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sábado, 21 de junio de 2025

Cazoletas prehistóricas en Barranco del Lobo. Escúzar.



Vamos a visitar una serie de cazoletas en la localidad de Escúzar, y muy cerca del paraje denominado Barranco del Lobo. Si bien hay tres zonas a visitar, nos vamos a centrar en la roca número 3, pues es dónde mejor se ven las cazoletas y las más fáciles de encontrar. 




Los grabados y cazoletas se realizaron en una serie de lastras de caliza en una loma que hay entre el Barranco del Lobo y el Barranco de os Charcones, la zona está completamente plagada de pequeño matorral. 





En la roca más importante y en la que nosotros nos vamos a fijar hay una serie de cazoletas unidas por canalillos formando un extraño mapa. Podemos igualmente observar cazoletas completamente aisladas y también hay cazoletas de gran tamaño unidas a otras de menor tamaño mediante un pequeño surco. 






Curiosamente esta zona salvo los datos que existen de la Edad del Bronce apenas nos aporta información sobre la existencia de algún poblado o comunidad que poblara estas tierras. 





Estas cazoletas son similares a otras encontradas y halladas en diferentes parajes de nuestra geografía entre ellos el Barranco de San Juan en Sierra Nevada, el Petroglifo de Dílar, o varios conjuntos en el Barranco del Poqueira.  

Llegar a la zona es relativamente fácil, haremos el acercamiento saliendo del pueblo por el Sur por el Camino de Santa Lucía. Lo seguiremos siempre recto y cuando pasemos una finca llena de placas solares cogeremos la pista de la derecha. En la primera loma a nuestra derecha están las primeras cazoletas, pero son muy complicadas de encontrar, así que seguiremos en todo momento el carril. Cuando esté a punto de desaparecer nos iremos desplazando hacia nuestra derecho buscando la única roca con grande superficie lisa que hay en todo el entorno, allí encontraremos nuestras cazoletas. 

Más arriba y al otro lado del barranco en la Cueva del Lobo, también hay restos de pinturas rupestres, pero llegar desde aquí requiere una fuerte subida. 

jueves, 19 de junio de 2025

Baños árabes de Dólar. Marquesado del Zenete.

Edificio que alberga los Baños árabes de Dólar. 

 

Visitamos los Baños árabes de Dólar, y visitamos los auténticos, pues hasta hace algunos años se hablaba y se referenciaba como Baños árabes de Dólar a una estructura situada en la calle del Carmen, y que obedece más a una especie de aljibe. También debemos de hablar de “milagrosos baños árabes”, pues el edificio que los alberga, el antiguo Ayuntamiento estaba destinado al derribo ante la construcción de un nuevo edificio, sin embargo la labor de Ricardo Ruiz, oriundo de Dólar e Historiador del arte, y sus denuncias ante la delegación de cultura, obró el Milagro de picar en los muros del edificio, suelos y techos y descubrir los restos de estos maravillosos baños.

Exterior de los Baños con las tres salas. 


Los baños árabes de Dólar los podemos datar en el siglo XIII aproximadamente, son de planta muy similar a otros que también se conservan en el Marquesado del Zenete, como los de Huéneja, Ferreira o Lanteira. El edificio en el que se encontraban ha tenido tantos usos, que es por ello que ya no quedaban fuentes escritas ni orales sobre su antigua función, este edificio hizo las veces de: vivienda, cárcel, oficina de correos, matadero y ayuntamiento entre otros.

Naves de los Baños árabes vistos desde el interior del edificio. 

Los baños árabes de Dólar, siguen el esquema de los baños romanos con tres salas de agua, y no son de grandes dimensiones pues hemos de pensar que están destinados a una pequeña población islámica.

Baños árabes de Dólar


En su construcción y como ocurre con la arquitectura de este entorno, se usaron principalmente lajas de pizarra de la Sierra y materiales del terreno, las lucernas son simples y rectangulares, lo cual las diferencias de otro tipo de lucernas que hemos encontrado en otros baños similares. La estructura del baño es clásica con tres salas fría, templada y caliente, aunque por su reducido tamaño quizás no tendrían grandes pilas como en otros baños visitados. Sino que con cubos de agua, los usuarios se irían aplicando el agua a diferentes temperaturas. La sala fría es la situada al Norte del edificio, la templada la central y por último la que se ubica más al Sur es la sala caliente.

Puerta en el interior de los baños

Baños de Dólar

Baños de Dólar


Sus naves tienen bóveda de medio cañón y tres lucernas cada una de esas naves, las medidas son de 4,35 metros de largo por 2,35 de ancho. Cada nave está comunicada entre sí a través de una puerta. Dentro de las salas encontramos los restos de las canalizaciones para el vapor de agua, así como restos de la roca madre sobre la cual se construyeron los baños.

