gallego Burín. Una imagen pintoresca, con sus burros y vasijas que usaban para la venta ambulante del agua más rica y pura de la ciudad.

Aguadores en el Avellano. 


Si bien el agua en Granada era buena, la falta de limpieza de las viejas conducciones árabes, permitieron la acumulación de detritus y la propagación de enfermedades diversas. Por eso la población consumía el agua que los aguadores recogían de las fuentes, algunas tan nombradas como la del Avellano, de la Teja, del Mono, de la Salud o del Algivillo.



Bibliografia usada:
Tradiciones cuentos y leyendas. Afán de Ribera 1885
Granada, ciudad del Agua. 2001 I.E.S. Padre Manjón.
El Agua de Granada y otros ayeres. 1977 Julio Belza y Ruiz de la Fuente.
Diario de la historia. 2005. Juan Bustos.



sábado, 2 de noviembre de 2019

Esculturas de Granada. Pintor George Owen Wynne Apperley.

Escultura a Apperley. 

En el bajo Albayzín, en la calle La Gloria ubicada en lo que fuera el antiguo barrio de Axares, uno de los mejores barrios para vivir en la Granada musulmana, se encuentra una escultura dedicada al pintor inglés afincado en Granada George Owen Wynne Apperley. Concretamente lo hace en la  un pequeño espacio que se abre al final de esta calle si la subimos desde la Carrera del Darro. 

En el centro  podemos apreciar esa pequeña escultura de no más de 50 centímetros de altura realizada por el artista Mariano Benlliure en el año 1944 y que fue donada por la familia a la ciudad y colocada en este lugar en el año 2007. Concretamente María Contreras y Charles Apperley. 

Escultura al Pintor. 


La escultura representa al pintor de pie con pincel y paleta y fue el colofón a la recuperación de esta placeta gracias a una inversión con fondos europeos. En uno de los muros podemos encontrar una placa que hace alusión a este acontecimiento. 

Placa alusiva a la remodelación de la plaza. 


El conjunto se remata con una pequeña reja que proviene del Carmen de los Mínimos y donada por Antonio Dalmases  y en la parte posterior un pilar, realizado con restos de mampostería del pretil del río Darro, material aportado por José Molina. 

Pilar en la placeta de la Gloria. 


La placa conmemorativa que era de bronce fue robada y tuvo que ser repuesta por el Ayuntamiento de Granada años después. 

Apperley, se afincó en Granada en el año 1917, aquí y en el barrio del Albayzin, vivió en un Carmen que podemos apreciar junto al Mirador de San Nicolás. Aquí conoció a Enriqueta Contreras   que se convirtió en su Compañera y musa.  Su obra tiene gran influencia de Julio Romero de Torres. En esta ciudad ya desde muy temprano empezó a cosechar éxito y premios, en el año 1918 se organizó una exposición con sus trabajos en Madrid que inauguró el rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia. Con Enriqueta tuvo dos hijos Jorge y Enrique, aunque anteriormente estuvo casado con otra mujer Hilda Pope con la que tuvo otros dos hijos Edward y Phyllis. 

Enriqueta de Gitana. Museo Casa Ajsaris. 

"Descendimiento". Museo Casa Ajsaris. 


Tras la proclamación de la II República emigró a Tánger donde se afincó con su familia, terminada la Guerra Civil Española regresó en numerosas ocasiones a Granada, llegando a ser hasta condecorado por Franco con la encomienda de Alfonso X el Sabio. Apperley murió en el año 1960. 


"Pan y Siringe". Museo Casa Ajsaris. 


PRECIO: Gratis. 
HORARIO: No aplicable. 
VISITA PARA GRANADINOS: Todos conocemos la Carrera del Darro y en más de una ocasión la hemos recorrido, pero merece la pena perderse por esas callejuelas que enlazan Carrera del Darro con San Juan de los Reyes, una de ellas se llama Calle la Gloria, pues casi al final y a mano izquierda se abre un espacio oculto a la ciudad y de una belleza singular, donde encontramos esta pequeña escultura. 
VISITA PARA NO GRANADINOS: Merece la pena perderse por las calles del Bajo Albayzín, en busca de rincones como estos. 
UBICACIÓN: Si cogemos la Carrera del Darro sentido hacia el Paseo de los tristes, a la altura de la Iglesia de San Pedro, sube la calle llamada Gloria, poco antes del final se abre la plaza con la escultura en el centro.