Lucernas


Del vestíbulo no queda absolutamente nada, por lo que tuvo que ser destruido en cualquiera de las reformas sufridas por el edificio, se situaría junto a la sala fría. Respecto de la caldera y leñera, no se han encontrado restos propiamente dichos, pero se piensa, que debían de estar en una zona cegada.

Entrada a los Baños. 


Otro de los aspectos destacables de estos baños es que gran parte de sus paredes aparecen con restos de hollín, si bien podría pensarse que son restos de fuegos más modernos realizados en épocas de abandono del edificio, la realidad, es que muy probablemente correspondan a la época de la rebelión de los moriscos, dónde estos pueblos fueron tomados por tropas cristianas, que acabaron y quemaron todo lo que se les ponía por delante.

Bóveda de medio cañón


Tras la conquista cristiana y mientras que las proclamas en gran parte del reino prohibieron estos lugares de ocio musulmán, Felipe II los prohibió en 1566, en el Zenete pervivieron durante muchos años a cambio de tributos en forma de cebada, pues en Dólar se cultivaba mucho cereal, antes de que cambiaran las costumbres y se empezara con el cultivo de almendra.

Entrada exterior a los baños. 


Finalmente los Baños de Dólar abrieron sus puertas en el año 2012 gracias a ayudas del Ayuntamiento, Diputación y Comunidad Económica Europea. En ellos se ha instalado el Centro de Interpretación llamado “El agua en Al-Andalus”.

sábado, 14 de junio de 2025

Personajes Granadinos. Francisco de Paula Valladar y Serrano.

 

Francisco de Paula Valladar y Serrano

Francisco de Paula Valladar y Serrano nació en Granada el 16 de Abril de 1852, hijo de José Valladar profesor de música y de María de los Dolores Serrano un matrimonio asentado en el Barrio de San Matías, concretamente en el número 8 de la Calle de Jesús y María. Fue escritor, dramaturgo, novelista, historiador y en especial periodista. En estas breves líneas le vamos a dedicar el homenaje que como granadino se merece.


Los ingresos de la familia eran más bien escasos, eso propició la necesidad de Francisco de Paula de trabajar y de aportar algo a la economía familiar, de esta manera desde muy joven empezó a copiar partituras para la Academia Giorgio Ronconi y de esa manera colaborar algo, es así como poco a poco se va integrando y empapando de la vida cultural granadina.


Muy joven empieza a Trabajar en la Secretaría del Instituto Padre Suárez para costearse los estudios, al mismo tiempo que estudiaba allí, posteriormente pudo estudiar Derecho y Filosofía en la Facultad de Granada aunque no terminó dichos estudios, al parecer por falta de vocación o por la necesidad de tener que ayudar al sustento familiar.

Caricatura de Francisco de Paula
Valladar y Serrano


Con diecinueve años fue nombrado redactor jefe del diario “La lealtad”, iniciando así su prolífica carrera, bajo la batuta de Francisco Javier Cobos. Era un diario de crítica teatral, siendo estos años prolíficos en representaciones teatrales en Granada. Fue a partir de 1882 cuando empieza a colaborar de forma asidua en el diario el Defensor de Granada, uno de los más importantes de aquella época en la ciudad de Granada. También colaboró con otros diarios y revistas como: La Tribuna, La independencia, La Revista, El Contribuyente, etc.


En 1884 funda su gran obra, la revista Alhambra de la que publicó 47 números en año y medio que fue el tiempo en el que pudo mantenerla viva, tuvo que cerrar y posteriormente comenzó una segunda etapa a partir de 1898 en la que se publicaron 572 números, la mayor parte redactados por el propio Francisco. La revista Alhambra prácticamente era propiedad única de Francisco, él era el director, redactor y editor, contaba con la colaboración y firma de su amigo Rafael Gago Palomo e incorporaba muchos grabados de época. La revista Alhambra cerró en 1924 por la muerte de Francisco de Paula, 26 años de tiradas, siendo la revista cultural más longeva de la ciudad de Granada hasta el momento.


Revista La Alhambra


En el año 1885 consiguió un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Granada, lo cual le facilitó cierta estabilidad económica, lo cual le permitió dedicarse a su pasión por Granada y por el periodismo.


En el año 1886 recibió el encargo del Ayuntamiento de Granada de hacer un libro sobre las fiestas del Corpus, libro que se publicó ese mismo años y que tuvo una gran acogida, lo cual le animó a seguir escribiendo más obras.


A partir de esa primera obra escribió varios libros entre los que vamos a destacar: Breves apuntes acerca de las bellas artes en Granada (1888), Novísima guía de Granada (1890), El incendio de la Alhambra (1890), Colón en Santa Fe y Granada (1892), Descripción Geográfica, artística e histórica de la ciudad de Granada (1893), o Guía de Granada (1906).

Libro Guía de Granada. 


Ocupó varios cargos más en diferentes instituciones de nuestra ciudad, fue Presidente de la Comisión de Monumentos de Granada, sustituyendo al catedrático D. Antonio Almagro Cárdenas, delegado de Bellas Artes, Presidente del Patronato del Generalife, cronista de la ciudad, presidente de la Asociación de la Prensa y presidente del Centro Artístico y Literario. Pero es que conforme iba creciendo su reconocimiento como persona lo hacían los cargos, nombramientos y reconocimientos, se le otorgó la orden de Alfonso XII y la de Carlos III, fue nombrado profesor del Conservatorio de Música, cronista oficial de la ciudad de Granada después de Enriqueta Lozano y la Diputación lo nombró cronista de sus pueblos en 1903.


Gracias a Francisco de Paula fue posible conocer los “Anales de Granada” de Henríquez de Jorquera, cuyo manuscrito encontró en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Realizó gran cantidad de estudios sobre el patrimonio granadino, la Capilla real, La Iglesia de San Jerónimo, El Generalife, La Casa de los Tiros, Álvaro de Bazán y un largo etc.

Libro el incendio de la Alhambra. 


Falleció el 22 de Febrero del año 1924 y proveyendo tal desenlace, sus últimos números de la revista Alhambra tenían ese aire de despedida y de recuerdo de todos los años de emisión. Su entierro fue todo un acontecimiento en la ciudad de Granada y pronto se dispuso de erigir un monumento en su memoria. Se hizo en el año 1925 en los Jardines del Triunfo, para posteriormente ser trasladado a los Jardines de la Bomba dónde se puede disfrutar a fecha de hoy.


Escultura en los Jardines del Genil



Pese a estar casado con Dolores Núñez Lazuen, no tuvo hijos, por lo tanto todo su legado quedó en manos de la ciudad, siendo posible consultarlo en la Hemeroteca de la Casa de los Tiros de Granada.


Esquela en el diario el Defensor de Granada. 23 de Febrero de 1924


Su tumba en el cementerio de Granada lo es a perpetuidad por acuerdo del Exmo. Ayuntamiento de Granada en el año 1924.


Foto de la colocación del Monolito en los Jardines del Triunfo. 



BIBLIOGRAFÍA:


García Tarifa, Antonio. El archivo de Francisco de Paula de Valladar y Serrano (1852-1924) un erudito granadino entre dos siglos. Tesis doctoral. UGR.

Girón César. Nuevas siluetas granadinas. Editorial Comares 1999.

Pozo Felguera, Gabriel. Paula de Valladar, el erudito que lo fue todo en la cultura granadina. “El independiente de Granada” 10 Diciembre del 2023.


jueves, 12 de junio de 2025

Senderismo familiar. Los Cahorros de Monachil.



Volvemos al senderismo familiar con una de las rutas más espectaculares y conocidas que podemos encontrar en la provincia de Granada, se trata de la excursión "Los Cahorros" en la localidad de Monachil, y que se caracteriza por su grandísimo puente colgante que hay que cruzar y que es toda una maravilla. 



Es familiar porque la excursión se puede hacer en familia y nos pueden acompañar los niños, al menos hasta el puente colgante, una vez allí según sean nuestros niños decidimos.



Y por último lo mejor de todo es que es una ruta fresquita, al menos toda la zona de Los Cahorros y su acercamiento, ya en el caso de que queramos volver enlazando con el acceso al Purche en épocas de mucho calor, aconsejamos hacerlo o muy temprano o ya tarde, porque esa zona es más calurosa. 



Y sin más preámbulos empezamos con la ruta, yo os voy a describir el recorrido que a mí me gusta hacer, pero por supuesto hay varias opciones y cada uno es libre de elegir la que quiera. 



Iremos hasta Monachil pueblo, y al entrar lo atravesaremos y nos iremos hacia el fondo del pueblo como para coger la carretera que nos lleva al Purche, el río lo tendremos a nuestra derecha y justo dónde está el último puente que cruza el río. Por ahí aparcaremos el coche, normalmente suele haber sitio, en caso contrario al otro lado del río, hay un gran parking público y gratuito, y por supuesto siempre cabe la opción de llegar a Monachil en el autobús público, el número 183 es el que llega aquí desde su salida en el Puente Romano en Granada. 



En este puente ya veremos una serie de carteles de rutas e información práctica. Pues bien cruzamos el puente de tal manera que ahora el río está a nuestra izquierda tal y como vemos el agua bajar. Nada más cruzarlo cogemos el carril que hay a la izquierda, y a unos 50 metros veremos la primera indicación y por un pequeño sendero bajaremos hasta la misma orilla del río Genil. 



Ahora viene la primera parte del recorrido y de las más fáciles, seguiremos el sendero que nos lleva junto al río, siempre rectos, casi sin notar el desnivel y siempre junto al río Monachil. Este tramo es muy fresquito y con buena sombra, si hacemos la ruta en invierno hay que tener cuidado de que no haya helado, pues las placas de hielo pueden ser peligrosas, y si ha llovido mucho puede haber barrio, por el resto recorrido facilísimo. 




El primer punto de interés al que llegamos es la antigua central electrica de tranvías, que ha sido rehabilitada y que a fecha de hoy aún sigue en funcionamiento, es un pequeño edificio al que no podemos acceder, y que tiene en su entorno un par de fuentes con agua, si vamos en época de lluvias estarán con caudal, no es agua tratada, es natural pero se puede beber, ya si vamos más metidos el Verano, lo más probable es que esas fuentes no tengan caudal de agua. 




Pasada la central, seguiremos por el sendero junto al río, y viene la segunda parte interesante del recorrido, llegaremos a una serie de pequeños puentes colgantes, que nos van a venir muy bien, para coger soltura con el puente grande, poco a poco los iremos cruzando, en esta parte, ya sí hay desnivel e iremos subiendo un poco, pero como los puentes nos entretienen mucho apenas nos daremos cuenta. 

Según la época en la que hagamos el sendero, pues habrá más agua y más frondosidad. 




Llegados a la zona más alta, deberemos girar a mano derecha para afrontar el puente más grande y famoso de esta ruta, pero si giramos a mano izquierda volveríamos a Monachil por la zona de las "Eras".


 

Pues aquí que llegamos al Puente colgante, es impresionante y uno de los más largos de Andalucía y España, así que hay que disfrutarlo, pasarlo tranquilamente y recrearse, eso sí hay que cumplir bien las normas y no subirse más personas que las permitidas. 





Una vez cruzado, tenemos dos opciones, una volver sobre nuestros pasos y coger la ruta de regreso a Monachil, pero en mi recorrido nosotros vamos a seguir todavía un poco más hacia adelante. Aquí igualmente dos opciones, lo normal es ir por el bordillo que hay junto a la roca, empieza la tercera parte de la aventura, tendremos que tener medio bien las rodillas y las caderas, pues las roca a veces invade nuestro espacio vital y deberemos de gatear algo, también hay quién se baja directamente al río, iremos poco a poco avanzando por cuevas y los Cahorros propiamente dicho en otro paisaje espectacular, en algunos puntos habrá argollas, para que podamos agarrarnos y sujetarnos para avanzar. 








Seguiremos hasta llegar a una zona amplia y abierta, desde aquí son muchas las rutas que siguen, pero ya no sería senderismo familiar, ha llegado la hora de volver a Monachil, para ello cogemos el sendero hacia la izquierda y avanzamos subiendo el curso del río, hasta que volvamos a ver otro pequeño puente colgante que lo cruza. 





Cruzamos y subimos el carril, aquí viene de nuevo un buen repechón, así hasta llegar a una indicación de madera que dice Monachil-Purche o Las Chorreras, pues bien, justo enfrente de ese cartel a la izquierda del carril, arranca un pequeño sendero, que lo iremos siguiendo sin perderlo en ningún momento, ahora volvemos a Monachil con los Cahorros a nuestros pies. 






En menos de media hora estaremos en la zona denominada "Las Eras", que enlaza precisamente con el desvío que había junto al puente colgante grande. desde esta zona, nos dejamos caer hacia las casas, y de ahí cogemos un carril que ya nos lleva a la Carretera del Purche y de vuelta a Monachil. 






La distancia aproximada de el recorrido que os he descrito es de 8,5 kilómetros con un desnivel de 233 metros, os dejo un enlace al truck en wikiloc, y también os comento que la ruta está verificada con mi niño con seis años y un grupo de niños de similar edad sólo hasta el puente Grande y con mi niño con 9 años y una niña de 7 años haciéndola circular. 



Sólo espero que la disfrutéis. 

ENLACE AL TRUCK DE WIKILOC